berlus1.jpgTransformando el dicho que dice como pato criollo, a cada paso, una popó, por a cada paso una polémica (porque es el que mejor le sienta para describir su actividad), el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, es nuevamente protagonista de un acto que roza la censura y el abuso de poder.

Hace unas semanas dábamos cuenta de la cruenta caza de inmigrantes que dio rienda suelta en su país para combatir la delincuencia que según el provocan los inmigrantes. No solo ya les tiene jurada la cárcel por unos cuantos meses, sino que además dispuso un ejército de tres mil personas para combatir la inseguridad en los lugares más sensibles de su nación.

Y si estas medidas ya pasaron a ser desmedidas escuchen la nueva locura carente de tolerancia que nos tiene preparada esta semana el premier: exigió que la cinta de título W, dirigida por Oliver Stone y que propone una biografía para nada favorable sobre el presidente estadounidense George W. Bush, sea excluida del Festival de Cine de Roma, porque allí se maltrata a su amigo.

W era la elegida para romper el hielo en el popular festival, pero el argumento que cuenta los pormenores de la estrecha relación del mandatario norteamericano con el alcohol, antes de convertirse en el presidente de una de las potencias más grandes del mundo, provocaron esta despreciable decisión.

De todos modos y por suerte, sigue habiendo otros canales menos chupamedias como el del Festival de Cine de Londres que sí la incluyó el próximo 23 de Septiembre en su programación.

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