Martín Lutero – Las 95 tesis

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Martín Lutero – Misiva sobre el arte de traducir

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Martín Lutero – Si los hombres de armas también pueden estar en gracia

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Martín Lutero – Sobre la autoridad secular

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La traducción bíblica que sacudió al mundo

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Las indulgencias del siglo XXI

Las indulgencias del siglo XXI
Edgardo Muñoz (Año: 2009 – Num.: 1)

En 1517 el dominico Johannes Tetzel cobró triste celebridad al ofrecer indulgencias para librar las almas del sufrimiento. Martín Lutero reaccionó ante tal ostentación desencadenando la Reforma. No fue sólo la penosa oferta la que provocó la existencia de la iglesia protestante, sino que su desafortunada frase sonó presuntuosa y temeraria: Ni bien se oiga el tintineo de las monedas en el fondo del ofrendario, sacaréis un alma del purgatorio. El enojo de Lutero tenía su razón. Tetzel se asemejaba a aquellos que hacen caminar al burro en el que están montados, colgando una zanahoria de la caña y suspendiéndola delante de la cabeza del animal. El burro camina pero no logra nada de lo prometido, simplemente beneficia a su amo.

Apenas cinco siglos después que Lutero escribiera las 95 tesis con indignación, podríamos comparar al monje temerario con muchos ministros del Evangelio que ofrecen indulgencias. La oferta es otra, las condiciones también son distintas, pero la motivación, el concepto y el mecanismo son los mismos. Cada vez que prometemos a los creyentes soluciones mágicas si cumplen con determinadas condiciones, ofrecemos indulgencias. Siempre que manipulamos la voluntad de los hermanos a través del miedo o las esperanzas falsas, nos pareceremos al monje Tetzel.

Los seres humanos somos amantes de las soluciones milagrosas. Muchas veces, bajo el manto de la fe escondemos nuestras impurezas, ambiciones e irresponsabilidad. Resulta muy fácil atribuir a la voluntad del Señor nuestros íntimos deseos egoístas o las consecuencias de nuestros errores. Es verdad que Dios quiere bendecirnos. También es correcto saber que el Señor no desea nuestro sufrimiento. Pero las bendiciones de Dios (así les llamamos a las circunstancias que nos son propicias para disfrutar la vida), no deben ocupar los primeros lugares en nuestra escala de valores.

En las últimas décadas han surgido corrientes pseudocristianas con un mensaje claramente hedonista. Proponen que las personas dejen de sufrir y pasen a la lista de los triunfadores y prosperados. Ofrecen sanidades y victorias sobre los conflictos. La televisión e Internet se transformaron en los mejores vehículos para esta corriente. Al alcance de cualquiera se ofrecen aceites de la unción o fórmulas para quebrar maldiciones y hechizos. Las librerías también hicieron lo suyo al ofrecer los siete pasos para lograr esto o aquello. El espíritu consumista se transformó en el mejor cómplice y de esta manera encontramos la compra de indulgencias.

No siempre se ofrecen bendiciones por medio del dinero. Otras veces, los bienes económicos son reemplazados por distintos tipos de sacrificios de los creyentes. Favores que se solicitan, exigencias ministeriales o demandas de mayor tiempo pertenecen al grupo de pagos con los que se obtienen bendiciones especiales.

Todo lo que desde la niñez hicimos queda alojado en la mente, de manera consciente o inconsciente. A veces sólo nos queda el recuerdo de haber hecho algo malo, sin saber precisamente qué fue lo que hicimos. Tal memoria pesa sobre nuestras consciencias y nos conduce a descalificarnos de todo buen mérito o temer algún castigo. Nadie se exime de arrastrar consigo tales sentimientos. En otras palabras, los sentimientos de culpa son inherentes a cada ser humano. Para cualquier orador hábil, no es difícil remover la conciencia de las gentes y accionar esos botones de la culpa. Pero luego llega la maravillosa solución, el milagroso quitamanchas que se obtiene con un mínimo esfuerzo beneficiando al que lo provee.

Muy a menudo se escucha de pastores autoritarios que tienen a las personas atemorizadas y se aprovechan de su liderazgo espiritual para presionarlas a rendir algún tipo de servicio en la iglesia. Frente a una personalidad fuerte e intimidante, los creyentes zozobran en una tempestad que los lleva una y otra vez de la presión al alivio y del alivio a la presión. Entonces, por temor a la represalia o a la pérdida del favor de la autoridad, los hermanos callan hasta quebrantar su salud anímica. Se transforman en esclavos cautivos que no tienen el valor de enfrentar al despotismo y ni siquiera de huir.

Todo lo que el creyente puede dar o hacer a favor del Cuerpo de Cristo y sus ministros pertenece al área de lo voluntario y espontáneo. Cuando Pablo dice que: Dios ama al dador alegre (2Co 9.7), se refiere a que Dios valora la actitud con la que se da. No ama simplemente al dador (ni odia al que no da), sino que la alegría de corazón determina el valor de la dádiva. Cualquiera que da para aplacar el castigo o ganar un favor especial, no pertenece a la categoría de los generosos de corazón.

Deuteronomio 10.17 declara que Dios no recibe cohecho. El cohecho o soborno es el pago que se recibe para cambiar una norma. Toda forma de sacrificio para cambiar el ánimo de Dios lleva el nombre de cohecho. Todo pedido o exigencia de un pago para lograr un beneficio de una manera ilegal se llama extorsión. Dios no está de acuerdo con nada de ello.

Para concluir, hay un solo pago que cambió el favor de Dios hacia nosotros. No fue cohecho ni extorsión, sino que Dios lo pagó de sí mismo. Por lo tanto es un pago de buena voluntad o gracia. Este pago lo hizo Jesucristo en la cruz y ya no hace falta más nada para tener el favor del Señor. El concepto que transformó a la mente de Martín Lutero guió a la redacción de las 95 tesis. El justo por su fe vivirá Ro. 1.17.

Si alguna vez nos sentimos tentados a sacar provecho personal, valiéndonos del miedo, la culpa o la ambición de los creyentes, no accedamos al deseo. Porque, en el caso de hacerlo, nos volveremos tristemente célebres en el Reino de los Cielos al igual que Tetzel.

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La Religión Mundial Venidera

La Religión Mundial Venidera
19 MAYO 2010
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by Armando Valdez

A medida que la iglesia espera la vuelta gloriosa de nuestro Señor Jesús Cristo somos testigos de la formación de un sistema religioso mundial que un día el adorara a la Bestia (Apocalipsis 13:12). Jesús advirtió que un engaño dinámico generalizado sería una de las señales de su venida a la tierra. Su palabra revela que habrá muchos falsos maestros que prepararán una novia desprevenida para el anti-Cristo. Este sistema religioso falso dará su lealtad y adoración a uno que blasfemara contra Dios.

Actualmente existe un diálogo entre los líderes religiosos del mundo que están buscando puntos en común de la verdad como una base para la unidad. Tan diversas como algunas religiones parecen, hay algunos lazos comunes de unidad. Una de ellas es la enseñanza de que la salvación se consigue por lo que los hombres deben hacer para Dios, en vez de lo que Dios ya ha hecho por el hombre a través de Su Hijo. Todas las religiones, con excepción del cristianismo bíblico, de manera arrogante niegan que la salvación es por gracia, el favor inmerecido de Dios.

Varias organizaciones han estado trabajando diligentemente para unir a los pueblos del mundo pero ninguna de manera tan agresiva como la Iglesia Católica Romana. El Concilio Vaticano II lo dejó claro al afirmar que: Los esfuerzos de la Iglesia Católica

“para reunir a todas las personas y todas las cosas en Cristo, a fin de ser para todos un sacramento inseparable de unidad… expresada en la celebración común de la Eucaristía.”

El Vaticano ha sido la construcción de puentes estratégicos para todas las confesiones cristianas y religiones no cristianas con el fin de llevar a todas las personas bajo el papado. En un discurso de 1998 a los líderes del Islam, el Papa Juan Pablo declaró:

“El diálogo entre nuestras dos religiones (el islam y el catolicismo) es más necesario que nunca. Persiste un lazo espiritual que nos une y que debemos esforzarnos por reconocer y desarrollar.”

Más tarde, en enero de 2002 muchos de los líderes religiosos más influyentes del mundo respondieron a la invitación del Papa a reunirse en Asís, Italia, para discutir la unidad y la paz. El Papa, a quien los católicos creen que es el jefe supremo de toda la Iglesia cristiana, hizo a todos los líderes de las religiones no cristianas sentirse cómodos mediante la eliminación de todas las imágenes, crucifijos y los iconos de Jesucristo.

Estrategia para la Unidad de los Cristianos
El Vaticano tiene una estrategia bien definida y agresiva para unir a todo el cristianismo bajo el papado. Algunos de los elementos de este plan maestro se detallan a continuación:

I. Promover la opinión de que los católicos, ortodoxos y protestantes son todos hermanos en Cristo y por lo tanto deben ser reunificados. Por eso el Vaticano está instando a todos los hermanos “separados” para volver a casa a la Santa Madre, la Iglesia, para disfrutar de la “plenitud de la salvación.” Roma cree que la salvación de los protestantes no puede ser completa a menos que y hasta que reciban el transubstanciado Cristo en la Eucaristía.

II. Otra parte importante de su estrategia consiste en redefinir los términos evangélicos en palabras vagas y ambiguas para que sean aceptables tanto para católicos y protestantes. Esta estrategia se ha utilizado con eficacia en sus acuerdos recientes a la unidad con evangélicos y luteranos. También han sido eficaces en la identificación y seducir a muy visibles e influyentes evangélicos para promover el catolicismo como una expresión válida de la cristiandad.

III. La estrategia del Vaticano también incluye la explotación del post-modernismo y el movimiento de la iglesia emergente, que ha ganado gran popularidad. Estos movimientos han causado confusión, ignorancia bíblica y una falta de discernimiento dentro de las iglesias protestantes. A su vez, estos se han producido un suelo fértil para las semillas de la decepción y el compromiso de crecer. Muchos de los que no están seguros del verdadero Evangelio son fácilmente engañados y dispuestos a abrazar el falso evangelio del catolicismo.

IV. Roma esta también fomentando la tolerancia de todas las religiones porque la tolerancia unifica y trae paz, mientras que la verdad doctrinal divide. Cada vez que se suprime la verdad doctrinal no puede haber distinción entre creyentes y no creyentes. Un ejemplo de la lucha del Vaticano para la tolerancia es visto en una declaración del acuerdo de 1997: El Regalo de la Salvación. Dice así:

“Todos los que verdaderamente creen en Jesucristo son hermanos y hermanas en el Señor y no deben permitir que sus diferencias, aunque importantes socaven esta gran verdad.”

Algunas de las diferencias señaladas, que nunca deben dividir a los evangélicos y los católicos eran: la regeneración bautismal, la Eucaristía, la gracia sacramental, la justificación, el purgatorio, las indulgencias, el culto mariano, la ayuda de los santos en la salvación, y la posibilidad de salvación para los que no han sido evangelizados. Es evidente que cada una de estas diferencias no pueden ser toleradas porque todos se oponen al Evangelio y llevan las consecuencias eternas para aquellos que están en el lado equivocado de la verdad.

La Misma Historia y Diferente Versículo
Roma trató de reunir a católicos y protestantes en Alemania en 1541, pero Martín Lutero dio esta severa advertencia:

“Los escritores papistas pretenden que siempre han enseñado, lo que ahora enseñamos, acerca de la fe y las buenas obras, y que son acusados injustamente de lo contrario, por lo tanto el lobo se pone la piel de las ovejas hasta que gane admisión en el redil.”

Trescientos años más tarde, otro gran predicador advirtió contra la unidad con la Iglesia Católica Romana. Charles Spurgeon dijo:

“Hay una frase profunda e indeleble de la condenación escrita sobre la iglesia apóstata … la maldición se registra en el cielo … su infamia está grabada en la roca para siempre … los seguidores de Jesús, por su propio bien así como para su Señor, deben oponerse con todas sus fuerzas.”

La iglesia del siglo 21 necesita más Luteros y Spurgeons para contender ardientemente por la fe contra los errores fatales del catolicismo.

La Apostasía esta Dando Combustible a la Unidad
A pesar de las numerosas advertencias de las Escrituras a la apostasía, muchos protestantes están regresando “al hogar de Roma.

” Casi todos los casos documentados de apóstatas protestantes que salieron para unirse a la religión católica, dieron una de tres razones. Estaban convencidos, ya sea por algunos “Padres de la Iglesia” de que el catolicismo es cierto, o se vieron obligados a convertirse al Catolicismo para poder casarse con un católico, o se unieron debido a una experiencia placentera. Nunca hemos oído hablar de alguien que se convirtió al catolicismo, porque la Biblia les convenció de hacerlo.

Por desgracia, rara vez escuchamos advertencias contra la apostasía desde nuestros púlpitos. En raras ocasiones son falsos maestros quienes llevan a la gente lejos de la verdadera fe nunca expuesta. Los apóstatas, que aparecen como ministros de justicia, enfrentan muy poca oposición. Lograron engañar al discernimiento porque los pastores y líderes de la iglesia no estaban contra ellos. Muy pocos líderes cristianos están advirtiendo a la iglesia de estos lobos rapaces vestidos con piel de cordero. La iglesia del siglo XXI necesita líderes fuertes como el apóstol Pablo. Él advirtió a la iglesia primitiva, “Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno.” (Hechos 20:30-31). A lo largo de las Escrituras se nos exhorta a probar todo espíritu, todo maestro y toda doctrina, porque todos los hombres son tan fáciles de engañar.

Dos Clases de Unidad
La doctrina es lo que divide a la iglesia verdadera de la religión mundial que está surgiendo. La Biblia condena toda unidad que no está fundada en la Palabra de Dios. La falsa unidad se basa en las ambiciones del hombre y es siempre independiente de Dios (Génesis 11:1-9). Este tipo de unidad será un instrumento del Anticristo (Apocalipsis 17-18). Por otra parte, la unidad bíblica se basa en la verdad apostólica y es una obra del Espíritu Santo, y no del hombre (Ef. 4:3,13; 1 Cor. 12:13).

Uno de los mayores peligros para el cristianismo de hoy es la supresión deliberada de la verdad bíblica por el bien de la unidad. El peligro se intensifica a medida que vemos influyentes líderes cristianos saltando al carro ecuménico del Vaticano. En lugar de advertir a los creyentes de esta falsa unidad, aplauden a los que la están creando. En lugar de obedecer a las exhortaciones bíblicas para mantener la pureza del Evangelio, ellos están tolerando a los que predican otro evangelio (Gálatas 1:6-9). En lugar de odiar todo camino de mentira, están permitiendo que las mentiras del diablo sigan sin cesar (Salmo 119:104). En lugar de exponer a los falsos Cristos y a los espíritus mentirosos se unen con ellos (2 Cor. 11:4).

¿Qué Deben Hacer los Cristianos?
Los cristianos no deben tolerar a nadie que intencionalmente falsifica el carácter o los atributos del Dios todopoderoso, o Su Evangelio. Un fuerte y amoroso reproche, usando las Escrituras, es necesario para contender ardientemente por la fe (Judas 3). Permanecer en silencio muestra, ya sea una indiferencia hacia el Señor Jesús, o una mayor lealtad a otra persona o institución.

Se nos manda separarnos de aquellos que persisten en la falsa enseñanza (Rom.16: 17; Tito 3:10). Para algunos, esto puede significar buscar otra iglesia. Para otros, puede significar la retención de apoyo de los ministerios que siguen poniendo en peligro el Evangelio. Los apóstoles nos advirtieron que si no nos separamos de los falsos maestros bien podríamos ser descalificados para el servicio, identificarnos con ellos y su error, o el riesgo de ser partícipes de su destino (2 Tim. 2:20; 2 Juan 10-11; Judas 11-13) !Que Dios nos ayude a mantenernos firmes y a no dejarnos llevar por cualquier viento de doctrina!

Traducido por: Armando Valdez

Mike Gendron

Proclaiming The Gospel

http://www.pro-gospel.org

visto en

http://evangelio.wordpress.com/2010/05/19/la-religin-mundial-venidera/

MARTÍN LUTERO

MARTÍN LUTERO

Su vida y su Obra

El Justo por su fe vivirá –Rom. 1:17

NACIMIENTO, INFANCIA Y JUVENTUD DE LUTERO

El 10 de Noviembre de 1483, a las once de la noche, en Eisleben dio a luz Margarita Ziegler, esposa de Juan Lutero, minero de Moehra, un niño que fue bautizado al día siguiente en la iglesia de San Pedro del mismo pueblo, y recibió el nombre de Martín. Nació el pequeño Martín en circunstancias especiales porque habían ido sus padres a Eisleben poco tiempo antes de que viniera al mundo tal hijo. La humilde casa en que nació, se ve aún hoy en Eisleben. Sobre la puerta hay un busto del Reformador, alrededor del cual se lee la inscrpción siguiente:

La palabra de Dios es la enseñanza de Lutero: por eso no perecerá jamás

Hoy se emplea dicha casa como escuela para los niños pobres de Eisleben; en ninguna parte mejor podía y debía establecerse un centro de enseñanza, que allí donde nació el que más tarde, con su reforma, había de dar tanto impulso a la ciencia, y especialmente a la pedagogía.

Cuando en este edificio tan sencillo, y en la hora silenciosa de la media noche, la pobre madre dió a luz aquella criatura, ¿quién hubiera pensado entonces que este niño, hijo de padres tan pobres, habría de libertar un día a más de la mitad del mundo, de las tinieblas en que estaba sumergido, y con el poder de la Palabra de Dios haría vacilar el trono de los papas? Pero éste es el camino ordinario de la Providencia: los principios y los instrumentos son muy humildes, pero el fin es glorioso. Dios, para hacer grandes cosas, se sirve generalmente de hombres humildes y de poca nombradía. El reformador de Suiza, Zuinglio, nació en la choza de un pastor de los Alpes; Melanchton, el teólogo de la Reforma, en la tienda de un armero, y Lutero en la choza de un minero pobre.

Su padre, que era natural de Moehra, pequeño pueblo de Turingia, trasladó, medio año después del nacimiento de Martín, su domicilio a Mansfeld, tres horas distante de Eisleben. Allí, en un hermoso valle donde serpentea el río Wipper, se deslizó también suavemente la infancia de Lutero; allí recibió la primera instrucción. Al principio, sus padres se encontraron en tal estado de pobreza que la madre recogía leña y la llevaba a las espaldas para venderla y poder ayudar al sostén de sus hijos. El pequeño Martín la acompañaba muchas veces, y ayudaba en esta humilde faena. Pero poco a poco mejoraron las circunstancias. Dios bendijo el trabajo del padre de manera que más tarde llegó a tomar en arriendo dos hornos de fundición en Mansfeld; y ya en 1491 le eligieron sus conciudadanos concejal del Ayuntamiento.

Hallándose Juan Lutero en esta posición más desahogada, tuvo ocasión de cultivar la amistad de los que entonces eran tenidos por sabios, los eclesiásticos y maestros, a quienes con frecuencia convidaba a su mesa, y con quienes conver saba sobre las cosas del saber humano. Tal vez estas conversaciones, oídas por Martín desde sus más tiernos años, excitaron en su corazón la ambición gloriosa de llegar algún día a ser un hombre docto.

Como personas piadosas, educaron los padres a Martín desde la niñez en el santo temor de Dios; usaban con él, al estilo de aquellos tiempos, de bastante severidad, en términos que le tenían muy amedrentado. El mismo dice: Mi padre me castigó un día de un modo tan violento, que huí de él, y no quise volver hasta que me trató con más benignidad. Y mi madre me pegó una vez por causa tan leve como una nuez, hasta hacer correr la sangre.

A pesar de esta severidad de sus padres, Lutero los tuvo siempre en la mayor estima porque sabía que habían procurado sólo su bien. Melachton dice de la madre de Lutero que era una, mujer a la cual todas las otras podían y debían tomar como ejemplo y dechado de virtud. Martín dedicó más tarde a su padre un libro sobre la ‘disciplina de los conventos’, y quiso perpetuar la memoria de sus padres poniendo sus nombres en el formulario de matrimonio bajo la fórmula: «Juan, ¿quieres tomar a Margarita por tu esposa legítima?», dando así un testimonio público de su amor filial. El padre murió el 29 de Mayo de 1530, y Lutero se entristeció mucho de su muerte. Estaba a la sazón ausente de Wittemberg en el Castillo de Coburgo, donde permaneció mientras se celebraba la dieta de Augsburgo; y su esposa Catalina le envió entonces, para consolarle, el retrato de su pequeña hijita, Magdalena, la cual murió pocos años después. Margarita no pudo sobrevivir mucho tiempo a la pérdida de su esposo. Un año después pasó ella también a la patria mejor. Su gran hijo estaba a la hora de su muerte también lejos de ella; trabajos importantes le impedían hacer un viaje largo para acudir al lado de su querida madre; pero no por eso olvidó sus deberes de hijo. Cuando tuvo noticia de la enfermedad de su madre y comprendió que seria la última, quiso consolarla por una carta, ya que no le era posible hacerlo de palabra.

Hemos querido insertar íntegra esta carta, que se ha conservado providencialmente entre sus obras, porque en ella se revelan los sentimientos de aquel hombre a quien sus adversarios pintan con los rasgos y colores de un monstruo.

Mi querida madre:

He recibido la carta de mi hermano Jacobo sobre vuestra enfermedad, y en verdad siento mucho no poder estar con vos personalmente, como son mis deseos. Dios, Padre de todo consuelo, os dé por su santa palabra y su Espíritu una fe firme, gozosa y agradecida, para que podáis vencer esta necesidad, como todas, con bendición, y gustar y experimentar que es mucha verdad lo que él mismo dice: “Confiad, porque yo he vencido al mundo.” Yo recomiendo vuestro cuerpo y alma a su misericordia. Amén. Piden por vos todos vuestros nietos y mi Catalina. Unos lloran, otros cuando están comiendo dicen: la abuela está muy enferma. La gracia de Dios sea con vos y con nosotros. Amén. El sábado después de la Ascensión, 1531. Vuestro querido hijo,

Doctor Martín Lutero.

Confiando firmemente en esta misericordia divina a cuyas manos el hijo lejano la había encomendado, partió de este mundo. El mismo pastor de Eisleben, que había oído de los desfallecidos labios de los padres de Lutero la confesión de su fe; que había dado la última bendición, tanto a Margarita como a su esposo difunto, escuchó también, quince años después como el Reformador moribundo “el querido hombre de Dios” invocaba por última vez el nombre del Señor.

Pero volvamos a la niñez de Lutero.

Cuando llegó a la edad en que debía empezar su instrucción, sus padres invocaron sobre él la bendición de Dios y le enviaron a la escuela. Tampoco allí encontró una disciplina suave ni atractiva. En más de una ocasión su maestro le castigó varias veces en un día, y cuando Lutero lo refiere añade: “Bueno es castigar a los niños, pero es lo principal amarlos”. Sin embargo, sus adelantos en la escuela eran grandes, y pronto aprendió los diez mandamientos, el credo, el padrenuestro, himnos, salmos, oraciones y lo demás que en aquellos tiempos se enseñaba en las escuelas.

El padre de Lutero quería hacer de él un hombre docto, de lo cual el talento singular y la aplicación extraordinaria del muchacho le permitían abrigar esperanzas muy fundadas. Así que cuando Martín cumplió once años su padre le envió a Magdeburgo, donde existía un famoso colegio. Allí empezó el Señor a preparar el espíritu de I.utero para la obra grande a que le tenía destinado. Joven, alegre y vivo, era al mismo tiempo dado a la piedad y a las prácticas religiosas, y frecuentaba con mucho interés, el año irgue permaneció en Magdeburgo, los sermones enérgicos que allí predicaba Andrés Proles, provincial de los agustinos, sobre la necesidad de reformar la religión y la Iglesia. Estos discursos fueron quizá los que sembraron en el ánimo de Lutero las primeras semillas de la idea de la Reforma. Después de haber estudiado allí un año, se trasladó, con el consentimiento de sus padres, a Eisenach, esperando que los parientes de su madre que allí moraban le ayudarían a su sostenimiento.

Los parientes en nada se cuidaron del adolescente; y como su padre era entonces todavía muy pobre, el joven Martín se vio obligado, según las costumbres de aquellos tiempos, a ganar su pan, en unión de otros pobres escolares cantando de puerta en puerta. Y más de una vez los pobres muchachos recibían, en lugar de dinero o pan, malas palabras y reproches. Pero una mujer piadosa y bastante rica, la esposa del ciudadano de Eiscnach, Conrado Cotta, había fijado su atención, ya hacia tiempo en Martín, y le recibió en su casa generosamente, prendada de la piedad que el joven mostraba en sus cantos y oraciones. Las crónicas de Eisenach la llaman la piadosa Sunamita, en recuerdo de la que en antiguos tiempos recogió en su casa al profeta Eliseo. Así pudo Martín dedicarse de lleno al estudio, sin que le distrajeran los cuidados de la vida, y lo hizo con tanta aplicación y celo, que realizó grandes progresos en todas las ciencias. Como la señora de Cotta amaba mucho la música, Martín aprendió a tocar la flauta y el laúd, y la acompañaba cantando con su bella voz de contralto.

Andando los tiempos, cuando un hijo de Conrado Cotta fué a estudiar a la Universidad de Wittemberg, siendo ya Lutero un doctor renombrado, éste le sentó a su mesa, acordándose y agradeciendo de esta manera lo que los padres del estudiante habían hecho con él en su juventud. Recordando muchas veces la caridad de aquella mujer, decía: “Nada hay más dulce en la tierra que el corazón de una mujer en que habita la piedad”. Y hablando sobre los jóvenes, que más tarde, en Alemania, buscaban su sostén de aquella manera, decía: “No despreciéis a los muchachos que piden cantando por las puertas panem propter Deum (pan por amor de Dios); yo también he hecho lo mismo: es verdad que más tarde me ha sostenido mi padre con mucho amor en la Universidad de Erfurt, manteniéndome con el sudor de su rostro; pero como quiera, yo he sido mendigo, y ahora, por medio de mi pluma, he llegado a tal situación, que no quisiera cambiar de fortuna con el mismo gran turco. Hay más: aun cuando amontonasen todos los bienes, no los tomaría a cambio de lo que tengo; pero no hubiera llegado al punto en que me hallo, si no hubiera ido a la escuela y hubiera aprendido a escribir.

En el año 1501, los padres de Martín le enviaron a la Universidad de Erfurt y costearon su carrera con el producto de su trabajo en Mansfeld. Aquí también se aplicó mucho a sus estudios; sus maestros le tenían en mucha estima, y pronto sobrepujó a la mayor parte de sus discípulos. Contaba entonces dieciocho años, y no solamente pensaba en el desarrollo de sus facultades, sino que tenía también muy presente a Aquel de quien viene la fuerza y la bendición para toda obra. Aunque era un joven alegre y jovial, siempre empezaba por las mañanas su trabajo con oraciones fervientes y asistiendo a la iglesia. Toda su vida llevó este refrán como lema: «Haber orado bien, adelanta en más de la mitad el trabajo de estudiar.»

Pero Dios tenía reservada una misión especial para aquel joven diligente y piadoso, y pronto empezó a prepararle para ella. El debía abrir al mundo el libro de los libros, la Sagrada Escritura, y el Señor le ayudó para que la conociera pronto. Debe tenerse en cuenta que en aquel tiempo la Biblia era un libro desconocido para el vulgo. Millones y millones de cristianos morían sin haber visto un ejemplar. Las causas eran varias. Apenas se había inventado la imprenta, y en su consecuencia, casi todos los libros eran todavía manuscritos, y el precio de ellos exorbitante. Una Biblia en aquella época costaba una suma casi equivalente a mil pesetas. Otra de las causas era que había muy pocas Biblias escritas en lengua vulgar; la mayor parte lo eran en hebreo, griego y latín. Y aun cuando algunas veces este libro se encontrase escrito en el idioma del país, los fieles, sin embargo, no podían leerlo, porque la Iglesia lo tenía prohibido. No querían los papas que el pobre pueblo, leyendo la Biblia se apercibiese de las enseñanzas erróneas con que se había desfigurado y obscurecido el Evangelio puro y sencillo de Cristo.

Así se comprenderá la alegría que inundó el corazón del joven estudiante, cuando un día revolviendo libros en la biblioteca de la Universidad de Erfurt, se encontró con una Biblia latina. Hasta entonces había creído que los Evangelios y las Epístolas que se leían todos los domingos y días festivos en la iglesia, constituían por sí solos toda la Sagrada Escritura. Ahora abre la Biblia y, ¡oh maravilla!, encuentra tantas páginas, tantos capítulos y libros enteros, de cuya existencia no tenía la más remota idea. Su espíritu se estremeció de placer; estrechó el libro contra su corazón, y con sentimientos que no se pueden imaginar, presa de una excitación indescriptible, lo leyó página por página.

Una de las primeras cosas que llamaron su atención fue la historia de Ana y del joven Samuel (1º Samuel). Su alma se inundó de placer cuando leyó que aquel niño fue dedicado al Señor por toda su vida; cuando saboreó todas las bellezas del cántico de Ana y vio cómo el joven Samuel creció y se educó en el templo ante los ojos de Dios. Toda esta historia inunda su alma de sentimientos hasta entonces desconocidos, cual un descubrimiento nuevo. Su deseo y oración continua era ésta: ¡Ojalá que Dios me deparase un día un libro tan precioso! Desde entonces frecuentó mucho más la biblioteca, para recrear su corazón con el tesoro que allí había encontrado.

¡Altos e inescrutables planes del Señor! Aquel libro, así escondido entre los demás de la biblioteca, fue el que más tarde, vertido por Lutero al alemán, había de formar la lectura cotidiana de todas clases de la sociedad alemana, y esparcir en aquel país y en todo el mundo la luz divina, encendida por Dios mediante los Sagrados escritores, y sacrílegamente ocultada por los llamados vicarios de Jesucristo y sucesores del apóstol Pedro.

Poco después contrajo una enfermedad grave y peligrosa, consecuencia de su asiduo trabajo. Ya había hecho testamento y encomendado su alma al Señor, cuando le visitó un viejo sacerdote, que le consoló con las siguientes palabras: Mi querido bachiller, cobra ánimo, porque no morirás de esta enfermedad. Nuestro Dios hará de ti todavía un hombre grande, que dará consuelo a muchísimas almas. Porque Dios pone de vez en cuando su santa cruz sobre los hombros de los que él ama y quiere preparar para su salvación; y si la llevan con paciencia, aprenderán mucho en esta escuela de la cruz, En efecto, Lutero recobró la salud; siguió sus estudios y se graduó en 1505 de doctor en filosofía. Según la voluntad de su padre, debía estudiar también la jurisprudencia.

Pero Dios lo había dispuesto de otro modo. La Biblia, el peligro en que la enfermedad le había puesto, y las palabras del viejo sacerdote habían hecho profunda mella en su corazón, y siempre tenía en la mente aquella antigua pregunta: “¿Qué es lo que debo hacer para ser salvo?” En aquellos tiempos la contestación a tal pregunta, era por lo general, la siguiente: E1 convento con sus oraciones, ayunos, vigilias y otras obras meritorias es el camino más seguro para el cielo. Así, Lutero abrigó por mucho tiempo el deseo de entrar en un convento, para satisfacer de esta manera la voz de su conciencia despierta.

Un día, volviendo de la casa paterna en ‘Mansfeld’ y en el camino, cerca del pueblo de Stotternheim, le sorprendió una tempestad, y un rayo cayó cerca de él, causándole tal impresión que fue aquel uno de los momentos más críticos y decisivos de su vida. Se volvió a Erfurt, agitada su imaginación con pensamientos y dudas acerca de la salvación de su alma.

Sólo un convento podía proporcionarle, según creía, la paz que anhelaba tanto. Su resolución era inquebrantable. Sin embargo, le costaba mucho romper los vínculos que le eran tan caros. A nadie había comunicado su propósito. Una noche convidó a sus amigos de la Universidad a una alegre y frugal cena, en la cual también la música contribuía al solaz de la reunión; era la despedida que Lutero hacia al mundo. Desde hoy en adelante ocuparían los frailes el lugar de aquellos amables compañeros de placer y trabajo; el silencio del claustro substituiría a aquellos entretenimientos alegres y espirituales; los graves tonos de la tranquila Iglesia reemplazarían a aquellos cantos festivos. Dios lo exige, y es preciso sacrificarlo todo por El.

Al fin de la reunión, Lutero, no pudiendo contener los pensamientos graves que ocupaban su alma, descubrió a los amigos atónitos su firme propósito. Estos procuraron disuadirle, pero inútilmente. En la misma noche, tal vez temiendo que otros intentasen detenerle, si supieran su propósito, sale de su cuarto, deja en él toda su ropa, todos sus libros queridos, y se guarda sólo a Virgilio y Plauto, porque no tenía todavía la Biblia; y sin consultar con su padre, en la noche del 17 de Julio de 1505, llama a la puerta del convento de los agustinos en Erfurt. (Su padre no le hubiera permitido ciertamente tal paso; y cuando fue sabedor, estuvo por algún tiempo muy disgustado con su hijo.) La puerta se abre y se cierra tras él, separándole de sus padres, de sus amigos, de todo el mundo; y la tétrica comunidad de los monjes le saluda como hermano. Lutero tenía entonces veintiún años y nueve meses.

Rubianus, uno de los amigos de Lutero en la Universidad de Erfurt, le escribía algún tiempo después “La Providencia divina pensaba en lo que debías ser algún día, cuando a tu regreso de ña casa paterna, el fuego del cielo te derribó, como a otro Pablo cerca de la ciudad de Erfurt, te separó de nuestra sociedad y te condujo a la secta de Agustín”.

Lutero debía conocer por propia experiencia lo que había de reformar más tarde; debía aprender además que las buenas obras no pueden dar al hombre la paz de su alma, sino que  el hombre es justificado por la fe en el Señor Jesucristo sin las obras de la ley. (Rom. 3,28)

http://www.seminarioabierto.com/iglesia19.htm

martin lutero y el comienzo de la reforma

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Benedicto XVI acepta la `justificación por la fe´ de Martín Lutero

Benedicto XVI acepta la `justificación por la fe´ de Martín Lutero

 

ROMA, 23/11/2008 (Efe/ACPress.net)

En la catequesis del pasado miércoles, Benedicto XVI trató la doctrina de la justificación. El Papa analizó de manera positiva la teología de Martín Lutero de la “Sola fe” (justificación por la fe), lo que ha suscitado comentarios favorables por parte de las iglesias luteranas. Así, el decano de la Iglesia Evangélica Luterana en Italia, Holger Milkau, ha expresado: `siempre es un gusto escuchar al Papa hablar de Lutero, sobre todo si afronta argumentos que se comparten´.

`Cristo nos hace justos´, dijo el Papa. `Ser justo quiere simplemente decir estar con Cristo y en Cristo. Esto basta. No hacen falta otras observancias´. Milkau aprueba este enunciado del pontífice, aplaudiendo también la interpretación que hizo de uno de los puntos centrales de la doctrina de Martí Lutero (1483-1546): la doctrina de la `justificación por la fe´.

Lutero, interpretando la carta a los Romanos, se convenció de que el cristiano se salvaría `sólo por la fe´ y no por las `obras´ que realiza. Benedicto XVI explicó que `la expresión `sola fe´ de Lutero es verdadera, si no se opone a la fe y a la caridad, al amor´.

Según el decano luterano, `para los protestantes no hay problema a la hora de afirmar que el ágape es realización en la comunión con Cristo´. Ahora bien, siguiendo sus propias fuentes teológicas, Milkau propone con una visión protestante ampliar `esta reflexión también al problema de la iglesia. Las palabras del Papa podrían también significar que para estar en Cristo no hace falta pertenecer a la misma iglesia, pues el ágape es el elemento esencial de la comunión con Cristo´.

Y sigue diciendo: `la justificación por la fe y no por las obras ha sido acogida y aceptada ya como base del credo cristiano. El Papa, sin embargo, ha expresado un “si”, y no podía ser de otro modo. Este `si´ lo ve en el peligro del libertinaje que niega Pablo y, con él, también Lutero. La fe tiene que tener una consecuencia, que, según los luteranos, se expresa en el compromiso por la libertad del prójimo, compromiso a veces difícil y lleno de sufrimiento´.

`Desde nuestro punto de vista -dice Milkau-, no es por tanto suficiente definir por decreto lo que es bueno y condenar lo que no lo es. Por el contrario, hay que incentivar la capacidad de juicio para ser cada vez más autónomos y responsables, pero al mismo tiempo conscientes de ser falibles también en el amor. “Sola fide” no significa no fiarse de los propios poderes, sino esperar todo de Dios´.

LAS DECLARACIONES DEL PAPA
Benedicto XVI habló de la `Doctrina de la Justificación´, uno de los temas más controvertidos de la reforma protestante, y dijo que su compatriota Lutero no se equivocaba cuando decía que `nos salva sólo la fe´, pero matizó que siempre que esa fe `no se oponga a la caridad y al amor´.

Ante unas 20.000 personas que asistieron en la plaza de San Pedro a la audiencia pública, el Papa dedicó la catequesis a cómo el ser humano se convierte en justo a los ojos de Dios, tema central en las cartas de San Pablo y uno de los asuntos que durante más de cuatro siglos han separado a protestantes y católicos.

El Pontífice resaltó que el Apóstol Pablo -cuyos escritos inspiraron profundamente a Lutero- afirmaba en sus cartas a los cristianos de Roma que `el hombre es justificado por la fe con independencia de las obras de la ley´.

Lutero interpretó `justificados por la sola fe´, manifestó el Papa, que añadió que `la palabra ´sola fide´ (sólo la fe) de Lutero es verdadera si no se opone a la caridad, al amor´. Ser justo, aseguró el Papa, significa `sencillamente estar con Cristo, por lo que los otros preceptos ya no son necesarios´.

LA GRAN CUESTIÓN PENDIENTE
Ya el 31 de octubre de 1999, luteranos y católicos firmaron en Augusta (Alemania) una declaración sobre la Doctrina de la Justificación, considerada un importante paso en el camino ecuménico.

Sin embargo, y siendo un paso sin duda positivo este reciente acercamiento en palabras de Benedicto XVI a un aspecto básico de la teología de Lutero, queda pendiente –entre otras- una importante cuestión: ¿quién administra esta gracia de Dios que viene por la fe en Jesús?

Porque según la teología católica, esa gracia es administrada a través de “la” Iglesia (católica) desde el bautismo, pasando por los sacramentos (confesión, comunión), hasta llegar a la extrema unción y ls intercesión por los difuntos. Es decir, se admite que existe una línea telefónica que la gracia de Dios da al hombre por la fe en Jesús, pero la centralita la lleva la jerarquía católica, que es la que interpreta, dicta, decide y hace de intermediaria permanente en la relación del hombre con Dios.

El protestantismo entiende sin embargo que el cristianismo bíblico sólo admite a Jesús como intermediario “porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (2ª carta a Timoteo 2:5).

Además, a esta cuestión de la «Sola fe», habría que hablar de la «sola gracia» y «sola Escritura». Pero, de momento, en estas cuestiones Benedicto XVI no ha entrado, así que quedan en el archivo de «pendientes».

Fuente: Efe. Redacción: ACPress.net                          

Exhortación Paulina a buscar de Dios

Exhortación Paulina a buscar de Dios

Autor:Paulo Arieu

I La búsqueda de Dios

a. Debe hacerse de corazón

b. Hay que buscar las cosas de arriba

c. Hay que poner la mira en las cosas de arriba

II. Razones por la cuales el cristiano debe buscar a Dios

a.Porque ha muerto al pecado

b.Porque su vida está escondida en Dios

c.Porque cuando Cristo vuelva nosotros seremos transformados

III Conclusión

I La búsqueda de Dios

a. Buscar a Dios de corazón

Sinceramente ¡Pero de todo corazón!

Debe ser así, porque los hipócritas no entrarán al reino de los cielos

Mateo 6:5-15 «Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.»

Debe hacerse con un corazón limpio también.

Job 8:5-7 Si tú de mañana buscas a Dios, y ruegas al Todopoderoso, si eres limpio y recto, en seguida se despertará en tu favor, y restaurará tu merecido lugar.Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande.

Jeremías 29:13 «Me buscaréis y me hallaréis porque me buscaréis de todo corazón»

Salmo 42:1 «Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo»

Mateo 5:5 “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”

Santiago 4:3 «Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites».

Mateo: 7:7-11 «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?»

I Corintios 10:31 De este pasaje podemos aprender que no debemos de pedir para nuestro provecho propio pues Dios conoce nuestros corazones y EL quiere que lo que le pidamos lo hagamos para agradarle a EL y no para agradarnos a nosotros mismos

//www.palimpalem.com/1/asidiras/userfiles/moises.jpg” porque contiene errores.

Hebreos 11:6 Sin fe es imposible agradar a Dios, porque el que se acerca a Dios, necesita creer que existe, y que recompensa a quien lo busca.

b. Hay que buscar las cosas de arriba (las celestiales)

Buscad el reino de Dios y su justicia, y el resto se os dará por añadidura.

Pablo al igual que Juan, nos exhortan a buscar el reino de Dios

Debemos procurar buscar al Señor con todo nuestro ser. Es un mandamiento dado por Jesús como resumen de la Ley y una orden también.

Hebreos 11:6 El bendice y recompensa al que le busca de corazón

Números 23:19 Dios no es hombre, para que mienta, tu hijo de hombre para que se arrepienta. Cuando él dice algo, lo realiza. Cuando promete algo, lo cumple.

Porque Cristo está en los cielos, sentado a la diestra de Dios.

«Si para el Hijo de Dios, el gozo puesto delante de él era llegar al trono, y sentarse a la diestra del Padre con los muchos hijos de Dios, ¿cuál será el gozo puesto delante de la iglesia? Este gozo ha de ser tan importante que la iglesia, al igual que su Señor, esté dispuesta a sufrir la cruz y el oprobio con tal de conseguir el cumplimiento pleno de ese gozo.

Este gozo es reinar con Cristo. La salvación es una cosa, pero reinar con él es algo que se le ofrece a los salvados. No estamos corriendo la carrera para conseguir la salvación sino precisamente porque somos salvos es que estamos en la carrera. La meta no es la vida eterna, sino el reino. Puesto que la vida eterna se le otorga por gracia y por fe a los salvados en el inicio de la carrera, no puede ser que la meta sea la vida eterna.

Lucas 9:62. Jesús dijo: “Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” Para ser salvo nadie es apto; en realidad todos éramos ineptos y es que para ser salvos no se demanda ninguna aptitud; es obvio que necesitábamos salvación porque éramos del todo ineptos.

Ahora que Dios “nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz”Colosenses 1:12, tenemos por meta llegar a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo cuando venga a tomar los reinos del mundo. “… Y reinarán sobre la tierra” cantaron los 24 ancianos de Apocalipsis 5.

Ese día aún no ha llegado; mientras tanto nos humillamos sabiendo que aún no es el día de nuestra coronación; pero Colosenses.3:4 dice que “cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”

Es legítimo tener este gozo puesto delante; es de gran ayuda para mantenernos vigentes en la carrera. Que nada ni nadie nos quite esta gloria de participar con Cristo en su reino. Las promesas del Señor son un gran estímulo: “Al que venciere… le daré autoridad sobre las naciones” Apocalpsis 2:26. “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono” Apocalipsis 3:21.» Mirar a Cristo es nuestro sostén …

Hebreos 9:11-12,24-28 “Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.»

Esto no significa desatender nuestras obligaciones terrenales; todo tiene su tiempo y su momento.

Eclesiastés 9:11 “Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.”

Salmo 37:25 «Fui joven, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni a sus hijos mendigar el pan.»

Josué 1:8 «El Libro de la Ley nunca se aparte de tu boca. Antes medita en él de día y de noche, para que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Entonces prosperarás, y todo te saldrá bien.»

Dicen el poema y la canción: “Sabia virtud de aprovechar el tiempo, a tiempo amar y desatarse a tiempo, como dice el refrán, dar tiempo al tiempo” Aquí se habla del tiempo perdido, que como dice el dicho, los santos lo lloran. Poema de Renato Leduc.http://www.geocities.com/gustavo_cu/eltiempo

El diccionario define la palabra tiempo como “Magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un pasado, un presente y un futuro. Su unidad en el Sistema Internacional es el segundo.” El mismo diccionario también define el tiempo como: “Oportunidad, ocasión o coyuntura de hacer algo. A su tiempo. Ahora no es tiempo”.

¿Quien define cuándo algo es a tiempo, y cuando algo es fuera de tiempo? El tiempo lo define Dios, en la vida de los creyentes. Nosotros no podemos, por más que nos esforcemos añadir un segundo al tiempo que Dios ha designado que vivamos, por ejemplo. El tiempo pertenece a Dios.

Eclesiastés 3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

Por muy lentamente que os parezca que pasan las horas, os parecerán cortas si pensáis que nunca más han de volverá pasar. Aldous Huxley

Colosenses 2:2-3 “Hasta alcanzar las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios Padre y Dios Hijo, en quién están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento

Isaías 40:31 Pero los que esperan al Eterno tendrán nuevas fuerzas, levantarán el vuelo como águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

c. Poner la mirada en las cosas de arriba

Colosenses 3:1-3 “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. ”

Hebreos 12:2 “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”

Significa que no desesperemos por las cosas terrenales, que son pasajeras. No tener en cuenta esto, nos llenaría de ansiedad.

Mateo 6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni juntan en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

Porque a causa de la maldad, oiremos de guerra, rumores de guerra y eso provoca desilusión y desazón. Mateo 24:6 «Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.»

«Una reflexión de Samuel Vila en su «Enciclopedia de Anécdotas e Ilustraciones», bajo el título «Quién traerá la paz al mundo?»:

«Recientemente leí un sermón que fue predicado en 1889. El predicador dijo que nos estábamos civilizando mucho y que pronto llegaría el día cuando la humanidad descartaría la guerra. Desde esa fecha se han peleado las guerras más sangrientas de todos los tiempos. Los cristianos que creen en la Biblia anhelan la venida del tiempo cuando Cristo reine.

Entonces cesarán las guerras, las espadas se convertirán en rejas de arado, las lanzas serán hoces, y las naciones dejarán de adiestrarse para la guerra».»

http://www.iglesiatriunfante.com/espejo/espejo41.htm

Isaías 41:10 No temas, que yo estoy contigo. No desmayes, que Yo Soy tu Dios que te fortalezco. Siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

El atleta tiene puesta la mirada en el objetivo. II Tim.4:6-8. «He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.»

Pablo dice que la vida cristiana es una carrera que tenemos que correr bien, de acuerdo a las reglas. Dice La Biblia De Las Américas en II Timoteo 2:5 “También el que compite como atleta, no gana el premio si no compite de acuerdo con las reglas”. Nuestra meta, ¡acabarla!

a.Para acabar nuestra carrera como Pablo, es necesario correrla en santidad. Dice Hebreos 12:Automovil

1 «Por tanto, nosotros también…….despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia Dice La Biblia De Las Américas; “despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve”. El pecado va a ser un peso que nos va a impedir correr, así como el atleta de todo se abstiene, también nosotros. Dice I de Pedro 2:11 «Amados, yo os ruego…………. que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma.»

b.Para acabar nuestra carrera con éxito, es necesario correr con paciencia y resolución. Dice Hebreos 12:1; «Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.» La paciencia crece con las pruebas y perfecciona el carácter del cristiano. Esta paciencia nos ayuda a no impacientarnos en los sufrimientos y las dificultades que encontraremos en nuestra carrera. Nos dará la fuerza para perseverar y terminar nuestra carrera con gozo y así alcanzar las promesas de Dios. Dice Hebreos 10:35-36; «No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.» Dice Lucas 21:19 «Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas.»

c.Debemos de correr nuestra carrera con gozo, Pablo acabó de correr su carrera así como él quería hacerlo, con gozo. Dice Hechos 20:24; «Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.»

1) Heb. 12:2. Vamos a correrla con gozo sí nosotros tenemos los ojos puestos en Jesús;

2) 2 Tim. 4:8. Y por la corona de justicia que nos espera, que el juez justo nos dará;

Romanos 8:32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

El Apóstol Pablo nos dice en la epístola a los Colosenses, que no debemos dejarnos influenciar con las filosofías de este mundo, que atentan contra nuestra fe cristiana. Colosenses 2:8 ” Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.”

Marcos 13:5-8 Nueva Versión Internacional “Tengan cuidado de que nadie los engañe —comenzó Jesús a advertirles—.Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: «Yo soy» , y engañarán a muchos.Cuando sepan de guerras y de rumores de guerras, no se alarmen. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin.8 Se levantará nación contra nación, y reino contra reino. Habrá terremotos por todas partes; también habrá hambre. Esto será apenas el comienzo de los dolores.”

Marcos 13:24-26 Nueva Versión Internacional “Pero en aquellos días, después de esa tribulación, se oscurecerá el sol y no brillará más la luna; las estrellas caerán del cielo y los cuerpos celestes serán sacudidos Verán entonces al Hijo del hombre venir en las nubes con gran poder y gloria. Y él enviará a sus ángeles para reunir de los cuatro vientos a los elegidos, desde los confines de la tierra hasta los confines del cielo.”

Además nuestra Patria está en los cielos, todo esto es pasajero. Filipenses 3:20. “Nuestra ciudadanía está en los cielos»

«Nosotros, los cristianos, somos ciudadanos de esa ciudad, aunque hay nacionalistas que prefieren otras ciudadanías, a las que sacrifican la celestial y los derechos y libertades de los demás, y hasta las vidas de los otros.» (“Comentario por Una ciudadana no nacionalista”, Nuestra patria es la cruz de Cristo. http://blogs.periodistadigital.com/laciguena.php/)

Pablo, en la epístola a los Filipenses, dice que había personas que estaban pensando solo en lo terrenal.

Pablo sufría por estas personas (lloraba) y las consideraba enemigas de la cruz de Cristo.

El fin de estas personas será la perdición

Porque:

a. Su dios era el vientre y no Cristo

b. Su gloria era su vergüenza

c. Solo pensaban en lo terrenal

Ambicionaban desmedidamente las cosas de acá, eran muy terrenales, materialistas diríamos hoy. Pero esto es algo sin sentido.

Jesús nos exhortó a hacernos tesoros en los cielos (Mateo 19-21) “Haceos tesoros en los cielos “

Por que en los cielos, y no en la tierra…

1. En la tierra:

a. La polilla y el orín corrompen (las cosas materiales son perecederas)
b. Los ladrones minan y hurtan (las cosas materiales están propensas al robo)

2. En los cielos:

a. Ni la polilla ni el orín corrompen (nuestra herencia es incorruptible – 1 Ped 1:3-4)
b. Los ladrones no hurtan ni roban (nuestro tesoro está seguramente guardado – 1 Ped 3:4-5)

“Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro “corazón” (Los afectos, la esperanza, los sueños)…

1. Sí su tesoro está en la tierra, su corazón experimentará mucho desengaño

a. Tan pronto como las cosas por las que tiene afecto caigan o sean destruidas por el fuego

b. Tan pronto en lo que usted encuentra su principal alegría se vayan repentinamente por cosas tales como el robo

2. Pero si su tesoro está en los cielos, su corazón no sufrirá una gran decepción

a.Porque su tesoro es “incorruptible, incontaminado e inmarcesible”

b.Nadie puede llevar su tesoro lejos de usted, porque está
1) “reservado para usted en los cielos”
2) “guardado por el poder de Dios mediante la fe”

3. Con los tesoros guardados en los cielos, ¡cualquier cosa que pase en la tierra no lo devastará!

I Pedro 1:18-20 “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros”

Gálatas 3:26-29 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.

II. Pablo nos da razones por las que debemos buscar a Dios

Todos necesitamos una razón por la cual hacer las cosas; un motivo por el que actuar, sino aún la vida misma pierde sentido.

El Apóstol Pablo nos da las razones por las cuales actuar de esta manera, o sea las razones por las cual un creyente verdadero y comprometido con la fe debería buscar a Dios (en este caso los filipenses, pero se aplica a todos los cristianos

a. Porque habéis muerto al pecado.

Somos cristianos nacidos de nuevo. Por el rito del bautismo cristiano hemos muerto al pecado (Ro. 6:4; Col. 2:12-12)

Romanos 8:1-3 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;

b. Porque nuestra vida está escondida en Dios

Colosenses 3:3. «Vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”

En la epístola a los Colosenses la asociación de los santos con Cristo es plenamente traída a luz en los capítulos 2 y 3. Él es mi vida, y yo estoy identificado con él. De esta manera, así como Cristo mi Salvador es muerto al mundo, así también con él yo he muerto al mundo. De ahí que no sólo está mi tesoro allí, sino que la misma religión del mundo es juzgada, por cuanto Cristo fue echado fuera por la religión del mundo.

Colosenses 3:4. Y cuando él, nuestra vida, se manifieste, entonces nosotros también seremos manifestados con él en gloria

El es la vida. El dijo, en Juan 14:6 «Yo soy el camino, la verdad y la vida»

I Juan 5:20 También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la vida eterna.

«»Vida ” en el Evangelio de Juan es característicamente «vida eterna ” (3:15). Esto es el regalo de Dios por Su Hijo.

León Morris reconcilia este énfasis sobre «Vida ” en Juan:

» yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.» (10:10). Él murió para que los hombres pudieran tener la vida eterna (3:16). Él dio Su carne por la vida del mundo (6:51). Sólo los que comen Su carne y beben Su sangre tienen la vida (5:40). Cuando Él da la vida a los hombres no fallecen (10:28). Él dijo que Él tenía el poder entregar Su vida y tomarlo otra vez (10:18), y Él hizo solamente esto. Como Señor de vida Él levantó a Lázaro de los muertos (ch. 11). Dos veces Él dijo que Él era la vida (11:25; 14:6), un pensamiento al cual somos muy cercanos en el Prólogo. La fuente básica de toda la vida es el Padre quien tiene la vida » en Él ” (5:26) (NIC, el Evangelio de Juan, p. 83).

F. F. Bruce nota cuando Jesús dijo, «Yo soy el camino, la verdad y la vida, ” «Jesús no sólo es el camino a Dios; Él es la verdad de Dios, como podría Él ser de otra manera, ya que Él es la encarnación y la revelación de sí mismo? «y Él es la vida de Dios, » de Dios verdadero y la vida eterna ’ (1 Juan 5:20), manifestado sobre la tierra para dar Su carne «por la vida del mundo ’ (Juan 6:51).

Jesús no solo nos muestra el camino al Padre; Él es el camino al Padre, el único camino. El acceso a la casa del Padre en el cielo sólo será por Jesús y ninguna otra persona. Él es el único que puede conducirnos al lugar que Él ha preparado para nosotros. El camino y la verdad, y la vida vienen a enfocarse en una frase, «Creed en Mí. ” Jesús es el medio.» Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida

El amor de Dios hacia nosotros lo demostró el Padre al enviar a su Único Hijo a morir por nosotros. El apóstol Juan nos recuerda I Juan 4:9.En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.”

El amor del Padre se muestra en que el entregó todo lo que tenía, para que nosotros pudiéramos ser salvos. Ahora, lo más importante, es que por ese amor que el tuvo hacia nosotros es que podemos ser llamados “Hijos de Dios”.

I Juan 3:1 “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.”

Si el Padre no nos hubiese amado jamás hubiésemos podido ser considerados hijos de Dios.

Es entendiendo que el nos mostró su perfecto amor negándose a sí mismo, es que nosotros amamos a Dios.

I Juan 4:10.“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.”

Ni siquiera nosotros amamos a Dios por iniciativa propia, sino más bien, porque el nos amó primero. Recordemos que el amor implicaba muerte. Es decir, lo amamos porque el se entregó por nosotros. I Juan 4:19 “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”

Gálatas 4:7 Porque somos hijos de Dios “Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.”

Por que fuimos creados ha su imagen Génesis 1: 27, o sea, a la de Dios. El es la fuente por la cual debemos tomar diariamente.

Sal 118:8-9 Porque bueno es confiar en Dios “Mejor es confiar en Jehová Que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Jehová Que confiar en príncipes.”

«Se cuenta que Martín Lutero, el gran reformador, se encontraba bajo una profunda y prolongada convicción de pecado antes de tener paz y que un anciano monje fue el instrumento para traer paz a su atribulada conciencia. Sucedió de esta manera: Se encontraba bajo convicciones de pecado aplastantes, y tenía tales conflictos espirituales que su salud se vio quebrantada. Lo pusieron en cama, y estuvo muy cerca de la muerte. Estando en esta condición, se sentía terriblemente trastornado por un vívido temor de la santidad de Dios y su propia iniquidad. El anciano entró en su celda y recitó este artículo del credo: “Creo en el perdón de los pecados” (Hech. 26:18). “Estas sencillas palabras que el piadoso hermano pronunció con sinceridad en este momento decisivo, brindó gran consuelo al corazón de Lutero.”

–Yo creo, –se repetía a sí mismo en su cama de enfermo–, yo creo en el perdón de los pecados.

–¡Ah! –dijo el monje–, no sólo debes creer en el perdón de los pecados de David o de Pedro, porque aun los demonios creen: El mandato de Dios es que creamos en el perdón de nuestros propios pecados.

Desde este momento se encendió una luz en su alma, y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardó su corazón y su entendimiento en Cristo Jesús.» http://www.scionofzion.com/con_sus_ojos_puestos_en_jesus.htm

El es la vid y nosotros los pámpanos (las ramitas de la vid).Juan 1:1-21 “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, le quitará: y todo aquel que lleva fruto, le limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado. Estad en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no estuviere en la vid; así ni vosotros, si no estuviereis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos: el que está en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto: porque sin mí nada podéis hacer. El que en mí no estuviere, será echado fuera como mal pámpano, y se secará: y los cogen, y los echan en el fuego, y arden. Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvieren en vosotros, pedid todo lo que quisiereis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos. Como el Padre me amó, también yo os he amado: estad en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, estaréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que ponga alguno su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hiciereis las cosas que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he hecho notorias. No me elegisteis vosotros a mí mas yo os elegí a vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé. Esto os mando: Que os améis los unos a los otros. Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me aborreció antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, por eso os aborrece el mundo. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros perseguirán: si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.”

Porque Con Cristo estamos completos. Colosenses 2:10 y vosotros estáis completos en él”

«Los hermanos colosenses estaban siendo movidos de aquella fe en Jesucristo con la que habían sido ganados, porque la cizaña estaba creciendo juntamente con el trigo. El error estaba caminando juntamente con la verdad. Había unas filosofías y huecas sutilezas que tenía toda la intención de confundir y de detener el avance del evangelio. El imperativo mirad tiene la idea de una vigilancia más que la que normalmente se usa. Una seria amenaza de un gran error doctrinal estaba asomando y los hermanos podían ser llevados como si fueran una presa para devorarlos; ese es el sentido de la advertencia de este versículo. Tal error venía según las tradiciones de los hombres y conforme a los rudimentos del mundo. El engaño ha mantenido esta doble cara. Los enemigos de la cruz de Cristo siempre buscarán alejar al nuevo creyente de la fe en él. Ponen una confrontación entre las enseñanzas de los hombres versus las enseñanzas de Dios. Si un creyente no entiende que está completo en Cristo, puede ser vulnerable a las artimañas del error, tan comunes en nuestros días como en los tiempos de Pablo. Jesús dijo que una de las señales de los últimos tiempos sería el crecimiento indetenible del error. Vendría con tanta fuerza que engañaría Asi fuera posible hasta los escogidos. Los rudimentos del mundo, según las mejores traducciones, pudiera referirse a ciertos poderes espirituales que tienen el firme propósito de estorbar la obra del evangelio, especialmente en el corazón de un recién convertido. La Biblia enfáticamente dice que Satanás es el gran engañador del cristiano. En la parábola del Sembrador, Jesús describió la labor continua de este enemigo. Cuando en recién creyente se siembra la palabra y la oye «en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones» (Mr. 4:15) Pero usted está completo en Cristo. Ninguna cosa debe moverlo de su fe en él. Nuestra seguridad debe ser como la que Pablo afirmó: «Porque sé en quien he creído y estoy seguro que es poderoso para guardar mi deposito para aquel día».» COMPLETOS EN CRISTO (Col. 2:8-15)

«Sin duda que la astrología se ha convertido en una obligada consulta para muchas personas, quienes ven en sus recomendaciones las directrices a seguir para la felicidad buscada.

De esta manera, el horóscopo, -esa expresión cotidiana de la astrología- se ha constituido en la Biblia de consulta para muchos, antes de salir de casa.

Otros buscan en la cartomancia, el estudio de las cartas; la quiromancia, la lectura de las manos; o incluso la necromancia, la consulta de los muertos, las respuestas para sus asuntos físicos, sentimentales y económicos.

Todo esto es un claro reflejo de una sociedad carente de valores y de significado. Hoy puede verse el número cada vez más creciente de los que están buscando en el mundo de lo extraterrestre y lo extrasensorial las respuestas a lo que no consiguen en el mundo visible. Por qué esta búsqueda de la gente?

Todo parece indicar que a la vida le hace falta siempre algo, toda vez que el hombre nació para llenarlo con algo. Los que tienen salud les hace falta dinero para comer el pan. Pero los que tienen dinero les hace falta la salud para comer el pan, también.

El hombre moderno lo tiene todo, pero le falta algo. Ningún tiempo nos había ofrecido tanta comodidad como este, sin embargo, hay una constate insatisfacción. Hay un gran estado de ansiedad en los rostros de muchos caminantes que revelan la falta de algo.

Pero contrario a la vida escasa, la Biblia declara «y vosotros estáis completos en él». No encontramos en ninguna parte de las Escrituras alguna señal que indique que además de Jesucristo, la persona necesita buscar algo extraño para completar el vacío de su alma. Jesucristo es suficiente. Su muerte, resurrección, ascensión y su pronta venida nos aseguran esto.» COMPLETOS EN CRISTO (Col. 2:8-15)

Porque Dios vive en nosotros y nosotros somos templo del Espíritu de Dios. Esto nos permite tener comunión con el Señor.

I Corintios 6: 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?

I Corintios 3:16 – 17 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.

De los cielos esperamos al Salvador, al Señor Jesús. Esperamos su segunda venida. El prometió volver, dijo que iba a preparar morada.

No sabemos cuando,ni en que momento exacto, el Señor volverá. Marcos13:33 Jesús dijo “Mirad, velad y orad: porque no sabéis cuándo será el tiempo”

Cuando el Señor regrese, el transformará el cuerpo nuestro en un cuerpo de gloria, a semejanza del de él. I Corintios 15:43, 44.«Se siembra en vergüenza, se levantará con gloria; se siembra en flaqueza, se levantará con potencia; se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal y hay cuerpo espiritual»

La muerte ya no vencerá a los redimidos de Dios. Recibirán entonces cuerpos inmortales. Filipenses 3:20-21. «Mas nuestra vivienda está en los cielos; de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de nuestra bajeza, para ser semejante al cuerpo de su gloria, por la operación con la cual puede también sujetar a sí todas las cosas»

«Antes de que el Señor vuelva para llevarnos consigo, habremos vencido para siempre el pecado, por la gracia de Dios. Ya no ostentaremos el estigma dei mal. El pecado será cosa del pasado. Nuestra vieja naturaleza pecaminosa habrá desaparecida. La envidia, los celos, el temor, el odio y todas las malas tendencias habrán quedado definitivamente vencidas. En su lugar, el amor, el gozo, la paz y todo lo bueno serán nuestra herencia eterna, porque en esta vida habremos cultivado ya esas virtudes. La transformación súbita que se produce al aparecer nuestro Señor sellará nuestro carácter. Nuestra tendencia natural hacia el mal desaparecerá ante el total predominio de lo bueno de nuestra naturaleza espiritual. Nuestros cuerpos serán tan reales entonces como lo son ahora. Pero habrán sido liberados para siempre del pecado, la enfermedad, el sufrimiento y la muerte. Tendremos cuerpo, pero, como dice la Palabra, será un cuerpo transformado.» El mundo del futuro

Números 23:19 Porque “Dios no es hombre, para que mienta, tu hijo de hombre para que se arrepienta. Cuando él dice algo, lo realiza. Cuando promete algo, lo cumple.”

Juan 6:40 Porque ésta es la voluntad de mi Padre: Que todo el que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo lo resucite en el último día.

I Timoteo 2:5 «Porque hay un sólo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre»

No le puedo pedir a nadie más que a Jesús que interceda por mi ante Dios, no existe ningún otro ser creado, vivo o muerto que pueda interceder por nosotros ante Dios y es que sólo existe el Padre (Dios), el Hijo (Jesús) y Espíritu Santo que pueden hacer cosas por nosotros cada que lo pedimos en oración.

Filipenses 4:13 Porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

Mateo 5:14-16 Porque somos la luz del mundo. “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.“

Mateo 18:20Porque donde estén 2 ó 3 reunidos en mi nombre, allí estaré YO en medio de ellos.“

Pablo, le escribe a los Filipenses, que hemos recibido nada menos que la vida de Cristo. En tanto que Cristo permanezca escondido, nosotros también lo estamos. Pero el tiempo está cerca cuando esto ya no habrá de ser así.

Colosenses 3:4.“Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también apareceréis con él en gloria”

Cuando Cristo venga a recibir a la iglesia, ningún ojo le verá sino sólo aquellos por quienes él viene. El momento que el mundo vea a Cristo será cuando él venga en gloria, trayendo a sus santos con él, revelados desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego tomando venganza contra aquellos que no conocen a Dios (los gentiles), y contra los que no obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesucristo (los judíos)

II Tesalonicenses 1:6-10 Nueva Versión Internacional. «Dios, que es justo, pagará con sufrimiento a quienes los hacen sufrir a ustedes. Y a ustedes que sufren, les dará descanso, lo mismo que a nosotros. Esto sucederá cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo entre llamas de fuego, con sus poderosos ángeles, para castigar a los que no conocen a Dios ni obedecen el *evangelio de nuestro Señor Jesús. Ellos sufrirán el castigo de la destrucción eterna, lejos de la presencia del Señor y de la majestad de su poder, el día en que venga para ser glorificado por medio de sus santos y admirado por todos los que hayan creído, entre los cuales están ustedes porque creyeron el testimonio que les dimos.«

Si el mundo fuese a ver a Cristo viniendo solo en gloria antes que la iglesia sea arrebatada hacia él, la inseparable asociación de la que el apóstol Pablo hizo tanto hincapié a los colosenses, dejaría de ser verdad.

Pero la Escritura no puede ser quebrantada. El mundo no puede jamás ver a Cristo viniendo a recibir a los santos, por cuanto entonces ellos deben haberle visto sin ellos y antes que ellos; mientras que el mismo momento de Su aparición ha de ser la época de nuestra aparición con él. Y esto no se apoya meramente en alguna palabra aislada, sino que es la doctrina de todo el pasaje. La misma verdad está expuesta y confirmada por otras pruebas por todo el Nuevo Testamento.


ISLA DE CABRA

Porque Dios nos ha revelado el misterio oculto desde los siglos

Col 1:26-27 “el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”

«Un día alguien le preguntó al famoso escritor Mark Twain: «¿Quiénes, a su parecer, irán al cielo?» Reflexionó un momento y contestó: «Supongo que serán los que se sientan en casa cuando lleguen allí»» El mundo del futuro

San Mateo 5:8.«Bienaventurados los de limpio corazón: porque ellos verán a Dios»

III. Conclusión:

Debemos aceptar la exhortación Paulina de buscar de Dios como un desafío para nuestra fe.

Además de todos estos pasajes que hemos visto, la Biblia nos enseña lo siguiente:

1.»Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá». (Mateo 7:7)

Y es que si le pedimos, buscamos y llamamos a Dios, EL nos atenderá y nos dará lo que le pedimos. Dará lo que deseamos. Hallaremos lo que estamos buscando y abrirá las puertas que se nos han cerrado para poder lograr lo que deseamos lograr;

2Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público» (Mateo 6:6)

Recordemos que Dios conoce nuestro corazón y que EL recompensará al corazón dispuesto a agradarlo a EL, como vimos en el punto anterior;

3.«Deléitate asimismo en Jehová, y EL te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en EL; y EL hará. » (Salmos 37:4-5)

Esto nos confirma los puntos antes señalados, y nos enseña que lo que le pidamos EL lo hará;

4. Jeremías 33:3 «Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces»

Dios es claro aquí diciendo que EL es el quien puede respondernos ante nuestro clamor y que su respuesta será tal que nos asombraremos con su respuesta de AMOR.

Con nuestras vidas, debemos glorificar a Dios

1 Corintios 10: 31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.

(Isaías 55:6). “Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”

Sólo un último consejo, tratemos de no decirle tanto a Dios: «SEÑORDame!!! Aprendamos a decirle a EL: «Señor…. Te doy» … Te doy mi corazón. Te doy mi vida. Te doy mi tiempo. Te doy mi familia. Te doy mis estudios. Te doy mi relación. Te doy mi felicidad. Te doy mis cargas. Te doy mis tristezas. Te doy mis ofrendas y diezmo. Te doy mis metas. Te doy mi atención. Te doy mi AMOR….Te doy TODO de mi.

Recuerden las palabras del Señor Jesús, que dijo: «Más bienaventurado es dar que recibir». (Hechos 20:35)

Isaías 12:1- 2. “Cantaré a ti, oh Jehová; pues aunque te enojaste contra mí, tu indignación se apartó, y me has consolado. He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH, Jehová, quien ha sido salvación para mí”

5. Job 42:2 Reconozco que todo lo puedes, y que ningún plan tuyo puede ser frustrado.