La teología de la prosperidad
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Hemos de repetir, cuando nos referimos a la ética protestante, del hecho que los puritanos o los calvinistas no crearon, ni siquiera despertaron el espíritu capitalista. Como bien afirma Weber “en ninguno de ellos se descubre que considerara el deseo de los bienes terrenales como valor ético, es decir, como una finalidad inherente.
Y debemos hacer hincapié en que ninguno de los reformadores (sin omitir a Menno, George Fox y Wesley) concedió una importancia en grado sumo a los programas de la reforma moral. No hay entre ellos uno siquiera a quien se le pueda considerar como fundador de una sociedad de cultura ética; tampoco puede decirse que alguno representase un anhelo humanitario de reforma social o de aspiraciones culturales. El eje de su vida y su acción se circunscribía totalmente a la salvación del alma.
Así, de sus ideales éticos y los efectos prácticos de su doctrina no hay otra explicación como no sea por esta otra finalidad esencial de la espiritualidad y eran simples resultados de bases puramente religiosas. De ahí que los efectos de la Reforma en el concierto de la civilización —aun cuando nos empeñemos en darles una importancia capital de acuerdo con nuestro enfoque— eran desenlaces inesperados y naturales de la labor de aquellos reformadores, es decir, consecuencias desviadas y opuestas, inclusive, a su pensamiento y a sus propósitos.
El capitalismo moderno, añade a los otros anteriores capitalismos además del deseo de ganancia., de rentabilidad y de lucro, el poseer y acaparar todo esfuerzo individual a favor del logro de esa ganancia. El ser humano se convierte no ya en una máquina, sino que además es una máquina cuyos principios éticos están encaminados hacia el lucro y el dinero fácil.
Ya no hay empresarios aventureros, con riesgos. Ahora es despojo interminable y explotación miserable, bajo el pretexto del bienestar y el progreso. Y no porque haya esclavos como en la antigüedad o en las plantaciones, -que los sigue habiendo en la infinidad de empresas globalizadas-, sino porque la ética es de completa sumisión al dinero. Los grandes estamentos bancarios controlan todas las actividades y hacen que los países pobres se sientan fuertes y en continuo progreso, contrayendo mayores deudas, convirtiéndose en esclavos de por vida.
La teología de la prosperidad tiene alguna semejanza, pero aquí no es Dios el explotador, sino los ministros sin escrúpulos. Como en los tiempos de las indulgencias, Dios tiene un tesoro en los cielos para nosotros, pero a cambio tenemos que darle algo. El problema que plantea la teología de la prosperidad es el de ¿Quién le va dar a Dios algo para que eso lo obligue a Dios a recompensarnos? La respuesta a esa pregunta es: “nadie” porque Dios promete prosperarnos sin que eso sea referencia estricta a cuestiones terrenales.
En este contexto cuenta Panasiuk esta historia: “Cuando mis suegros volvieron a Estados Unidos después de haberse pasado 15 a 20 años en el Africa, su situación económica estaba bastante mas pobre de lo que estaba el día que salieron rumbo a Zimbabwe a comienzos de los años 60. Sin embargo, mi suegro traía bajo el poncho una buena cantidad de iglesias plantadas en lugares inhóspitos del continente africano, cientos de convertidos a Cristo y decenas de líderes entrenados para hacer la Obra del Señor. Yo me rehúso a creer que ellos hayan sido “maldecidos” por Dios, simplemente porque su situación económica no era la más brillante”.
El espíritu del capitalismo se ha infiltrado en la teología y se hace a Dios responsable de tanto mercadeo religioso. Según algunas fuentes los “banqueros de Dios” están extendiendo por América Latina un discurso de apología de la prosperidad de Estados Unidos y vinculada esta a la guerra espiritual. Para estos está claro que la Biblia afirma que Adán con su pecado hizo perder la productividad, que José era un gran empresario maderero y Jesús estaba rodeado de hombres y mujeres con tanto dinero que no necesitaba de dinero.
Nuestra crítica a esta teología, no es si la teología de la prosperidad es falsa o tiene validez, no es una crítica a la deformación espiritual que promueve, sino a esa crítica ética por el carácter dañino e injusto de las acciones de la teología de la prosperidad.
Estos días en los que se ha estrenado la película de Lutero, nos damos cuenta del sentido tan engañador de las indulgencias. En cierta medida es la misma problemática, pero en vez de reclamar a Dios un trozo de cielo por unas monedas, se lo pedimos ya para esta tierra. Queremos prosperidad terrenal ya, que no es malo en si, pero si lo es que fomente el principio de amor al dinero y al poder, como en el capitalismo actual.
Pero también se hace necesaria una crítica a la falta de actuación del cristianismo ante el poder del dinero que genera una economía de muerte. En el “Mercader de Venecia” se describe al judío Shylock como malvado usurero, perro y demonio, frente a los venecianos nobles, generosos y cristianos. Estos mantenían la santa doctrina aristotélica y escolástica del la esterilidad del dinero. Además de ser ellos despilfarradores, tramposos, crueles y racistas, observa Shilock que también son propietarios de esclavos y “no piensan liberarlos”. Asi, Shilock, además de verdugo es victima de la villanía de los cristianos, lo cual nos tramite a los cristianos de ahora el mismo sentido de falta de ética frente a un mundo esclavizado en lo material y lo espiritual.
Manuel de León es escritor e historiador
© M. de León. ProtestanteDigital.com, 2005 (España).
pauloarieu
Oct 10, 2008 @ 22:32:23
La teología de la prosperidad, nueva amenaza en Latinoamérica
Denuncia del obispo guatemalteco Víctor Hugo Palma Paúl
CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 10 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- La teología de las prosperidad, que encuentra en la pobreza la maldición, se ha convertido en la nueva amenaza para la Iglesia católica en Latinoamérica, denunció este viernes ante el Sínodo un obispo.
Monseñor Víctor Hugo Palma Paúl, pastor de la diócesis de Escuintla, en Guatemala, al intervenir ante la asamblea sinodal sobre la Palabra de Dios, reconoció que en estos momentos se da «un panorama sombrío en el campo bíblico».
«No sólo por los consecuencias de la anulación de los criterios» de interpretación de la Biblia surgidos de la Reforma Protestante, sino «por el surgimiento de ‘una nueva gnosis’ que introduce en la interpretación bíblica elementos extraños a la esencia del cristianismo».
«Más allá del grave fundamentalismo en las sectas se trata de servicios religiosos pseudocristianos que como expresión del antropocentrismo cultural e incluso existencial de la actualidad, utilizan la Biblia para proponer ideas de progreso material, de reinvención de sí mismo, de conocimiento de caminos de anulación del dolor, etc.». denunció.
«Especialmente en regiones pobres o emergentes de América Latina, la necesidad de una cosmovisión económica y para algunos, necesariamente religiosa, que ayude a superar los conflictos de pobreza, corrupción administrativa, frustración económica, inseguridad ciudadana, etc., crea un campo fértil para la mercadotecnia de la llamada ‘teología de la prosperidad'».
Se trata, ilustró, de «un falso Dios aparentemente bíblico, pero no cristiano que reduce el horizonte de su acción en la vida humana a pobreza como ‘maldición’ y a riqueza como ‘bendición o prosperidad'».
Esta «teología de la prosperidad», dijo, surge de la atomización de grupos nacidos del evangelismo neopentecostal, que manipulan la traducción, la predicación y la aplicación existencial de la Palabra de Dios.
Ante esta visión del Evangelio, es urgente, dijo, «una formación y pastoral bíblicas que unan Biblia y Tradición, para vivir el encuentro con Jesucristo como camino para la conversión, la comunión y la solidaridad».
pauloarieu
Oct 10, 2008 @ 22:37:19
Teología de la prosperidad
(Redirigido desde Teología de la Prosperidad)
Se denomina Teología de la prosperidad a un conjunto no sistematizado de doctrinas cristianas que enseñan que la prosperidad económica y el éxito en los negocios son una evidencia externa del favor de Dios. También es conocida en México como «Palabra de Fe» o «Confiésalo y Recíbelo».
Es una enseñanza común entre muchos «tele-predicadores» y también entre iglesias pentecostales y neo-pentecostales (incluso entre predicadores evangélicos y carismáticos), la cual establece que Dios quiere que los cristianos sean exitosos en «todos sus caminos», especialmente en el área de las finanzas.
Los defensores de esta doctrina aseguran que su propósito de fondo es la financiación de predicadores alrededor del mundo (evangelización), basada en versículos de la Biblia, como Deuteronomio 8:18 que dice: Antes acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. o Mateo 7:20 «Por sus frutos los conoceréis» (Biblia Reina-Valera 1602).
Los críticos de estas enseñanzas alegan que son usadas únicamente para enriquecer indebidamente a líderes que explotan la ingenuidad de creyentes sinceros que ofrendan su poco dinero, o que el énfasis en «la bendición material» es una malinterpretación de la Biblia, por ejemplo, el pasaje de Deuteronomio antes citado se referiría exclusivamente a un pacto entre Dios e Israel, sin ninguna relación con la Iglesia.
Algunos tele-predicadores que adherirían a la teología de la prosperidad en los Estados Unidos de América serían Benny Hinn, Pat Robertson, Robert Tilton, T.D. Jakes, Joel Osteen, Kenneth Copeland, Nasir Saddiki, Paul Crouch, y Peter Popoff.
En México, entre los predicadores que enseñan la teología de la prosperidad, se encuentran varios pastores pentecostales, evangélicos y sobre todo, de la Iglesia Universal del Reino de Dios.
En Chile, uno de los países con mayor población protestante en proporción en Sudamérica, los grupos que enseñan esta doctrina son movimientos muy conocidos como Vidavisión (Alejandro Martínez) y el grupo internacional Enlace TBN a través de su señal de televisión, el canal 50 de Santiago.
En Guatemala, el predicador que basa sus lecciones dominicales en prosperidad, es líder carismático evangélico Cash Luna.
En República Dominicana, uno de los predicadores más comprometidos con la teología de la prosperidad es el pastor Aquiles Azar, y su ministerio Centro de Fe en la ciudad de Santo Domingo.
Opiniones críticas [editar]
El «Evangelio de Prosperidad Artículo de Calvin George en Fundamental Baptist Institute.
Los banqueros de Dios o la teología de la prosperidad Opinión crítica en Adital.
Una problematización de las críticas hacia la llamada «teología de la prosperidad» Artículo de Jonathan Pimentel en ALC Noticias
La teología de la prosperidad Artículo de Manuel de León en Protestante Digital.
La iglesia ¿infiltrada?Artículo de Francisco Fuentes en elblogdeffuentes.cl
Referencias [editar]
Ocaña Flores, Martín; Los Banqueros de Dios, una aproximación evangélica a la Teología de la Prosperidad; Ediciones Puma, Lima, 2002; ISBN 997270131X
Venables, Gregorio et Al; Fe y Prosperidad: Reflexiones sobre la teología de la prosperidad; Editorial Lámpara, La Paz, Bolivia, 1999.
pauloarieu
Oct 10, 2008 @ 22:39:42
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TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD
Posted by EDS in Nihil obstat, Religión
Desde hace algunos años, se ha venido escuchando en muchos países la llamada «Teología de la Prosperidad». Según Wikipedia, se denomina así a «un conjunto no sistematizado de doctrinas cristianas que enseñan que la prosperidad económica y el éxito en los negocios son una evidencia externa del favor de Dios».
Por lo tanto, la pobreza o la falta de abundancia material, así como la enfermedad, son signos visibles de que la relación con Dios está mal, ya sea por estar en pecado o por falta de un compromiso sincero con Él. Esta doctrina se ha desarrollado especialmente en las iglesias evangélicas neo-pentecostales, aunque también en algunos sectores de la Renovación Carismática Católica.
Dentro de sus máximos exponentes a nivel mundial, se encuentra el famoso evangelista Benny Hinn (emulado brillantemente por el guatemalteco Cash Luna), que se dio a conocer por supuestos milagros, especialmente el sonado caso de Evander Holyfield, el pugilista que estaba desahuciado pero que después de que Hinn orara por él, sanó y ganó mucho dinero, al punto de dejar como regalo la suma de US$265,000.00 a la Iglesia pastoreada por su sanador. Aunque sus detractores no dejan de mencionar que Hinn fue denunciado porque supuestamente Holyfield nunca había estado enfermo.
Cash Luna (Casa de Dios), junto con Harold Caballeros (El Shaddai) y Jorge López (Fraternidad Cristiana) entre otros, han logrado que en Guatemala este movimiento tenga un auge incomparable en los últimos años, al punto que la misma Cervecería Centroamericana identificó como una de sus más preocupantes amenazas para los próximos años, no la entrada de su férreo competidor, sino el crecimiento del movimiento evangélico en el pais. Esto me lo contó uno de los personeros unos días después de asistir al análisis FODA realizado por la empresa.
Estos predicadores proclaman un Dios que retribuye abundantemente los aportes económicos de los feligreses, por lo que se mantienen en una constante lucha por motivar a los miembros de sus iglesias a que «siembren» para poder cosechar en abundancia. La semilla que se debe sembrar, es por supuesto, dinero.
En lo personal y sin ánimo de ofender, debo ser honesto y decir que para mí no es más que la representación «cristianizada» de la ideología neoliberal, que en la práctica, mide la realización y felicidad personal por la cantidad de cosas que se pueden comprar, es decir, se basa en la primacía del individualismo y el predominio del materialismo como bendición; por lo tanto condena a los menos afortunados culpándolos por su situación y dejan de ser importantes, aspectos como arte, cultura, y otros, por el simple hecho de no generar riqueza. También quedan fuera de todo análisis los 5 siglos de opresión y desigualdad en el país y que han originado el crecimiento incontenible de la pobreza.
Con este tipo de ideologías no se hace más que estar cada día más preocupados por nuestro propio bien, olvidándonos de nuestra realidad como país. Además algunas de las personas evangélicas con las que hablé y que no pertenecen a estos movimientos, me manifestaron su inconformidad, y hasta su sentimiento de ser «discriminados» por su condición.
Desde ningún punto de vista estoy apoyando las doctrinas que predican el conformismo. Simplemente creo que Dios bendice el esfuerzo que cada uno hace por hacer las cosas de la mejor manera posible, pero que definitivamente hay factores sociales, intelectuales y hasta culturales, que limitan la obtención de resultados.
Además para mí y para muchos otros, la prosperidad económica es solo una parte de la vida, la más insignificante cuando la comparo con la bendición de tener a mi familia, a mis amigos y este país que algún día será como lo soñamos.
«En el ocaso del sol, se nos juzgará por el amor» San Juan de la Cruz.
pauloarieu
Oct 10, 2008 @ 22:40:47
TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD TIENE ENFOQUE BÍBLICO EQUIVOCADO, AFIRMAN PASTORES METODISTAS
TEOLOGÍA DE LA PROSPERIDAD TIENE ENFOQUE BÍBLICO EQUIVOCADO, AFIRMAN PASTORES METODISTAS
Fuente: Colegio Episcopal de la Iglesia Metodista del Brasil/ALC
Sao Paulo, Brasil. El Colegio Episcopal de la Iglesia Metodista del Brasil manifestó que la Teología de la Prosperidad que: » busca la prosperidad a cualquier costo, renuncia a la solidaridad, a la justicia, al bienestar de los otros”.
En el Antiguo Testamento, dijo la organización, existen por lo menos diez palabras hebraicas diferentes que pertenecen al mismo campo de significado: prosperar, tener éxito y suceso, hacer crecer, fortalecer, pacificar, ser fructífero, saciarse y enriquecerse. “Por tanto, la Biblia tiene su propio concepto de prosperidad”, diferente de los actuales.
Prioritariamente, analizan los obispos metodistas, prosperidad no es obtener ventajas personales o ganar dinero. Prosperidad, según la Biblia, puede significar ser fuerte y valiente, como Moisés lo fue.
Para los obispos metodistas, “la idea de prosperidad, es espuria a la Biblia, es la misma ofrecida a Jesús por Satanás. Es una prosperidad relacionada al dinero, al lucro, al éxito en la vida y a sucesos óptimos en los emprendimientos personales”. Los religiosos por su parte subrayan: “El sistema de vida que la teoría de la prosperidad defiende está lleno de competencias: patrón/empleado, nación rica/nación pobre. Quien es más fuerte elimina al más débil”.
Fuente: Colegio Episcopal de la Iglesia Metodista del Brasil/ALC
http://www.mundocristiano.tv/index.php?option=com_content&task=view&id=617&Itemid=49
pauloarieu
Oct 10, 2008 @ 22:41:56
(NoticiaCristiana.com) Ciudad de México, México, Mayo 10, 2004 (alc). En las últimas décadas la comunidad cristiana ha sido agudamente dividida entre los seguidores ardientes de la teología de la prosperidad y aquellos que la desaprueban fuertemente, advirtió Arturo Piedra, profesor de la Universidad Bíblica Latinoamericana, de Costa Rica, y secretario para México y Centroamérica de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL).
Piedra hizo una crítica de la teología de la prosperidad en una mesa redonda que se desarrolló el jueves de la semana pasada en el Auditorio del Seminario Teológico Presbiteriano de México, donde dio una conferencia sobre Teología de la gracia y teología de la prosperidad – El desafío permanente de las teologías populares.
Su trabajo, dijo, destaca el desafío que para las teologías oficiales y académicas representan las creencias populares de la fe cristiana, como es el caso de las ideas religiosas provenientes de la teología de la prosperidad.
En el cristianismo, anotó, siempre han operado dos, o más, iglesias y dos, o más, teologías paralelas. En la actualidad una de las diferencias de esta tensión con respecto al pasado, radica en que la teología de la prosperidad surge en un momento de gran confusión cultural, además de la crisis que afecta a la teología tradicional.
Bajo el predominio de la iglesia como consecuencia de su reconocimiento por Constantino, la gracia, que en la versión de San Pablo identifica la absoluta bondad y misericordia de Dios con quienes no lo merecen, se convirtió en una dogmática que nadie podía cuestionar, indicó.
La vivencia protestante no fue diferente a la católico-romana. Tan pronto como los reformadores Lutero, Calvino, Zwinglio definieron la ruta de la gracia frente a los poderes de la ley, sus seguidores, en su mayoría intelectuales, tradujeron el lenguaje que otrora fuera tan vivo y real, en un conjunto de doctrinas de poca significancia práctica para los creyentes, señaló.
La reflexión sobre la gracia en América Latina, más que revivir las discusiones sobre la «teología de la gracia», exige un análisis de lo que impide o promueve la manifestación de la gracia de Dios en el mundo actual.
El interés en el tema de la gracia se ve, más bien, animado por una atmósfera de antigracia que domina hoy el mundo, en la cual un sistema económico único produce e impone una realidad de anti-gracia, y desgracia, enfatizó Piedra
El nombre de teología de la prosperidad, indicó, alude básicamente a un énfasis en el bienestar material como bendición de Dios. Esta teología es parte de un paquete religioso neopentecostal, que tomó fuerza en América Latina a partir de los 1980 y que incluye doctrinas que van desde la guerra espiritual, el ministerio quíntuple, el discipulado de los doce, hasta la un programa agresivo de crecimiento de las iglesias.
La corriente religiosa de la prosperidad se enmarca dentro de la enseñanza de los «hijos de rey», que tienen derecho a recibir un tratamiento especial porque gozan de una relación especial con su Padre celestial, que hizo todas las cosas y sigue siendo dueño de las mismas, y es un movimiento religioso dominado y conducido por «hombres fuertes», por profetas y apóstoles de nuevo cuño, anotó.
Toda teología es hija de su tiempo. Las raíces de la teología de la prosperidad se relacionan con el boom económico después de la Segunda Guerra Mundial y la tesis de que el éxito individual depende de una actitud mental positiva. En este aspecto el discurso de la teología de la prosperidad poco se diferencia de los escritores de la Nueva Era.
La teología de la prosperidad tiene dos zonas de influencia muy definidas. Una es la de los predicadores estadounidenses, y la otra proviene de Corea del Sur. Pero, también hay una fuerte experiencia africana y latinoamericana, aunque con dependencia de la línea estadounidense.
No obstante, esta teología ha permitido rescatar aspectos ovidados de la enseñanza bíblica. Entre ellas la enseñanza teológica contemporánea la cual enfatiza que Dios siempre bendice materialmente su pueblo, con riqueza y salud así como espiritualmente, cuando se tiene una fe positiva y obediente. Por eso es que David Sang Bok Kim, teólogo coreano crítico de esta teología, lamenta que este tema se haya dejado «en las manos indisciplinadas de predicadores de la prosperidad», advirtió Piedra.
Por otra parte, agregó, que la salvación del reino de Dios es real aquí y ahora en su sentido amplio. La salvación que Jesús trajo entonces significa también liberación de la pobreza, de la enfermedad y de la opresión.
Sin embargo,
advierte Piedra, por más que se concuerde con la crítica hecha contra la teología clásica, la teología de la prosperidad reduce la gracia de Dios a logros más materiales que humanos. Dios pierde autonomía y libertad ante una conciencia religiosa que le dice cómo y cuándo debe ser fiel a sus promesas. En palabras de Barth, la catástrofe de la religión impide que Dios diga el Sí y el No definitivos.
La teología de la prosperidad representa, quizás sin proponérselo sus promotores, una lectura, para muchos innovadora y escandalosa, de las doctrinas más importantes del cristianismo. Son muchas las reacciones que provoca una relectura teológica desde nociones no tradicionales de la persona de Dios, de Cristo y de la iglesia, así como del pecado y del ser humano, concluyó.
ARTURO GARDUÑO ACEVEDO
Abr 22, 2009 @ 04:41:04