Dones Espirituales – Consideraciones bíblico -teológicas Parte 2

Dones Espirituales – Consideraciones bíblico -teológicas Parte 2

Quiero hablar un poco de lo que pasaba en la iglesia de Corintios, antes de continuar con los dones espirituales, ya que es muy importante entender la situación espìritual de esa iglesia, fundada por Pablo, porque su situación en gran parte es muy similar a lo que sucede en muchos grupos carismáticos.

Hoy en dia, hay muchos carismáticos que desechan la lógica, la razón, el sentido común, con el fin de abrazar todo tipo de cosas irracionales. Para gran parte de este movimiento, la verdad espiritual debe sobrepasar el razonamiento de una persona.

Los dones espirituales, según ellos, operan suspendiendo las facultades del razonamiento humano. Es más, la evidencia más importante del trabajo del Espíritu Santo en una persona es que esa persona cae en una especie de estupor. Vemos y leemos más y más acerca de personas que entran en trances, convulsiones, reacciones histéricas, etc, dentro de las iglesias pentecostales, lo que según explican es la señal del poder del Espíritu Santo.

En muchos casos, esta tendencia del movimiento carismático se asemeja al misiticismo antiguo, que fue condenado por Pablo en su epístola a los Corintios, ya que en este movimiento el caos y la confusión son platos de todos los días.

Para el creyente, la Biblia debe ser la fuente de toda verdad. En la Biblia debemos obtener el discernimiento que requerimos para saber lo que es verdad y que viene de Dios, de lo que es falso y viene de Satanás. Es más, el movimiento carismático, o por lo menos en su mayoría, desalienta a la gente de discernir la verdad de la Biblia. 

Es esto discernimiento bíblico? “Detenga su razonamiento, ignore la lógica, nada más ponga atención a sus sentimientos.” No es esto el lema de muchos carismáticos? Para el verdadero creyente, la fuente de la verdad y el discernimiento viene de la Biblia.

Otro exponente, Kenneth Copeland dice que “el creyente no debe dejarse llevar por la lógica, ni por el sentido común. El ministerio de Jesús nunca estuvo gobernado por la lógica o la razón.”

Lo que ocurre en el movimiento carismático en la actualidad es muy similar a lo que ocurrió en la iglesia en Corinto. En esta iglesia de la antigüedad existían divisiones, compromiso moral, tolerancia de la carnalidad (fornicación , incesto, adulterio), materialismo, rebelión contra la autoridad apostólica, idolatría, egoísmo, adoración de demonios, y sobre todo, se estaban pervirtiendo los dones espirituales.

Para los corintios, como los carismáticos en la actualidad, habían creído que las cosas que hacía el Espíritu Santo eran actividades de éxtasis. Inclusive algunos estaban maldiciendo a Jesús aduciendo que era el Espíritu Santo el que lo decía (1 Corintios 12: 3). El deseo de ser reconocidos y ser vistos como espirituales hizo que el don de lenguas, principalmente, fuera pervertido y falsificado con balbuceos. Todo esto venía del paganismo de su pasado. Ellos confundieron la obra del Espíritu Santo con las prácticas místicas del paganismo.

La epistola a los corintios, lo más probable es que la escribiera Pablo en la ciudad de Efeso, en la primera mitad del año 56. Su autenticidad está atestiguada desde finales del siglo I y jamás ha sido puesta en duda entre los especialistas de cualquier tendencia. Tiene un extraordinario valor histórico, pues nos describe la fisonomía de las primeras comunidades cristianas, sus tensiones, dificultades, discordias, problemas y también sus pecados. Aunque en ella también podemos apreciar la efusión de carismas, el gozo del Espíritu y el amor cristiano de la comunidad que supera las barreras sociales y económicas. Encontramos las primeras noticias sobre la celebración dela cena del Señor, sobre el proceder con los hermanos pecadores y sobre el orden en las asambleas litúrgicas.

Pero,¿qué ocurría en el misticismo del contexto corinto? Por más de mil años, esa parte del mundo estuvo dominada por naciones con religiones místicas que enseñaban y promulgaban tener una comunión con la deidad de una manera sensual y mágica. En estas culturas era típico entrar en trances, rechazar lo racional, para poder tener una verdadera comunión con su dios. Esto se podía obtener por la ebriedad, o por medio del desenfreno sexual, en donde habían sacerdotisas que eran prostitutas, con quienes los fieles tenían relaciones sexuales para poder tener esa comunión con los dioses. La mente de estas personas quedaba en blanco y las emociones tomaban el control de la persona.

Esto es el problema que enfrentó Pablo en Corinto, y el mismo que enfrenta la iglesia actual con el movimiento pentecostal neocarismatico. Pero, cómo distinguir lo falso de lo verdadero? La única respuesta es, la Biblia. Si no está en la Biblia, no es real. La verdadera persona espiritual no se deja arrastrar por los trances, éxtasis, emociones, o desmayos. Cuando una persona está fuera de control, no es el Espíritu Santo, pues el fruto del Espíritu es el auto control (Gálatas 5). En ningún pasaje de la Biblia leemos que los dones espirituales se practicaron cuando una persona estaba fuera de control.

La epístola a los corintios fue escrita por Pablo para reprochar el desorden de la iglesia en Corinto. Esta iglesia era una iglesia carnal, que había permitido que el mundo la infiltrara y ello llevó a la iglesia a un estado de muerte espiritual, en donde se toleraba la idolatría, la fornicación, el incesto, la inmoralidad sexual, los divorcios, la deshonra de la mesa del Señor, etc. El problema era tan grave que muchos maldecían a Cristo y decían que era el Espíritu Santo el que lo hacía.

Los desordenes de tipo sexual, corrientes en una ciudad tan libertina como Corinto, le dan ocasión a Pablo para recordar que el cristiano es una «nueva criatura» y un «templo de Dios».

Parece que Pablo escribe con tono pesimista. Pero para ver que el apóstol Pablo no era un pesimista, sino un optimista, considerémonos la situación de la iglesia en Corinto: Se caracterizaba por su inmadurez, carnalidad, orgullo, división, y contienda. Había un caso de fornicación dentro de la congregación. Hermano con hermano pleiteaban en juicio ante los incrédulos. Algunos querían correr atrás hacia la idolatría, y había abusos de la cena del Señor. Algunos usaban de los dones espirituales para conseguir posición más alta en la iglesia. Otros jugaban con una falsa doctrina sobre la resurrección. Todos habían comenzado una colecta, pero la dejaron al lado por un tiempo. Se puede decir más, pero basta esto.

Ahora, notemos el optimismo del apóstol para con los Corintios. Su carta que llamamos Primera a los Corintios es un testimonio de su optimismo. ¿Por qué escribirla, si no hubo esperanza del arrepentimiento de esta iglesia local? Además, ésta no fue la primera carta que él les había escrito (1 Cor. 5:9), cosa que en sí aprueba el optimismo del apóstol. ¡Ni sería su última carta!

Cuando el apóstol escribe 2 Corintios, esta iglesia aparentemente había recibido las amonestaciones de 1 Corintios, pero ahora han surgido nuevos problemas: Había dudas sobre el apostolado de Pablo (caps. 10-12). Los hermanos estaban enamorándose de algunos falsos apóstoles (11:13-21).

Había una carencia, de parte de los Corintios, de cariño y amor fraternal para el apóstol Pablo. Se alejaban de él, y surgió una relación fría (véase 2 Cor. 6:11-12; 7:2-4; 12:15-18). Y no se termina con esto. Había el peligro de que los hermanos se unieran en yugo con los incrédulos (6:14 y sig.). Pablo temía que sus sentidos fueran extraviados de la sincera fidelidad a Cristo (11:3).

El tenía miedo de que algunos de ellos no se hubieran arrepentido de los pecados mencionados en la primera carta (2 Cor. 12:20-13:2). A pesar de todo esto, vemos un tono de optimismo a través de 2 Corintios. «Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones,» dice Pablo en 7:4.

Otra vez en 7:16 él dice, «Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros.» Pablo mandó algunos hermanos a recoger la colecta de los Corintios, y lo hizo a riesgo de ser avergonzado por los Corintios (en no tener lista la colecta) (9:3-5). ¿Por qué lo hace? ¡Porque el apóstol era un optimista! Además, el apóstol tenía confianza de que Dios le resucitaría en el día final, junto con los Corintios (4:14). Pablo termina su carta con un tono de optimismo (13:11).

Vemos que mo hay un tema que centre la carta; en ella se abordan temas diversos apenas relacionados entre sí, Pablo desciende a pequeños detalles de la vida cotidiana de la comunidad y al mismo tiempo sabe «elevarse» por encima de ellos y se enfrenta a los grandes principios cristianos. En la comunidad hay una gran división, parece como si el cristianismo fuera una escuela más de sabiduría humana en la que se puede elegir entre varios maestros, pero Pablo proclama que existe una sola y auténtica sabiduría: la de Dios, manifestada en el misterio de la cruz de Jesucristo

Conclución:

Latinoamerica desde que fue descubierto el nuevo mundo, por los españoles, fue conquistado por los españoles, que introdujeron por la fuerza el catolicismo romano, con su misticismo.Apariciones de virgenes, devoción y preregrinación a lugares santos, y muchas otras practicas místicas han sido caldo de cultivo para que el misticismo carismático prendiera en estos paises.

En la historia, han existido personajes con dones y conocimientos extraordinarios como: (1)

Nostradamus (1502-1566), un vidente de la edad media, quien utilizaba la astrología para sus predicciones.

Emanuel Swedenborg (1688-1772), quien podía entrar en trance y comunicarse con ángeles y personas fallecidas, él creía en Dios, en el cielo y el infierno.La iglesia de Nuevo Jerusalem fue creada bajo los estudios y escritos que dejo Swedenborg . 

Franz Anton Mesmer (1733-1815), «movimiento espiritual» que practicaba sanación del paciente a través de las energías mientras éstos entraban en trance. Hoy día más comúnmente conocido como hipnosis clínica. 

Andrew Jackson (1826-1910), quien miraba a través del paciente para localizar órganos dañados. 

Edgar Cayce (1877-1945), quien es el padre de la «Nueva Era» y durante trance logró los viajes astrales y recibió grandes predicciones. Miraba a través del cuerpo humano e incluso penetraba en la mente humana para conocer si sus intenciones eran positivas o negativas.

John Edwards, quien tiene un programa de televisión en la Nación Americana y él puede comunicarse con seres espirituales.

Seamos prudentes, no nos traguemos todo lo que anda dando vuelta.Todos estos que nombro son hombres espirituales,sin duda, pero son falsos profetas. Sus experiencias podrían ser utilizadas para validar sus enseñanzas tranquilamente, pero a la luz de la biblia no son mas que falsos profetas,hombres impíos que nunca conocieron al Señor.

La primera carta a los corintios no obtuvo el éxito deseado(2)

La primera carta a los corintios no obtuvo el éxito deseado, una parte importante de la comunidad de Corinto, instigada por falsos representantes de los apóstoles, rechaza la autoridad de Pablo al que se le acusa y calumnia. En el verano del año 56, Timoteo, testigo presencial de los hechos regresa a Efeso y se entrevista con Pablo, quien reacciona con prontitud.Es una de las cartas que nos describen mejor el perfil humano y apostólico de Pablo y nos hace conocer todo su esfuerzo misionero, sus fatigas y peligros; su enfermedad crónica; el estado de tensión interior y su amor apasionado por Cristo y por la Iglesia. El lector de hoy puede encontrar en esta carta una respuesta al drama personal del cristiano, con sus «luces «y sus «sombras», sus «éxitos» y sus «fracasos» que siempre llevamos todos dentro.

A Pablo le interesa centrarse en su condición de apóstol de Cristo y profundizar con su experiencia en el ministerio apostólico como tal. Es el tema central de la carta, nos refleja las grandezas y miserias de este ministerio, su esplendor y su peso, sus compensaciones y sus riesgos.

También destaca el tema de la solidaridad entre las distintas comunidades cristianas, es Pablo plenamente consciente que la Iglesiade Jesús se realiza en la Iglesias locales, pero que nunca se puede perder de vista la solidaridad y la universalidad. 

Probemos los espiritus

En la historia de Martín Lutero se relatan los problemas surgidos en la iglesia cuando se tradujo la Biblia al alemán. Varias personas eufóricas con la Biblia comenzaron a tener toda clase de experiencias emocionales y a profetizar, aunque la mayoría de esas profecías nunca se cumplieron.

Observándoles, Lutero dijo:

“¡Se han tragado al Espíritu Santo, con plumas y todo!” (3)

 

«Queridos amigos, no crean a cualquier espíritu; sino prueben los espíritus para ver si proceden de Dios; porque han salido al mundo muchos falsos profetas.Así es como pueden reconocer el Espíritu de Dios: todo espíritu que reconoce que Jesucristo ha venido en la carne, procede de Dios,pero todo espíritu que no reconozca a Jesús, no procede de Dios; este es el espíritu del anticristo, del cual han oído que viene e incluso está ya ahora en el mundo.» 1 Juan 4:1-6  (NVI)

«Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. En esto conocéis el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne es de Dios; y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. Hijos míos, vosotros sois de Dios y habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo. Ellos son del mundo, por eso hablan de parte del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios, el que conoce a Dios nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.» Juan 4:1-6 (Biblia de las Américas)

Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo (1 Pedro 5:8-9).

Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo (1 Juan 3:8).

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros (Santiago 4:7).

Nota

1http://www.unionespiritual.com/art%20sanacion.htm

2Segunda Carta a Corintios

3.Probemos los espíritus

Extraído de

¡Corred de manera que lo obtengáis!

Autor: Prof. Tomás Bolaño
¡Corred de manera que lo obtengáis!

San Pablo exhorta a los cristiano a correr como Iglesia, en el sentido en que corre un corredor que va por la victoria.
¡Corred de manera que lo obtengáis!
¡Corred de manera que lo obtengáis!

¿No sabeis que en el estadio todos corren mas uno solo recibe el premio? Corred de manera que lo obtengáis. (1 Cor 9, 24)

Sólo uno alcanzará el premio

Como ya lo hemos tratado en los artículos anteriores, en las competencias panhelénicas solo el vencedor recibe el premio. Al final del versículo 24 San Pablo concluye la cuestión retórica con la evidente consecuencia de la competencia: “…Uno solo recibe el premio”, y a continuación culmina la metáfora de la carrera con la expresión “Corred de manera que lo obtengáis” (οuτως τρέχετε iνα καταλάβητε ). El adverbio Ouτως – que en este caso se traduce (de esta manera) – ubica el punto clave de la comparación [1], Pablo escribe a la Iglesia de Corintio como a un corredor que corre hacia el premio, emplea el verbo correr bajo el modo imperativo y en segunda persona del plural τρέχετε ,que se ha traducido así: ¡Corréd!. Como si se tratase de un entrenador que anima al competidor a correr a la manera del campeón.

Es la Iglesia la que corre

Aquí es donde se desprende el carácter eclesiologico de la pericopa; Pablo convoca a los corintianos a correr unidos como un solo cuerpo, y que ya tiene toda la intención de ganar. Por lo tanto, los cristianos no corremos individualmente una carrera competitiva [2] en busca de un triunfo individual, en la que uno es el que recibe el premio; es la Iglesia la que corre y “todos” unidos a ella corremos hacia tal propósito. 

La conjunción iνα – traducida como “para el propósito que”, “en orden a que”, “de manera que” – refuerza el significado atlético que Pablo quiere dar a la carrera cristiana, καταλάβητε lo obtengáis), pues no se trata solo con correr toda la carrera, sino de correr con la fuerza y el poder de ese “uno” que va por el premio. 

Un solo cuerpo en donde todos corren por el Premio

Los deportistas en su esfera competitiva conocen de antemano que uno solo será el ganador; sin embargo, cada uno de ellos pone todo de su parte para ser ese campeón. Cada cristiano en la esfera espiritual pone todo de si mismo para correr junto con la Iglesia, como un solo cuerpo, de modo que alcance el premio para el cual ha sido convocado. 

El cristiano debe mantener en su mente que su objetivo es ganar el premio prometido, el deportista cristiano puede entender mucho mas rápidamente que el propósito en su carrera deportiva es la de ser el ganador y que también se encuentra corriendo con la Iglesia una carrera espiritual en búsqueda de un premio también espiritual.

Merece traer aquí de nuevo las enseñanzas que el Papa Juan Pablo II da a los deportistas:
“…no olvidéis de poner en práctica ese cúmulo de pequeñas o grandes acciones de autodominio, simplicidad, honestidad y respeto del otro, que se aprenden en la actividad deportiva. Evitad todo lo que sea deslealtad, ventajismo y juego sucio, pues ello degrada vuestra profesión v hace desmerecer a los ojos de Dios. 
Con San Pablo os digo: “Corred así para ganar” (1 Cor. 9, 24); pero, también con el Apóstol, os recuerdo que como creyentes habéis de ser deportistas que corren para ganar la corona que no se marchita (Cfr. ibid. 9, 25)” [4]

¡Corramos todos unidos por el premio para el cual hemos sido convocados!

Comentarios al Prof. Bolaño
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[1] Henderson.W. “Paul´s use of atlhetic imagery. Tesis doctoral. Missisipi State University. 1996. p 102-103.

[2] Vieslemayer.D. St Paul´s application of athletic metaphors to the christian life: An exegetical study of I Corinthians 9:24-27, Galatian 2:2, Galatian 5:7, Philippians 2:14-16, Philipians 3:13 and II Thimothy 4:6-8. Illinois. Tésis de maestria. Concordia Thelogical Seminary. 1974. P 10-11.

[3] Stoeckhardt.G. Exegetical lectures on the firs Epistle of Paul to the Corinthians. Citado por Vieslemayer p. 9.

[4] Juan Pablo II. DISCURSO DEL PAPA JUAN PABLO II A LOS MIEMBROS DEL EQUIPO CICLISTA ESPAÑOL «ZOR», Lunes 10 de junio de 1985

Mi concepto de Teología.

Mi concepto de Teología.

Escrito por enrique                    

Hablar de Teología nos hace pensar a priori que es una ciencia cuyo objeto de estudio es Dios, cuando en realidad, en esta búsqueda y estudio, lo que aprendemos es a descubrir nuestra propia condición ante la realidad de un Dios Insondable que se ha revelado a si mismo en Jesucristo: Un Dios lleno de Gracia. Y es entonces cuando nos damos cuenta que es al contrario de lo que pensábamos y el objeto de estudio, cual greda en mano del Alfarero, llegamos a ser nosotros con toda nuestra complejidad innata. Y ese momento es cuando nuestra percepción, análisis, descubrimientos y conclusiones teológicas, son nada menos que el producto del Metanoia.
Dejo este post sin conclusión abierto a tu pensamiento…

blessnews.com

A Bush le tiraron un zapato y le gritaron perro en Irak

A Bush le tiraron un zapato y le gritaron perro en Irak

Posted: 15 Dec 2008 02:45 PM CST

Aunque obviamente desde aquí en Periodismo en La Red, jamás hicimos y nos gusta tampoco andar haciendo apología de agresión alguna, sin embargo, es imposible que no se me cruce por la mente, cuando veo las mil y una reproducciones que tuvo en la televisión mundial la escena de la agresión física y verbal que recibió el presidente saliente de Estados Unidos, George W. Bush, de parte de un periodista iraquí en plena conferencia de prensa en Irak, que se lo merece y que como bien sentencia un sabio dicho, siempre, tanto por lo bueno o por lo malo, todos, cosechan su siembra, irremediablemente…

Y seguramente, por eso mismo, lo de la mala cosecha, es por lo cual el periodista iraquí decidió no solamente tirarle su par de zapatos al presidente Bush en plena conferencia de prensa en tierra iraquí mientras este último prometía al mundo el retiro de las tropas estadounidenses para el año 2011, sino que además le gritó en árabe a modo de insulto perro.

Tanto en Irak, como en el resto del mundo árabe, arrojarle a alguien los zapatos es la peor ofensa que se puede cometer contra alguien.

Si bien no es novedad la aversión que en muchas comunidades y naciones se ha manifestado y aún hoy se manifiesta respecto de la figura del presidente norteamericano por su acentuado imperialismo, yo creo que de todas las manifestaciones en contra y protestas, esta de Irak, justamente el país más vilipendiado y destrozado por las políticas que implementó y desarrolló este hombre, fue el papelón y la humillación pública más grande que le tocó vivir al dentro de poco ex presidente, sino mírenle la cara después de la agresión, im-per-di-ble.

Foto: Clarín

Fuente: PeriodismoenlaRed.comA Bush le tiraron un zapato y le gritaron perro en Irak.

Origen y creencias del movimiento pentecostal (V)

Más allá de Topeka (II)

Quinto artículo de esta serie sobre las iglesias «Pentecostales» escrita por el historiador Mario Escobar Golderos.  

 

Origen y creencias del movimiento pentecostal (V)

Cuando la locura habló en boca de Erasmo, tal vez no hubo nunca locura tan cuerda, riéndose de los desafortunados “maestros” retóricos, que juzgan a los hombres por la pléyades de títulos y las palabra enrevesadas e incomprensibles, dijo sin ruborizarse: “Me parece adecuado imitar en esto a los maestros retóricos de nuestros días, que creen ser ni más ni menos que dioses, si pueden mostrar, como las sanguijuelas, dos lenguas, y que consideran gran hazaña engarzar en sus discursos en latín alguna palabra griega, a manera de mosaico, aunque el lugar no sea el más a propósito para ello” (1).  

Cristo no parecía muy dispuesto, durante los tres años de su ministerio, a buscar entre las rabínicas escuelas a los portadores de su mensaje. Pablo, como un abortivo, fue la excepción que confirmaba la regla, aunque en la primera carta a los Corintios, el propio apóstol confirma la vocación de la mayor parte de los creyentes (lo vil, lo menospreciado, lo que no tiene nombre, etc.). Decir de un líder cristiano que “su biografía es lamentable, dado que no tenía los conocimientos bíblicos necesarios”, se une con la corriente actual, de que, lo académico está por encima de la experiencia y el corazón. Circula ahora por algunas iglesias ese deseo de reconocimiento “mundano(2)”, donde se pide un extenso currículum a los pastores, olvidando, en muchos casos, otros elementos de su formación pastoral. 

C.F. PARHAM 
Charles F. Parham nació el 4 de junio de 1873 en un pequeño pueblo de Iowa, llamado Muscatine. Sus padres se trasladaron con él a Kansas y le criaron como un verdadero pionero; en una tierra inhóspita rodeada de tribus indias y pistoleros. Perdió a su madre a la edad de siete años y diversas enfermedades produjeron en él una infancia triste y difícil. Desde lo nueve años sintió el llamado a predicar el Evangelio y aprovechó su postración para leer todo tipo de libros. Compaginó su formación autodidacta con el cuidado de las vacas de su padre. 

Desde muy joven Parham ayudó como profesor de la Escuela Dominical y como obrero en su iglesia. Su primer predicación fue a la edad de 15 años. Comenzó sus estudios universitarios en elSouthwestern Collage (Kansas) a los diecisiete años. Empezó la carrera de medicina y olvidó su vocación ministerial, pero una nueva enfermedad le devolvió a su deseo de ser predicador. 

Abandonó sus estudios a la edad de dieciocho años, iniciando su carrera como evangelista. Un año más tarde, pastoreaba la iglesia metodista de Edora (Kansas) y por las tardes colaboraba en otra iglesia. En seguida tuvo problemas con su denominación al predicar que ninguna denominación salvaba y abandonó el pastorado para dedicarse a su labor de evangelista. Poco tiempo después se casó con Sarah Thislewaite. 

La enfermedad de su primer hijo le empujó a orar fervientemente por él, ya que la medicina le había desahuciado y éste se curó a los pocos días. Desde entonces, Parham comenzó a incluir en sus mensajes evangelísticos el de la sanidad divina. 

Una vez instalado en Topeka (Kansas) abrió un lugar de reuniones llamado Bethel, en él se atendía todo tipo de necesidades; se recogía a los huérfanos, se ayudaba a los desempleados o se oraba por los enfermos. Parham comenzó a editar un boletín llamado “La fe apostólica”

En el año 1900 abrió un instituto bíblico llamado “Stone’s Folly”. En diciembre de aquel mismo año, comenzaron unos estudios sobre el libro de Hechos de los Apóstoles y Parham pidió a los alumnos que hicieran un trabajo sobre las evidencias bíblicas del bautismo del Espíritu Santo. Después de estudiar Hechos, una alumna llamada Agnes Ozman le pidió a Parham que orara por ella para recibir el bautismo del Espíritu Santo. Al poco tiempo la mujer comenzó a hablar en un idioma extranjero. Unas semanas después Parham predicó en su iglesia en derramamiento del Espíritu Santo con manifestación de lenguas. Él mismo recibió el bautismo espiritual y muchos miembros de su iglesia también. 

Parham recorrió varios estados predicando sobre el bautismo del Espíritu Santo, especialmente en Texas. Los viajes de Parham le llevaron a Sión, la ciudad fundada por Dowie, cuando la iglesia pasaba su peor momento y Dowie estaba apartado del ministerio. Después visitó la iglesia de Azusa en Los Ángeles, aunque de esto ya hablaremos en otro artículo, su popularidad fue notable y produjo una gran oposición en algunos sectores conservadores. 

Sus enemigos acusaron a Parham de sodomía, pero el caso fue desestimado por la corte de Texas. Libre de sus acusaciones realizó un viaje a Jerusalén. Poco después de su regreso, a la edad de sesenta y seis años murió rodeado de sus familiares y amigos. 

Miles de personas se convirtieron por medio de las predicaciones del ignorante vaquero de Iowa. El “fanático flaco y enfermizo”, el “loco” hizo verdaderas las palabras de Cicerón cuando dijo DA MIHI TESTIMONIUM MUTTUM (Dame como préstamo un testimonio). 

Próxima semana: Más allá de Topeka III. Seymour y Azusa. 


(1) De Rótterdam, Erasmo, Elogio de la Locura, Orbis, Barcelona, 1990. Pág. 26. 
(2) Entiéndase mundano como compatible con la sociedad.  

Artículos anteriores de esta serie:
   
  De Pentecostés a la Nueva Era  
  Un abismo entre Pentecostés y Nueva Era  
  Pentecostalismo, carismatismo y neocarismatismo  
  Más allá de Topeka (I)  

 

Mario Escobar es licenciado en Historia, diplomado en Estudios Avanzados por la Universidad Complutense de Madrid y director de la revista «Nueva Historia para el Debate»

© M. Escobar, ProtestanteDigital.com (España, 2005).

Origen y creencias del movimiento pentecostal (IV)

Más allá de Topeka

Cuarto artículo de esta serie sobre las iglesias «Pentecostales» 

Escrita por el historiador Mario Escobar Golderos

Origen y creencias del movimiento pentecostal (IV) 

El sabio Platón puso en boca de su amado maestro Sócrates las palabras aprendidas y las propias, hasta no llegar a distinguir entre lo uno y lo otro. Por ello cuando Sócrates en uno de sus diálogos memorables le dice a Fedro con respecto de la importancia de la verdad en el discurso: “Es aquel que unido al conocimiento se escribe en el alma del que aprende; aquel que por una lado sabe defenderse así mismo; y por otro hablar o callar ante quienes conviene” (1). Le informa que lo aprendido es imposible separarlo de lo propio, ya que todo, en definitiva, es aprendido. Los errores ajenos también pueden ayudarnos a recorrer el camino. 

Los orígenes del pentecostalismo pueden remontarse casi hasta donde la imaginación alcance. Desde el Espíritu Santo moviéndose por la faz de las aguas, pasando por las escuelas proféticas, La voz audible de Dios a Samuel, la llenura del rey Saúl, el baile de David ante el arca o los sueños de Daniel, pero si bien, todos estos hechos definirían el pentecostalismo, como manifestación de Dios a través de los tiempos, no llegarían a aprehender los parámetros, medidas y formas del pentecostalismo contemporáneo. 

Recorrer otro camino y llegar a los orígenes de la Iglesia, el día de Pentecostés, los Hechos de los apóstoles o las cartas apostólicas, nos ayudarían a acotar el origen y raíz de algunas doctrinas, pero tampoco servirían para identificar y expresar el pentecostalismo moderno. El pentecostalismo, aunque a los pentecostales no nos guste reconocerlo, tiene una tradición propia. Las raíces metodistas del pentecostalismo, que tantas veces se han argüido, los movimientos anabaptistas de tintes proféticos, el puritanismo inglés o las iglesias congregacionalistas norteamericanas, son base y raíz de algunos rasgos del pentecostalismo, pero, con toda seguridad, lo son de los más genéricos e interdenominacionales. Los mismos orígenes que se pueden ver en las Iglesias bautistas o las Asambleas de hermanos. 

¿Dónde nace pues la verdadera raíz del pentecostalismo contemporáneo? Algunos críticos dirán, que en la teología milagrera de Dowie, en el fanático de Parham, en el mesianismo de la señora Beuhla o en Sanford, el fundador de la “lluvia tardía”. Todos estos y otros muchos son efecto que no causa del movimiento pentecostal. La raíz, como siempre que hay un nuevo despertar, un acercamiento a la Palabra de Dios, un deseo de santidad, nace de la aspiración del pueblo por buscar a Dios. 

En palabras de Séneca SACRA POPULI LINGUA EST (2): “El Pueblo de Dios busca la auténtica voz de Dios”. Uno de los primeros líderes del nuevo movimiento nacido del Gran Despertar norteamericano y británico fue John Alexander Dowie. A Dowie no puede considerársele un pentecostal como tal, ya que no tiene algunos rasgos fundamentales como: el énfasis en los dones, las lenguas o la forma cúltica. A pesar de ello, Dowie fue uno de los iniciadores modernos de las grandes campañas evangelísticas, que luego se hicieron comunes en Estados Unidos, Australia o Reino Unido. 

John Alexander Dowie, nacido en 1847 en Edimburgo, Escocia, en el seno de una familia cristiana. Se integró rápidamente en la iglesia de sus padres, en una humilde capilla de su ciudad. A los trece años, después de su conversión, viajó con sus padres a Australia. A pesar de su escasa formación logró medrar en su nuevo país y convertirse en un hombre de negocios. A los veintiún años tomó la decisión de dedicar el resto de su vida a Dios. Estudió en la Universidad de Edimburgo en la Facultad de la Iglesia Libre. Su primera misión fue la de capellán de la enfermería de su facultad. Allí se decepcionó del trato que se daba a los enfermos y de las pocas esperanzas que proporcionaba la medicina en aquella época. Muchos autodenominados médicos eran simples mercachifles que sacaban fortunas a sus pacientes por supuestas recetas milagrosas. Tras su regreso a Australia pastoreó una iglesia en Alma, después pastoreó otras congregaciones por el país. Al llegar a la dirección de la iglesia de la calle Newton, en Sydney, una terrible epidemia de desató en la ciudad y que permitió que Dowie pusiera en práctica sus creencias sobre los dones de sanidades. 

En 1876 se casó con Jeanie y dos años más tarde abandonó su denominación para crear una iglesia independiente. En 1888, Dowie estableció su residencia en California y comenzó campañas de sanidad por todo el estado. Después de recorrer todos los Estados Unidos se instaló en Chicago. Aprovechando la exposición universal que se hizo en la ciudad, el reverendo Dowie instaló a la entrada una carpa con un gran cartel que decía “Cristo es todo”. Abrió “Casas de Sanidad” por toda la ciudad, lo que levantó las iras de algunos sectores y fue acusado de abrir clínicas ilegales. Pagó una multa, pero el Tribunal Supremo le dio la razón en última estancia. Creo la revista “Hojas de Sanidad”, que tuvo un gran número de subscritores. 

En el año 1900 planeó la construcción de una nueva ciudad llamada Sión, pero la soberbia logró que Dowie tomara en serio las adulaciones de algunos que le proclamaban el Elías que había de venir. En 1904 se autoproclamó Primer Apóstol, pero sufrió un ataque cardiaco mientras predicaba, tras una breve estancia fuera de la ciudad fue expulsado por el Consejo de la Ciudad de Sión. 

Los últimos meses, antes de su muerte en 1907, recuperó la cordura y regreso al mensaje primigenio del Evangelio. J. V. V. Barnes dijo de él: 
“…la última noche que John Alexander pasó en esta Tierra, estaba una vez más en el espíritu, sobre la plataforma, hablando a multitud de su gente. Esa noche predicó pensando que exponía los principios del evangelio a miles de personas. Mientas enseñaba las viejas verdades…cayó otra vez en un sopor…La última canción que cantó, mientras la luz del día comenzaba a asomarse fue: “Soy un soldado de la Cruz”. 

A pesar de los graves errores de Dowie, su ministerio produjo miles de conversiones y confirmó en el pastorado a muchos predicadores que continuaron la labor que el abandonaba. Es fácil juzgar desde nuestra posición el envanecimiento de Dowie y su caída, pero la vanidad, el pecado más común de los predicadores, puede seducirnos a todos. 

El profeta Jeremías nos da la clave para entender la Historia de la Iglesia y no caer en sus tropiezos cuando dice: Maldito el hombre que confía en el hombre(3). 

Próxima Semana: Orígenes del Pentecostalismo (II) 


(1) Platón, Fedro, Orbis, 1983, Barcelona. Pág. 366. 
(2) Séneca: La lengua del pueblo es santa. 
(3) Sagrada Biblia. Jeremías 17.5  

Mario Escobar es licenciado en Historia, diplomado en Estudios Avanzados por la Universidad Complutense de Madrid y director de la revista «Nueva Historia para el Debate»

© M. Escobar, ProtestanteDigital.com (España, 2005)