¿Qué es el Ruckamismo? ¿Y como afecta el asunto de la Biblia en español?

¿Qué es el Ruckamismo? ¿Y como afecta el asunto de la Biblia en español?

«El término “Ruckmanismo” proviene del predicador Peter Ruckman. Él es pastor de una iglesia en Pensacola, Florida en los Estados Unidos. Como a principios de la década del sesenta él empezó a enseñar cosas nuevas y raras que a través de los años ha afectado el punto de vista acerca de la Biblia en inglés. Los que siguen a él se les llama “Ruckmanitas”. Lo siguiente es un resumen de sus enseñanzas extrañas:

La Biblia King James en inglés fue dada por inspiración de Dios.

La Biblia King James en inglés es superior a cualquier texto griego y hebreo, inclusive los textos griegos de las cuales se hizo la traducción.

La Biblia King James en inglés corrige el griego y el hebreo, inclusive el Textus Receptus.

La Biblia King James en inglés contiene revelación avanzada.

La pura verdad es la verdad en inglés.

Se debe añadir que no todos los que creen en la superioridad de la Biblia en inglés siguen todas las enseñanzas peculiares del Ruckmanismo, pero sí han sido afectados por Ruckman, y por tanto despliegan una característica del Ruckmanismo.»

Documentación acerca de las enseñanzas peculiares de Peter Ruckman:

«a.“Corrige al griego con el inglés. Es siempre la mejor política; el que Dios bendecirá. Siéntase libre (con una conciencia tranquila) a siempre corregir el Textus Receptus griego con la Biblia Santa”. Ruckman, Peter. How to Teach the ‘Original’ Greek. Pensacola: Bible Baptist Bookstore, 1992 (2000 reprint) p. 117

b. “Tres cosas se deben enfatizar…1. La locura absoluta de traducir algún texto griego literalmente, palabra por palabra, para dar a un lector LAS PALABRAS que Dios quiere que tengamos en otro idioma”. Ruckman, Peter. How to Teach the ‘Original’ Greek. Pensacola: Bible Baptist Bookstore, 1992 (2000 reprint) p. 124

c.“La Biblia King James en inglés a menudo contiene revelaciones de la verdad que evidentemente no puede ser encontrado en ningún texto griego”. Ruckman, Peter. How to Teach the ‘Original’ Greek. Pensacola: Bible Baptist Bookstore, 1992 (2000 reprint) p. 110

d.Recibí una carta desagradable de un puertorriqueño una vez. ¿Dijo él, “Qué tienes con todo esto acerca del inglés? …¿Qué de todo nosotros aquí en Puerto Rico?

Tuvimos una Biblia antes de la King James en inglés.” Supongo que él pensó que yo era un inglés. Le escribí y le dije, “Si no fuera por Inglaterra, nosotros no sabríamos donde estamos. La latitud y la longitud se da a cada avión en el aire y cada barco en el mar por el Ecuador e Inglaterra.” … ¿Cómo explica usted eso? La ubicación absoluta es la ubicación inglesa. El tiempo absoluto es tiempo inglés. ¿Por qué pensaría que la pura verdad no es la verdad de inglés? Ruckman, Peter. Why I Believe the King James Version Is the Word of God.Pensacola: Bible Baptist Bookstore, 1988, p. 4

e. “El texto de la King James es la última y final declaración que Dios le ha dado al mundo y El lo ha dado en el idioma universal del siglo XX… La verdad es que Dios cerró la puerta de revelación cerró en año 389 antes de Cristo y lo cerró otra vez en 1611”. – el año en que se publicó la King James Ruckman, Peter. The Monarch of the Books, Pensacola, 1980, p. 9

f.Muchos de los que atacan la Reina-Valera fueron afectados directamente por Peter Ruckman. Por ejemplo, el misionero Robert Breaker en Honduras, quien decía sin documentación en su sitio de internet que cada vez que se compraba una Reina-Valera 1960, que la iglesia católica recibía un porcentaje de las ventas, estudió a los pies de Peter Ruckman. El misionero Jeff McCardle, quien ha dicho que ya que la Biblia en inglés puede corregir al griego, y por tanto puede corregir la Biblia en español, ha estado traduciendo libros de Peter Ruckman al español. El Pastor Mickey Carter de la Iglesia Landmark en Haines City, ha permitido que Peter Ruckman predique en su iglesia en el pasado.»

Fuente:

http://www.literaturabautista.com/node/103

Mapas Bíblicos

Mapas Bíblicos

Una serie útil y completa de mapas bíblicos, imprescindible para todo estudiante de la Palabra de Dios, sea principiante o avanzado. Ellos nos permitirán entender más acertadamente la Historia y la Geografía que comprenden las Sagradas Escrituras.

Formato: GIF y JPG Peso total de los archivos: 1.06 Mb

  1. Mapa 1: Antigua Jerusalem
  2. Mapa 2: Antigua Jerusalem (imagen 2)
  3. Mapa 3: El Exodo de Egipto
  4. Mapa 4: El paso del Jordán
  5. Mapa 5: Egipto y el Sinaí
  6. Mapa 6: Geografía física de Palestina
  7. Mapa 7: Reino de David y Salomón
  8. Mapa 8: El Imperio Asirio
  9. Mapa 9: El Imperio Asirio (imagen 2)
  10. Mapa 10: El Imperio Babilónico
  11. Mapa 11: El Imperio Persa
  12. Mapa 12: Imperios Babilónico, Persa y Griego
  13. Mapa 13: Los Reinos de Israel y Judá
  14. Mapa 14: Los Reinos de Israel y Judá (img 2)
  15. Mapa 15: Jerusalém en los tiempos de Jesús
  16. Mapa 16: El Mundo Antiguo
  17. Mapa 17: El Mundo Antiguo (imagen 2)
  18. Mapa 18: Palestina en los tiempos de Jesús
  19. Mapa 19: Palestina en el siglo II A.C.
  20. Mapa 20: Reino de Saúl
  21. Mapa 21: Relieve de Palestina
  22. Mapa 22: Imperio Romano en los tiempos de Cristo
  23. Mapa 23: La división de las Tribus
  24. Mapa 24: Viajes de Abraham
  25. Mapa 25: Primer viaje de San Pablo
  26. Mapa 26: Segundo viaje de San Pablo
  27. Mapa 27: Tercer viaje de San Pablo
  28. Mapa 28: Viaje a Roma
  29. Mapa 29: Elías y Eliseo
  30. Mapa 30: Reinos de Saúl, David y Salomón

En esta página puedes ver algunos de los mapas a los que hace referencia la Biblia. Pulsa sobre ellos para verlos y después puedes bajártelos a tu ordenador pulsando con el botón derecho del ratón y eligiendo «Guardar imagen como» del menú contextual. Si tienes el Internet Explorer 6 al poner el cursor sobre la imagen aparecerá una barra con cuatro iconos, si escoges el primero, que es un disquete, podrás guardarlo en tu carpeta «Mis imágenes».

1viajePablo.jpg1º Viaje de Pablo
2viajePablo.jpg2º Viaje de Pablo
3viajePablo.jpg3º Viaje de Pablo
viajeaRoma.jpgViaje a Roma
EgiptoSinai.jpgEgipto y Sinaí EliasEliseo.jpgElías y Eliseo
elpasodeljordan.jpgEl paso del Jordán
ExododeEgipto.jpgEl éxodo de Egipto
geofisicapales.jpgGeografía física de
Palestina
ImpBabPerGri.jpgImperios Babilónico,
Persa y Griego

ImperioAsirio.jpgImperio Asirio
ImperioAsirio2.jpgImperio Asirio 2
ImperioBabionico.jpgImperio Babilónico
ImperioPersa.jpgImperio Persa
IsraelJuda.jpgLos Reinos de Israel
y Judá
IsraelyJuda.jpgLos Reinos de Israel
y Judá 2
RomadeCristo.jpg
Imperio Romano en

tiempos de Cristo

viajesdeAbraham.jpgViajes de Abraham
JerusalendeJesus.jpgJerusalén en los
tiempos de Jesús
DavidySalomon.jpgReino de David y
Salomón
ReinoSaulSalomonDavid.jpgReinos de Saúl,
Salomón y David
palestinadeJesus.jpgPalestina en los
tiempos de Jesús

PalestsIIaC.jpgPalestina en el
siglo
II
A.C.
reinodeSaul.jpgReino de Saúl
RelievePalestina.jpgRelieve de Palestina Jerusalenat.jpgAntigua Jerusalén Jerusalenat2.jpgAntigua Jerusalén
2

tribus.jpgLa división de las
12 tribus
mundoantiguo.jpgEl mundo antiguo mundoantiguo2.jpgEl mundo antiguo 2

Los muros de Jericó

Los muros de Jericó
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Jericó (en árabe أريحا Ariha; en hebreo יְרִיחוֹ Yériho) es una antigua ciudad situada en Cisjordania, cerca del río Jordán en los Territorios Palestinos. Los hallazgos arqueológicos de esta ciudad cananea demuestran que se edificó desde hace más de diez mil años. Sus habitantes originarios fueron los cananeos. Jericó está mencionada en los textos bíblicos y situada a orillas del río Jordán, ubicada en la parte inferior de la cuesta que conduce a la montañosa meseta de Judá, a unos 8 km de la costa septentrional de la cuenca seca del Mar Muerto, a casi 240 m por debajo del nivel del Mar Mediterráneo y aproximadamente a 27 km de Jerusalén. Fue una importante ciudad del valle del Jordán (Dt. 34:1, 3), en la ribera occidental del río. En una época, la ciudad fue conocida como la ciudad de las palmeras (Dt. 34:3; Jue. 3:13); la primera mención en las Escrituras se da en relación al campamento de los israelitas en Sitim (Nm. 22:1; 26:3).
En la tradición judeo-cristiana, la ciudad es conocida como el lugar donde los israelitas retornaron de la esclavitud en Egipto, dirigidos por el Josué, el sucesor de Moisés.
Durante 400 años fue parte del Imperio Otomano hasta 1917, luego estuvo bajo el Mandato Británico de Palestina, pasando a control jordano entre 1948 y 1967 y luego fue conquistada por Israel durante la Guerra de los Seis Días. Desde 1994, después de los Acuerdos de Oslo, pasó a estar bajo la administración de la Autoridad Palestina.

La Jericó moderna

En el año 1200 a.C., casi en la misma época en que los griegos destruían Troya, el pueblo de Israel conquistó milagrosamente la ciudad de Jericó. Los hallazgos arqueológicos han sacado a la luz pruebas incontrovertibles que demuestran que el hecho, realmente aconteció

Pese a que la Biblia menciona a Enoc como la primera ciudad del mundo (1), los vestigios más antiguos se encuentran en Jericó, cuyos cimientos, muy anteriores, incluso a los de las grandes urbes mesopotámicas, datan del año 7000 a. C.

Antes de la aparición de la escritura, Jericó, la ciudad de las palmeras, era epicentro de una intensa actividad comercial. De allí partían y llegaban caravanas desde y hacia los más apartados confines del mundo, transportando las más variadas mercancías.

Jericó se hallaba ubicada en la ribera occidental del río Jordán, sobre una llanura rica y extensa, próxima al Mar Muerto (bajo cuyas aguas yacen los restos de Sodoma y Gomorra), por entonces un oasis rico en palmeras, dátiles y pozos de agua.

Con el paso de los años, la ciudad llegó a ejercer notable influencia sobre el sector occidental del Medio Oriente y a atraer a individuos de otras latitudes, que veían en ella un lugar de prosperidad y poder.

Vivían allí los cananeos, quienes efectuaban ofrendas al dios Moloch arrojando niños a las llamas y practicando terribles abominaciones que ofendían a Dios.


Josué en Jericó
“Sucedió que después de la muerte de Moisés, siervo del Señor, habló el Señor a Josué, hijo de Nun, ministro de Moisés, y le dijo: ‘Mi siervo Moisés ha muerto; anda y pasa el Jordán tú y todo el pueblo contigo, para entrar en la tierra que daré a los hijos de Israel” (2).

“… y cuando se oiga su sonido más continuado y después más cortado, e hiriere vuestros oídos, todo el pueblo gritará a una con grandiosísima algazara, y caerán hasta los cimientos los muros de la ciudad”

Con esas palabras el Señor le ordenó a Josué la conquista de Canaán. Y una vez frente a Jericó, volvió a hablarle para decir: “Mira, Yo he puesto en tus manos a Jericó y a su rey y a todos sus valientes. Dad la vuelta a la ciudad una vez al día todos los hombres de armas. Y haréis esto por espacio de seis días. Y al séptimo tomen los sacerdotes siete trompetas de las que sirven para el jubileo, y vayan delante del Arca del Testamento, y en esta forma daréis siete vueltas a la ciudad, tocando los sacerdotes sus trompetas; y cuando se oiga su sonido más continuado y después más cortado, e hiriere vuestros oídos, todo el pueblo gritará a una con grandiosísima algazara, y caerán hasta los cimientos los muros de la ciudad por todas partes, y cada uno entrará por la que tuviere adelante” (3).

Cumplida la orden. Las gruesas murallas cayeron, la ciudad fue arrasada, sus templos destruidos y sus sacerdotes aniquilados. Y solo Rahab fue respetada, y los que moraban con ella, por haber ayudado a los exploradores que Josué había enviado días antes de su destrucción.

Josué maldijo a Jericó, condenando a quien la reedificase y luego marchó hacia Hai, ciudad que también arrasó, pasando a cuchillo a sus impíos habitantes.

Vestigios milenarios
Entre 1907 y 1909 arqueólogos alemanes efectuaron las primeras excavaciones en Jericó, hallando montículos de ladrillos apilados, que pertenecieron a las murallas y los principales edificios de la ciudad.

La excavaciones más importantes tuvieron lugar entre 1952 y 1956 y estuvieron a cargo de la arqueóloga británica Kathleen Mary Kenyon que excavó nuevamente el lugar, determinando que los ladrillos descubiertos por los alemanes, eran parte de la gran muralla que se desplomó durante la conquista de la ciudad.

La Sagradas Escrituras señalan que, después de pasar a cuchillo a todos los habitantes, los israelitas incendiaron Jericó. “Después abrasaron la ciudad, y cuanto en ella había, menos el oro y la plata, y los muebles de cobre y de hierro, que fueron consagrados para el erario del Señor” (4).

La situación de Jericó, ciudad muy fortificada, le daba el dominio del bajo Jordán y de los pasos que llevaban a los montes occidentales; la única manera de que los israelitas pudieran avanzar al interior de Canaán era tomando la ciudad. Josué envió a dos espías para que reconocieran la ciudad (Jos. 2:1-24), el pueblo atravesó milagrosamente el Jordán en seco, y plantaron las tiendas delante de la ciudad. Por orden de Dios, los hombres de guerra fueron dando vueltas a la ciudad, una vez por día, durante seis días consecutivos. En medio de los soldados, los sacerdotes portaban el arca del pacto, precedida por siete sacerdotes tocando las bocinas. El séptimo día dieron siete veces la vuelta a la ciudad; al final de la séptima vuelta, mientras resonaba el toque prolongado de las bocinas, el ejército rompió en un fuerte clamor, las murallas se derrumbaron, y los israelitas penetraron en la ciudad. En cuanto a la fecha, sería alrededor del año 1403 a.C. (cf. ÉXODO Y PEREGRINACIÓN POR EL DESIERTO).
http://www.sedin.org/propesp/Jerico.htm

Pruebas palpables
Hay quienes sostienen que la caída de las murallas se debió a un terremoto, posibilidad que los estudiosos han descartado porque las mismas se mantuvieron en pie en el sector norte. Y aquí viene lo sorprendente ya que, como se recordará, los emisarios del ejército de Josué se alojaron en la casa de Rahab, construida sobre la misma pared, casa que se salvó milagrosamente de la destrucción, mientras el resto de la empalizada sucumbía.

Lo que asombró a los arqueólogos es que los muros que rodean a las ciudades caen siempre hacia adentro. En el caso de Jericó, ciudad provista de una doble empalizada, el interior cayó hacia adentro, no así el exterior, que lo hizo completamente hacia fuera.

El que una parte de las murallas hubiese permanecido en pie, refuerza la versión bíblica. La casa de Rahab se hallaba construida sobre ese sector, en la parte norte, justamente el que no sucumbió. Incluso los arqueólogos creen que alguno de los vestigios edificados contra ese tramo, sería la casa de la meretriz (La expedición de Kathleen Kenyon sacó a la luz los restos de una casa, desenterrando el piso de su cocina, sobre el que se había estrellado una vasija).

Más evidencias
También existen pruebas del gran incendio que sobrevino inmediatamente después del ataque, hecho que refuerza el relato bíblico.

Una espesa capa de hollín recubre gran parte de los vestigios, demostrando que la ciudad fue destruida por fuego (Jos. 6:24). La propia Kenyon lo describe al referir que la hecatombe fue completa y que tanto los muros como los pisos de las viviendas quedaron ennegrecidos por el humo y la ceniza.

Pero hubo otros descubrimientos que llamaron poderosamente la atención de los especialistas. Grandes cantidades de trigo fueron descubiertas en los almacenes, evidenciando, claramente, que si hubo un cerco a la ciudad, el mismo fue breve ya que de haber sido prolongado, se hubiera utilizado. No olvidemos que los israelitas tenían la orden de destruir la ciudad hasta los cimientos sin llevarse nada de ella, por considerarla maldita, y que se les prohibió el saqueo. “Y sea esta ciudad y todo lo que hay en ella, anatema del Señor” (5).

La ciudad había sido proclamada anatema. A excepción de Rahab, que había dado refugio a los espías, y su familia, todos los demás habitantes fueron muertos. El oro, la plata, los objetos preciosos, entraron al tesoro de Jehová. Josué lanzó una maldición contra quien reconstruyera la ciudad (Jos. 5:13-6:26).

La nueva Jericó

Fue asignada a Benjamín; se hallaba en los límites de Benjamín y Efraín (Jos. 16:1, 7; 18:12, 21).
Eglón, rey de Moab, hizo de ella su residencia en la época en que oprimió a los israelitas (Jue. 3:13).
En el reinado de Acab, Hiel de Bet-el fortificó la ciudad; en el curso de esta fortificación perdió, o sacrificó, a sus dos hijos, en cumplimiento de la maldición de Josué (1 R. 16:34).
Durante el ministerio de Eliseo había en Jericó una comunidad de profetas (2 R. 2:5).
Elías, al ir a ser arrebatado al cielo, atravesó Jericó con Eliseo (2 R. 2:4, 15, 18).
En Jericó fueron puestos en libertad los hombres de Judá que habían sido hechos prisioneros por el ejército de Peka, rey de Israel (2 Cr. 28:15).
Los caldeos se apoderaron de Sedequías cerca de Jericó (2 R. 25:5 Jer. 39:5 52:8).
Después del retorno del exilio, algunos de sus habitantes ayudaron a construir los muros de Jerusalén (Neh. 3:2).
Báquides, general sirio, levantó los muros de Jericó en la época de los Macabeos (1 Mac. 9:50).
Al comienzo del reinado de Herodes los romanos saquearon Jericó (Ant. 14:15, 3).
Después Herodes la embelleció construyendo un palacio y, sobre la colina detrás de la ciudad, levantó una ciudadela que llamó Cipro (Ant. 16:5, 2; 17:13, 1; Guerras 121, 4, 9).
La parábola del Buen Samaritano se sitúa sobre el camino de Jerusalén a Jericó (Lc. 10:30).
La curación del ciego Bartimeo y de su compañero tuvo lugar en el camino de Jericó (Mt. 20:29; Lc. 18:35);
Zaqueo, a quien Jesús llamó para hospedarse en su casa y darle la salvación, moraba en Jericó (Lc. 19:1, 2).
Jericó se halla a casi 240 m. por debajo del nivel del mar Mediterráneo, en un clima tropical, donde crecían las balsameras, la alheña, los sicómoros (Cnt. 1:14; Lc. 19:2, 4; Guerras 4:8, 3).
Las rosas de Jericó eran consideradas extraordinariamente bellas (Eclo. 24:14).
La antigua Jericó se elevaba muy cerca de las abundantes aguas llamadas en la actualidad ‘Ain es-Sultãn; ésta es indudablemente la fuente que Eliseo sanó (2 R. 2:12-22; Guerras 4:8, 3).
La Jericó moderna, en árabe «Er-Riha», se halla a 1,5 Km. al sureste de la fuente.
http://www.sedin.org/propesp/Jerico.htm
Ruinas de Jericó. Viviendas contiguas a la muralla

En tiempos del rey Acab, Hiel, oriundo de Betel, reconstruyó Jericó aún a costa del enojo de Dios6. La edificó casi sobre la ciudad antigua, a escasos metros al noroeste, en parte, sobre sus ruinas.

La ciudad se repobló y con el tiempo, fue testigo de hechos de trascendencia, como el paso de Elías y Eliseo; la captura del rey Sedecías por las tropas babilónicas; la edificación de una nueva muralla por Báquides durante la guerra con los Macabeos; el saqueo por los romanos y la edificación de un palacio por Herodes.

En el camino de Jericó a Jerusalén transcurre la parábola del Buen Samaritano y entrando Nuestro Señor Jesucristo a la ciudad, se produjo el encuentro con Zaqueo el pecador, previa curación del ciego en las pertas de acceso.

El relato, uno de los más bellos del Nuevo Testamento, hace referencia al suceso. “En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, estaba un ciego sentado junto al camino pidiendo limosna; al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello. Le informaron que pasaba Jesús el Nazareno y empezó a gritar, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí! Los que iban delante le increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten compasión de mí! Jesús se detuvo, y mandó que se lo trajeran y, cuando se hubo acercado, le preguntó: ¿Qué quieres que te haga? Él dijo: ¡Señor, que vea! Jesús le dijo: Ve. Tu fe te ha salvado. Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al verlo, alabó a Dios”7. Acto seguido, al ver a Zaqueo, Jesús le pidió que lo invitase a cenar a su casa y le perdonó todas sus faltas.

Sucesos incuestionables
Las nuevas tendencias revisionistas intentan negar lo indudable; aquello que consta en las Sagradas Escrituras. Así, de ese modo, la ciudad que fue destruida por sus pecados y perversiones y fue escenario de uno de los hechos trascendentes de la vida de Nuestro Señor, ha vuelto a la luz, confirmando una vez más que los sucesos que involucran al Creador, no son un simple mito.

Tiempos prehistóricos

Desde los tiempos prehistóricos se distinguen tres asentamientos distintos cercanos a la localización actual, que abarcan más de 11.000 años, en una posición noroeste respecto al Mar Muerto.

Tell es-Sultán
El asentamiento más temprano fue situado en el actual Tell es-Sultán, un par de kilómetros de la ciudad actual. En idioma árabe, tell significa el ‘montón’ o ‘colina’ de capas consecutivas que se acumularon por la habitación humana, al igual que los establecimientos antiguos en Medio Oriente y Anatolia. Jericó es un tipo de sitio clasificado como Neolítico Pre-Cerámico A (PPN A) y Neolítico Pre-Cerámico B (PPN B). La habitación humana se ha clasificado en varias fases:

Natufiense
Proto-Neolítico: se caracteriza por instalación y construcción de estructuras de piedra de la cultura Natufiense, que comienza en fechas anteriores al 9000 a. C.

PPN A
Neolítico Pre-Cerámico A, 8350 a. C. a 7370 a. C., también llamado Sultaniense. En este periodo se ubica la construcción de un asentamiento de 40.000 metros cuadrados, rodeado por un muro de piedra, con una torre de piedra en el centro de ese muro. En su interior hay casas redondas del ladrillo de barro o adobe. Ya hay uso de cereales domesticados: farro, cebada y legumbres, más evidencias de caza de animales salvajes.

PPN B
Neolítico Pre-Cerámico B, 7220 a. C. a 5850 a. C. Hay una gama muy amplia de plantas domesticadas. También hay evidencias de posible domesticación de ovejas. Hay antecedentes de un culto religioso, que implicaba la preservación de cráneos humanos, con las características de reconstrucción facial con yeso y los ojos cubiertos con cáscaras de frutos en algunos casos. Después del establecimiento de fase de PPN A, allí se evidencia un quiebre o un corte de varios siglos, hasta que se inició el asentamiento de PPN B, que fue fundado sobre la superficie erosionada del tell.

En esta nueva etapa la arquitectura consistió en edificios rectilíneos hechos de ladrillos en fundaciones de piedra. Los ladrillos fueron hechos con las impresiones profundas del pulgar para facilitar su manipulación. No se ha excavado ningún edificio en su totalidad. Normalmente, varios cuartos formaban un racimo alrededor de un patio central. Hay un m grande del sitio (6,5 x 4 m y 7 x 3 m) con divisiones internas, el resto son pequeños, utilizado probablemente para el almacenaje. Los cuartos tienen colores rojos o rosáceo y los pisos están hechos de cal, formando lo que se conoce como terrazzo. Algunas impresiones de las esteras hechas de cañas o de acometidas se han preservado. Los patios tienen pisos de arcilla.

Kathleen Kenyon, una de las más destacadas investigadores del asentamiento de Jericó, interpreta que una de las construcciones fue algo así como una capilla, ya que en una de las paredes tiene un altar. Un pilar de piedra volcánica fue encontrado muy cerca de ese lugar. Sus habitantes enterraban a sus muertos debajo de los pisos o en un terraplén de escombros de edificios abandonados. Hay varios entierros colectivos, aunque no todos los esqueletos se articulan totalmente, lo que puede señalar un período de exposición antes del entierro propiamente tal. Una sepultura de A contuvo siete cráneos. Las quijadas fueron separadas, la cara cubierta con yeso, caracoles marinos fueron utilizados para los ojos. En los otros sitios, se encontraron diez cráneos. Los cráneos modelados fueron encontrados dentro de Tell Ramad y Beisamoun.

Otros hallazgos
Pedernales: Se han descubierto puntas de flecha (tipo espiga o de muescas laterales) y dentadas, hoces laminadas, buriles, raspadores, algunas hachas de obsidiana negra y obsidiana verde de fuente desconocida.
Piedras: cuencos y algunas hachas, platos y tazones de piedra caliza suave. También anzuelos hechos de piedra.
Herramientas de hueso: espátulas y taladros.
Figuras antropomorfas de yeso, casi de tamaño natural.
Figuras antropomorfas de arcilla.
Conchas y trozos de malaquita.

Neolítico Cerámico A y B
A partir del IV milenio a. C. Jericó fue nuevamente ocupada y, en general, los restos del sitio muestran conexión con los grupos sirios y con los del oeste del Eúfrates. Hay edificios de adobe y pisos rectilíneos de yeso.

Edad de bronce

Muchas de las ciudades cananeas fueron destruidas durante el siglo XVI a. C., a finales del Bronce Medio de la Edad de Bronce y tales rastros han sido encontrados en Jericó por 3 distintas excavaciones. Hay también muestras arqueológicas de una pared alrededor de la ciudad con un revestimiento externo de piedra pero construida sobre adobe, que fue destruida en ese período. La secuencia y las fechas exactas de estos restos son difíciles de establecer y son altamente discutidas. Kathleen Kenyon observó 15 diversos episodios destructivos en los restos de la edad de bronce.

La Biblia describe una de sus destrucciones como resultado de la invasión llevada adelante por Josué, el sucesor de Moisés. Algunos investigadores bíblicos que utilizan las genealogías de las Escrituras, fijan la fecha del Éxodo en el décimo sexto o el décimo quinto siglo a. C., y consideran estos antecedentes como una ayuda muy significativa para confirmar la veracidad del relato bíblico.
Sin embargo, otros eruditos ven una contradicción entre la historia y el texto bíblico en esta área, señalando que los asentamientos más tempranos conocidos de los israelitas no aparecen hasta cerca 1230 a. C., después de que las paredes de Jericó habían sido destruidas.

Tulul Abu El-‘Alayiq
Los períodos posteriores que atravesó el área, tales como el helenístico, Nuevo Testamento, e islámico han dejado los montículos situados en EL-‘Alayiq de Tulul Abu, a 2 kilómetros al oeste del moderno Er-Riha.

Arqueología

Se encontró abundante cantidad de grano quemado,
evidenciando las circunstancias que se narran en el
libro de Josué de que la conquista fue en la época de
la cosecha, y que la ciudad no fue rendida por hambre,
sino por la caída de las murallas tras un rápido asedio.
Biblical Archaeology Review 1990, No. 3, p. 51

La primeras excavaciones del sitio fueron hechas por Charles Warren en 1868. Luego, Ernst Sellin y Carl Watzinger excavaron Tell es-Sultán y EL-‘Alayiq de Tulul Abu entre 1907-1909 y en 1911. Juan Garstang trabajó allí excavando entre 1930 y 1936. Las investigaciones extensas que usaron técnicas más modernas fueron hechas por Kathleen Kenyon entre 1952 y 1958. Lorenzo Nigro y Nicolo Marchetti condujeron una excavación limitada en 1997. Más adelante, el Dr. Bryant Wood también hizo una visita al sitio para verificar los resultados del equipo anterior a 1997, quienes eran financiados por el Departamento Palestino de Arqueología.

Arqueología:

Ernst Selin y la sociedad Deutsche Orientgesellschaft (1907-1909) iniciaron allí excavaciones sobre el montículo llamado Tell es-Sultan. Fueron continuadas muy extensamente por John Garstang (1930-1936); en 1952 fueron reanudadas por Kathleen Kenyon y por las escuelas de arqueología de Inglaterra y EE. UU. Fue Garstang quien descubrió la evidencia de los muros caídos, y esta evidencia fue fotografiada por él y por posteriores investigadores. Los muros habían caído de dentro hacia afuera. Sus fundamentos no habían sido minados, sino que debieron ser derrumbados por un potente temblor de tierra. También había evidencia de un violento incendio de la ciudad. La revisión de Miss Kathleen Kenyon de esta identificación en base a la cerámica asociada con la cronología de Egipto no tiene en cuenta la necesaria revisión de la estructura cronológica de la historia de Egipto (Véanse EGIPTO, ÉXODO, FARAÓN, HICSOS, HETEOS, etc.). En base a la revisión de Velikovsky y Courville, la destrucción de Jericó concuerda perfectamente con todos los detalles físicos de la destrucción y con los restos arqueológicos, y no se puede objetar a la identificación efectuada por Garstang en 1930-1936, ni a la fecha de 1400 a.C. Los restos correspondientes a la conquista correspondían a una doble muralla de ladrillos, con un muro exterior de 2 m. de espesor, un espacio vacío de alrededor de 4,5 m. y un muro interior de 4 m. Estos muros tenían en aquel entonces 9 m. de altura. La ciudad, muy pequeña, estaba entonces tan superpoblada que se habían construido casas en la parte alta de la muralla, por encima del espacio vacío entre las dos murallas (cf. la casa de Rahab, Jos. 2:15). El muro exterior se hundió hacia afuera, y el segundo muro, con sus edificaciones encima, se hundió sobre el espacio vacío. Así, la arqueología nos da, en realidad, una evidencia totalmente armónica con el relato de las Escrituras.

Ruinas de Jericó
Biblical Archaeology Review 1990, No. 3, p. 48

Conclución:
Es necesario derribar esas murallas, al parecer indestructibles, y así poder escuchar la voz de Dios. El Jericó logró unir a un nutrido número de personas, para ver con Fe los frutos de la oración en la propia vida y en la sociedad, como dice San Pablo en la Carta a los Hebreos: “Por la fe, se derrumbaron los muros de Jericó, después de ser rodeados durante siete días” (Heb. 11, 30).

Notas:
1- Gen. 4, 17. “Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió, y parió a Enoc: y edificó una ciudad que llamó Enoc, del nombre de su hijo”.
2- Jos. 1, 1-2.
3- Jos. 6, 2-5.
4- Jos. 6, 24.
5- Jos. 6, 17.
6- Reyes I, 16, 34.
7- Luc. 18, 35-43.

fuente:
http://www.cruzadadelrosario.org.ar/revista/0712/jerico.htm
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/a8/Prise_de_J%C3%A9richo.jpg/250px-Prise_de_J%C3%A9richo.jpg
Artículo procedente del Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, de Editorial CLIE,Samuel Vila y Santiago Escuain, redactores (CLIE, Terrassa 1985, 1185 pp.).
http://www.sedin.org/propesp/Jerico.htm

Egipto pide la piedra Rosetta… prestada

Egipto pide la piedra Rosetta… prestada
Redacción
BBC Mundo

Hawass envió varias cartas a museos europeos.

El director del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto dijo que retirará la demanda contra el Museo Británico para lograr la devolución definitiva de la Piedra de Rosetta si la institución inglesa la cede temporalmente.

La piedra de granito negro, que data del año 196 antes de Cristo, y que fue fundamental para descifrar los jeroglíficos de los antiguos egipcios, ha estado en el museo desde 1802.

El doctor Zahi Hawass dice que aunque él quisiera la pieza arqueológica se quedara por siempre en Egipto, se conformaría con que la piedra pudiera viajar temporalmente al país para ser exhibida durante la inauguración del Gran Museo de Giza, prevista para 2013.

Hawass agregó que ya ha hecho la solicitud por escrito a Londres.

Una portavoz del museo indicó que una petición oficial para la devolución permanente de la piedra no ha sido presentada por Egipto, pero que la posibilidad de un préstamo será estudiada «muy pronto» por los directivos de la entidad.

«Piratas»

Pero las cartas de Hawass no han sido destinadas sólo a la capital inglesa.
Otros museos han recibido solicitudes similares de préstamos pero según el funcionario egipcio la respuesta general «no ha sido buena» porque dudan acerca de si los objetos serán devueltos.

«No somos piratas del Caribe. Somos un país civilizado. Si yo firmo algo, cumpliré mi palabra», dijo Hawass al corresponsal de BBC, Nick Higham.

«Tenemos el derecho de exhibir nuestros monumentos», agregó.

No somos piratas del Caribe. Somos un país civilizado. Si yo firmo algo, cumpliré mi palabra (y devolveré los objetos). Tenemos el derecho de exhibir nuestros monumentos.
Doctor Zahi Hawass, director del Consejo Supremo de Antiguedades.
La piedra de Rosetta, descubierta en Egipto por soldados franceses en 1799 y entregada a los ingleses bajo los acuerdos del Tratado de Alejandría dos años más tarde, es uno de los más preciados objetos antiguos que el doctor Hawass ha pedido sea devuelto.

Lo que hace que la piedra sea tan relevante es que gracias a ella se pudieron descifrar los jeroglíficos egipcios.

La pieza contiene el mismo texto en jeroglíficos egipcios, en demótico -otro idioma del antiguo Egipto- y en griego antiguo. La presencia de este último lenguaje permitió a los estudiosos europeos conocer el significado de dichos símbolos.

Más reclamos

Entre los otros objetos solicitados por Hawass están cinco frescos antiguos que fueron robados de una tumba del Valle de los Reyes en la década de 1980 y actualmente son exhibidos en el Museo del Louvre de París.

También el busto de la reina Nefertiti, de 3.500 años de antiguedad, esposa del famoso faraón Akhenaten, que se exhibe en la actualidad en el recién reinaugurado Museo Neues, en Berlín, Alemania.

Otro busto de Anchhaf, constructor de la pirámide de Kefren, actualmente en el Museo de Arte de Boston; un pintura que representa un zodiaco que estaba en el templo de Dendera y ahora está en el Louvre; y la estatua de Ramesses II, en el museo de Turín.

Cientos de miles de objetos fueron robados y sacados de Egipto durante la época del gobierno colonial, y después por arqueólogos, aventureros y ladrones profesionales.

Según una disposición de las Naciones Unidas de 1970, los objetos son propiedad del país de origen y las piezas contrabandeadas deben ser devueltas.
http://www.bbc.co.uk/mundo/cultura_sociedad/2009/12/091209_egipto_rosetta-gz.shtml

Diótrefes y la patología de ser siempre el primero

Diótrefes y la patología de ser siempre el primero

Diciembre 14, 2009 by jcanto

Jorge Canto
Pastor de la iglesia La Nueva Jerusalén de Mérida, México y maestro internacional del ISUM (Instituto de Superación Ministerial) de las Asambleas de Dios. Ha colaborado como escritor en diferentes proyectos educacionales de la editorial ECCAD.

Últimamente se está utilizando el vocablo filoprimatosis, que llena en cierta medida la necesidad de definir al deseo o acción insana que tiene un individuo de ocupar el primer lugar, rebelándose a la autoridad legalmente constituida y abrogándose ésta para sí mismo. Poco a poco este neologismo va ocupando el vocabulario de mucha gente, especialmente en el ámbito eclesiástico ya que parece solucionar en buena medida la necesidad de dar nombre a este fenómeno. Buscando la etimología de la palabra no encontramos respuesta satisfactoria, alguien mencionó que:
Filoprimatosis: Viene de dos palabras griegas: Filo que significa amigo o aficionado: nosis un sufijo que significa enfermedad, más la palabra primacía. Por lo lanío, la filoprimatosis es la anormalidad de querer siempre ocupar el primer puesto.

Aunque el término es bastante bueno porque solventa una carencia, la misma Biblia nos señala el vocablo que se utilizó en sus santas líneas para definir a la actitud de primacía que hemos venido mencionando. La palabra que la Escritura señala se encuentra en la carta tercera de Juan:
3 Jn 1:9 Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe.
La frase que en español se traduce: le gusta tener el primer lugar en griego solo es una: filoproteo (φιλοπρωτεύω) que solamente aparece una vez en las Escrituras y es en este pasaje. A la palabra que aparece una sola vez en la Biblia se le denomina hapax legomena. La etimología de la palabra filoproteo es sencilla. Es un vocablo compuesto que proviene, lógicamente, del griego. Tiene un prefijo muy conocido que es filós, amistad, amor y del término proteuo: primer lugar; juntando ambos elementos tenemos amar el primer lugar. El sentido que el Nuevo Testamento le da es completamente patológico.
¿Alguien quiere el segundo lugar hoy día? Como existe tanta publicidad a evangelios novedosos y populares (como los llamados de prosperidad) se promueve excesivamente una aristocracia cristiana (La palabra aristocracia es una palabra de origen griego que viene del prefijo aristós, que los micenos definían como el mejor y de kratos, gobierno) haciendo así un estrato espiritual entre el pueblo del Señor: Los que son mejores y los que no lo son. Los que enseñan esto son Diótrefes que tienen púlpitos internaciones y que promueven un hitleriano pensamiento de limpieza étnica espiritual, ya que miran de soslayo e incluso se apartan de aquellos pobretones de la fe, que carecen de visión alguna, según ellos, y solo promueven el cristianismo mendigante, claro, por el simple hecho de no pensar como estos grandes apóstoles. ¡Qué lejos están los que predican tales carnalidades de aquel humilde Maestro que prefirió un pesebre que la cama de un palacio dándonos claramente un mensaje del olvidado término: humildad!
El griego marca la pauta en esta semántica, en cuanto a los lugares primero, segundo y tercero. Para tener una idea de las posiciones en el griego tomemos como ejemplo los ordinales de este idioma con terminación –eúoo (-εύω), protéuoo: ser el primero; déuteruoo: ser el segundo; triteuoo: ser el tercero; enatéuo: “tener la novena parte para el sacrificio”; dekatéuoo: “el diezmo exacto” … Aún entre los evangélicos de hoy pocos quieren un segundo lugar. Se promueve ser los números uno en todo y la competitividad está hasta en los altares donde las almas claman por perdón, o quizá, en algunos casos, por ser el primero en todo, ¿quién sabe?
El vocablo Proteúoo se deriva a su vez del adjetivo protós-é-ón: primero. De allí se derivan palabras en español como protozoo, organismo de una sola célula; prototipo, ejemplar original o primer molde. Protéuoo aparece una sola vez en el Nuevo Testamento siendo así otro hapax legomena, aparece en Col. 1:18:
y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia (protéuoo);
Protéuoo significa el primer lugar, preeminencia. Al aparecer este término demuestra lo poco que se podía destinar un vocablo como este para alguien común, de hecho se le aplica a la figura de Cristo, porque solo él merece la supremacía en todo. Según G. H. R. Horsley en su libro New documents illustrating early Christianity: a review of the Greek, menciona que si bien el vocablo escasea en el Nuevo Testamento no era así en los escritos de la época bíblica. Los autores clásicos griegos lo empleaban con frecuencia para atribuirlo como un título honorífico para alguna persona . Esto nos lleva a pensar que si el término en cuestión se le aplicaba a alguien que realmente se consideraba superior a otros entonces eso nos lleva a deducir que había gentes que de verdad deseaban el primer lugar y amaban enfermizamente ese primer lugar. Así que lo que realmente hacía Diótrefes era que en el nombre de Jesús trabajar en contra de Jesús lesionando a los enviados de Jesús, para que en la iglesia de Jesús, él tenga el lugar que solo Jesús merece. En otras palabras, Diótrefes era un simple y llano Anticristo.
Así que la palabra más correcta para la actitud de búsqueda de primacía y reconocimiento entre los creyentes ya no sería exactamente filoprimatosis sino filoproteosis que define con mayor exactitud a la acción de abrogarse el top de la lista de individuos que conforman una sociedad, en especial, de la sociedad cristiana. La correcta etimología de la palabra, aunado al contexto bíblico del cual se desprende validan por si solas a la expresión para su uso cotidiano. Y la utilización semántica debe circunscribirse a las siguientes acciones:
Cuando un individuo busca el reconocimiento público de los demás como meta en sí misma.
Cuando alguien rechaza la autoridad legalmente constituida por amenazar ésta su propio liderazgo.
Cuando una persona rechaza buenas ideas por considerar que éstas menoscaban la posición de privilegio de la que ahora está gozando.
Cuando alguien prohíbe a otros el contacto con las autoridades establecidas sin una finalidad más que la protección de su propio cacicazgo.
Al final filoproteosis pretende definir un error ya de por sí añejo y que ha aquejado hasta a la misma iglesia, infiltrando con sus venenosos tentáculos las preciosas almas de los hombres para arrastrarlos hacia el mismísimo real y verdadero pecado original por el cual el Diablo fue desechado del cielo: la soberbia. Primero Yo y después Yo, esa egofórmula solo ha traído desgracias de magnitudes dantescas. Perfilemos mejor el deseo del corazón cambiando está egofórmula a la verdadera, la correcta: Primero Dios y después Dios.
Como dijo el hermoso Señor: Mat 23:11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.
Jorge Canto Hernández
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Un Árbol que Da Sombra

Un Árbol que Da Sombra
por Charles R. Swindoll

Poco antes de su muerte el poeta inglés Samuel Taylor Coleridge escribió Youth and Age [Juventud y Vejez] en donde reflexiona sobre su pasado y la fuerza de años pasados.

Para mí, la línea más conmovedora en esta pintoresca obra es la declaración: “La amistad es un árbol que da sombra. . . .”.

¡Cuán cierto . . . cuán terriblemente cierto! Cuando los rayos candentes del sol de la adversidad penetran ardiendo en nuestros días, no hay nada como un árbol que da sombra, un verdadero amigo, que nos da alivio bajo su sombra fresca. Su tronco masivo de comprensión da seguridad mientras que su espeso follaje de amor nos limpia la cara y nos seca la frente. ¡Bajo sus ramas más de un alma desalentada ha hallado descanso!

Permítanme nombrar unos pocos. Elías estaba listo para darse por vencido. Deprimido y amenazado, devolvió su placa de profeta y redactó su renuncia. Dios rehusó aceptarlas. Le dio descanso, buena comida y un “árbol” llamado Eliseo que “le servía” (1 Reyes 19:19-21). Usando la analogía de Coleridge, Elías descansó bajo el “árbol que daba sombra” llamado Eliseo.

Pablo tuvo una experiencia similar. De hecho, los árboles en su vida le sostuvieron significativamente. Hubo un Bernabé que estuvo a su lado cuando todos los demás le huían (Hechos 9:26-27; 11:25-26). Allí estuvo Silas, su compañero de viaje en muchos kilómetros de otra manera solitarios (15:40-41). Cuando se añade el doctor Lucas, y Timoteo, y Onesíforo, y Epafrodito, y Aquila y Priscila, se halla un verdadero bosque de árboles de refugio. Incluso Jesús disfrutó de la compañía de Lázaro, Marta y María. Incluso Él recibió refrigerio bajo estas ramas de refugio en Betania (Juan 11:5).

Pero de todos los árboles que Dios puso junto a sus siervos escogidos, un roble humano se yergue como el más grande, a mi juicio. David se hallaba perseguido y acosado por Saúl enloquecido. Entre Saúl y David, sin embargo, estuvo un árbol de sombra llamado Jonatán. Leal y confiable, Jonatán le aseguró a David: “Lo que deseare tu alma, haré por ti“(1 Samuel 20:4). Sin límites, ni condiciones, ni regateos, ni reservas. Lo mejor de todo, cuando las cosas llegaron a su peor punto, él “vino a David . . . y fortaleció su mano en Dios” (23:16). ¿Por qué? Porque estaba comprometido a los principios básicos de la amistad. Porque le amaba como se amaba a sí mismo (18:1). Fue la clase de amor que hace que los hombres pongan su vida por sus amigos, como Jesús lo dijo (Juan 15:13). No existe mayor amor en este globo.

¿Debajo de las ramas de quién halla usted refrigerio, querido lector? O, me atrevería a preguntar, ¿quién descansa bajo las suyas? Ocasionalmente encuentro a un alma independiente que rehúye de la idea de que necesita tal refugio, pensando que los árboles son para los inmaduros, los nenes espirituales, porque no han aprendido a confiar sólo en el Señor. Es esa la persona que más compadezco, porque sus contactos horizontales son invariablemente superficiales. Lo peor de todo, sus años finales en la tierra los pasará en el punto más solitario imaginable: un desierto candente, y sin árboles.

Así que, entonces, ocupémonos en la tarea de regar, y podar, y cultivar nuestros árboles, ¿lo haremos? ¿Sería más preciso si añadiera sembrar unos pocos? Esperar que crezcan lleva tiempo, como sabe, y a lo mejor usted en realidad necesitará unos pocos cuando el calor suba y los vientos empiecen a soplar.
Adaptado de Charles R. Swindoll, “A Sheltering Tree,” Insights (Mayo 1999): 1. Copyright © 1999, Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

¿Cómo explicar la nieve…?

¿Cómo explicar la nieve…?

El padre Giocondo ha traducido la Biblia al sindao

Alfa & Omega, 10/12/09 – El padre Giocondo Pendin, misionero comboniano de origen italiano, lleva en Mozambique desde el año 1972, cuando aún era colonia portuguesa. Es uno de tantos misioneros que llevan más años viviendo en el país de misión que en su propio país, de modo que, si no fuera porque el color de la piel le delata, podría decirse que tiene ya más de africano que de europeo.
El padre Jocondo fue uno de tantos que prefirió quedarse durante la larga guerra civil que asoló el país, y no porque estuviera exento de peligros: fue testigo de «barbaridades y de actos heroicos», como él mismo recuerda, sin poder viajar ni moverse del lugar durante 15 años, para no poner en peligro su vida, pasando la noche en el suelo para pasar más desapercibido, y, aún así, no pudo evitar recibir un tiro en el cuello que le mantuvo una parte del cuerpo paralizado durante años.
Durante los últimos 7 años, el padre Jocondo ha estado ocupado en una tarea muy particular que, por fin, hace ya un año, ha podido ver la luz, y es la traducción de la Biblia al sindao, el dialecto que hablan en la misión de Machanga, de la que es párroco. No se trata de una simple traducción de un idioma a otro.
Es mucho más. Es trasladar conceptos que allí no podrían entenderse nunca, que son evidentes para un occidental, e incomprensibles en África. «Cuando se leen expresiones -explica el padre Jocondo- como blancos como la nieve, ¿cómo explicar qué es la nieve, que jamás han visto ni conocen?… O Tú serás la piedra sobre la que edificaré mi Iglesia es extraño para ellos, porque aquí las casas no se construyen sobre piedra. Por otro lado, para un africano Dios debe ser descrito con la ternura de una madre, no de un padre, porque, debido a la poligamia, algunos padres no saben siquiera cuántos hijos tienen, muchos hijos ni conocen a sus padres, y la relación con la madre siempre es mucho más profunda, y en ocasiones, la única.
Es necesario cambiarlo para poder suscitar un sentimiento de amor y ternura». Para el padre Jocondo, aún no ha nacido el genio que entienda el cristianismo y la cultura africana profundamente para poder hacer una síntesis que realmente les llegue al corazón y sea plenamente entendido.

Derribando algunos mitos protestantes sobre el oscurantismo medieval

Derribando algunos mitos protestantes sobre el oscurantismo medieval

Posted: 27 Dec 2009 02:48 PM PST

Tomado de congregación Obispo Alois Hudal


La obra Sección I del Griego del Nuevo Testamento, que facilita en sus cursos de lenguas bíblicas la entidad protestante s.e.u.t. (Seminario Evangélico Unido de Teología, ligado a la Iglesia Evangélica Española y a la Iglesia Española Reformada Episcopal), no se centra en la lengua griega, como sería de esperar, sino que incursiona en el terreno de la exégesis y de la historia al exponer algunos de los principios “exegéticos” de la pseudo-reforma protestante, así como al enseñar sin rubor los mitos de la historiografía “reformada”. Vamos a ver cómo esta obra maestra de manipulación ideológica carece de base científica y bíblica.

Mito primero
Se trata de la supuesta ignorancia de los pueblos de Europa en materia bíblica antes de la pseudo-reforma protestante, tal y como se afirma en la lección 34 de la Sección I (pág. 5.8), donde se dice a propósito de la Edad Media, la “Edad de las tinieblas”, que dicha ignorancia se debía a estar escrita la Biblia “sólo en idiomas antiguos, como el latín y el griego. La Biblia estaba sólo disponible, mayormente, en latín, y el hombre corriente de entonces no estaba más versado en latín que el operario de una fábrica de Ford en la actualidad”; y “un poco antes de la Reforma, algunos comenzaron a traducir la Biblia a lenguas europeas (…) a pesar de la terrible oposición y persecución”.

Parece imposible mayor número de falsedades en tan pocas líneas.
Vamos por partes:

1) La Edad Media comienza en el siglo V d.C., a contar desde el año de la caída de Roma. En dicha época la mitad occidental del antiguo imperio romano, dominada por los bárbaros, hablaba latín y disponía de una excelente versión de la Biblia: la Vulgata de San Jerónimo; la mitad oriental del imperio, que sobrevivió hasta que los turcos conquistaron Constantinopla en el siglo XV, hablaba griego y podía leer en esa lengua tanto en Nuevo Testamento como el Viejo (este último en varias versiones, como la de los LXX); de suerte que en la Edad Media el pueblo tenía un conocimiento amplísimo de las Escrituras.

2) La Biblia se traducía a las lenguas vernáculas muchos siglos antes de la pseudo-reforma de Lutero, Calvino y compañía, pues:

a) Los santos católicos Cirilio y Metodio tradujeron la Biblia al búlgaro antiguo en el siglo IX, ¡en plena Edad Media, la “Edad de las tinieblas”! (cf. Lengua y Literatura Latinas I, autores varios, UNED, Madrid, 1986, pág. 32, e Iniciación a la fonética, fonología y morfología latinas, José Molina Yébenes, Publicacions Universitat de Barcelona: Barcelona 1993, pág. 4); así, los búlgaros podían leer la Biblia en su lengua.

b) El obispo Ulfilas (arriano, no católico), evangelizador de los godos de Dacia y Tracia, tradujo la Biblia al gótico pocos años antes de que San Jerónimo acabara la Vulgata, de suerte que cuando llegaron las “tinieblas” medievales ¡los godos podían leer la Biblia en su lengua materna! (cf. José Molina Yévenes, op. cit., pág. 5; Esteban Torre, Teoría de la traducción literaria, Ed. Síntesis, 1994, pág. 24, y UNED, op. cit., pág. 32).

c) El monje católico Beda el Venerable tradujo al anglosajón o inglés antiguo el Evangelio de San Juan poco antes de su muerte, acaecida en el año 735, o sea: ¡en plena Edad Media, “la Edad de las tinieblas”! (cf. Esteban Torre, op. cit., pág. 24).

d) El gran historiador Giuseppe Riciotti, autor de obras meritísimas como Vida de Jesucristo (Ed. Luis Miracle, Barcelona 1978) e Historia de Israel (Ed. Luis Miracle, Barcelona 1949), nos informa en su introducción a la Sagrada Biblia de que, en Italia, “la Biblia en lengua vulgar era popularísima en los siglos XV y XVI”, y de que “desde el siglo XIII se poseen” traducciones italianas de la Biblia, aunque “se trata de traducciones parciales”, es decir, aunque se trata de traducciones de los libros sagrados más memorables y accesibles, pues a nadie, excepción hecha de unos cuantos eruditos, le interesaba, p. ej., el elenco interminable y fastidiosísimo de las genealogías del libro de los Números (tomado de sì sì no no, n. 70, abril 1998, pág. 7).

e) La obra Historia de la Literatura I (Antigua y Medieval) (autores varios, UNED, Madrid, 1991, pág. 103) nos informa de lo siguiente tocante a las versiones castellanas de la Biblia: “hallamos en el siglo XIII otro grupo de obras formado por las traducciones de la Biblia que se realizaron en este periodo. Ya en la primera mitad del siglo nos encontramos con el primer texto conservado que se incluye en este grupo: la Fazienda de Ultramar. Pese a que algunos han querido retrasar su redacción hasta mediados del siglo XII, no parece, por su lengua, que fuere escrita en fecha tan temprana. No es una simple versión de la Biblia. Contiene, junto a la propia traducción (realizada, al parecer, no directamente de la Vulgata sino de una traducción latina del siglo XII efectuada sobre los textos hebreos), otra serie de materiales: descripciones geográficas, relatos tomados de la antigüedad clásica… Parece que pretende ser una especie de guía para los peregrinos que viajaban a Tierra Santa. Mediante estas traducciones de la Biblia se consiguió que personas que sabían leer en su propia lengua pudiesen recibir más directamente las enseñanzas religiosas. Las versiones eran también aprovechadas para lectura en voz alta realizada en grupos reducidos. La Iglesia española de la época no era muy partidaria de las Biblias romances, y de hecho en el Concilio de Tarragona de 1233 llegó a prohibir su lectura. Pese a ello la traducción de las Escrituras no fue abandonada, se desarrolló ampliamente a lo largo del siglo XIII y las Biblias romanceadas fueron leídas incluso por los reyes de la época”.

Está claro: mucho antes de Calvino y Lutero, el pueblo castellano leía la Biblia en su lengua. La enorme extensión de las traducciones castellanas muestran que el derecho prohibitivo del Concilio Tarraconense o no se aplicó o enseguida cayó en desuso. Dicha decisión conciliar tenía su explicación: antes de autorizar la lectura de una versión había que mirar si acaso estaba bien hecha, sin falseamientos del texto sagrado. La escasa calidad literaria de las versiones junto con el aditamento de otros materiales no era de lo más a propósito para alejar toda sospecha; pero no se persiguió a nadie por traducir la Biblia al castellano, lo cual es muy significativo.

f) “La Edad Media presenció el florecimiento en Francia de un gran número de traducciones de la Sagrada Escritura a todas las lenguas y dialectos de Oc y de Oil [para todas las antiguas versiones francesas nos remitimos a: P. C. Chauvin, La Bible depuis ses origines jusqu’à nos jours]. Se poseen algunas que se remontan al siglo XII e incluso a finales del XI. En el siglo XIII, la Universidad de París presentó una traducción de ambos Testamentos que hizo ley durante mucho tiempo. Con todo, aparecieron otras versiones francesas, particularmente en el siglo XIV. Una de ellas, la de Guyart Desmoulins, de finales del siglo XIII pero actualizada tocante al estilo, se imprimió desde 1478 en cuanto al Nuevo Testamento, y en su totalidad en 1487″ (Daniel Raffard de Brienne, Traductor, Traditor. Les nouvelles traductions de l’Écriture Sainte, en la revista Lecture et Tradition, julio-agosto de 1986).

Lutero se jactaba de haber sido el primero en traducir la Biblia al alemán, pero ya el heresiarca Calvino le recordó que dicho honor no le pertenecía; en efecto, sabemos que el fraile editó en 1522 el Nuevo Testamento, y en 1532 lo restante, y que “se ha dicho de esta versión, con gran falta de verdad histórica, que era la primera versión alemana en lengua vernácula, cuando para entonces sólo en Alemania había catorce versiones en lengua erudita y cinco en lengua corriente. Además había muchas versiones parciales, como del Nuevo Testamento, de los Salmos… (cf. Janssen: Geschichte des deutschen Volkes seit dem Ausgang des Mittelalters, 8 vv., Friburgo, 1883-1893, tomo I, pág. 51)” (Francisco J. Montalbán, S.I., Los Orígenes de la Reforma Protestante, Razón y Fe, Madrid 1942, pág. 129).

g) El gran historiador Ricardo García-Villoslada nos informa también de las versiones germánicas de la Biblia antes de Lutero: “Muchos opinan que la obra principal de Martín Lutero en su vida fue la traducción de la Sagrada Escritura al idioma de su pueblo. No cabe duda que la versión vernácula de la Biblia y la divulgación de la misma, ofreciéndola como única norma de fe, jugó un papel importantísimo en la fundación y establecimiento de la Iglesia luterana. Exagerando sus méritos, por otra parte innegables, solía repetir que en la Iglesia, antes de él, nadie conocía ni leía la Biblia (Tischr. 3795 III 690; ibid., 6044 V 457 y otros muchos lugares). Hoy el lector se ríe de tan injustas aseveraciones, dictadas por la pasión. Recuérdese lo que dijimos de la lectura de la Biblia cuando Fr. Martín era novicio en Erfurt. Francisco Falk ha contado no menos de 156 ediciones desde la invención de la imprenta hasta 1520 (F. Falk, Die Bibel am Ausgange des Mittelalters [Maguncia 1905] 24). Sebastián Brant comienza su conocido poema Nave de los locos (1494) con estos versos: `Todos los países están hoy llenos de Sagrada Escritura -y de cuanto atañe a la salud de las almas-, de la Biblia’, etc. Traducciones alemanas de toda la Sagrada Escritura existían no pocas antes de Lutero, por lo menos catorce en alto alemán y cuatro en bajo alemán, sin contar las versiones parciales, salterios, evangeliarios, etc. En el siglo XIV se hizo en Baviera una traducción total, que el impresor alsaciano Juan Mentelin hizo estampar en Estrasburgo en 1466, y que con algunas modificaciones fue reimpresa trece veces antes de que apareciese la de Lutero, llegando a ser como una Vulgata alemana, según Grisar. (Puede consultarse la gran edición de W. Kurrelmeyer, Die erste deutsche Bibel [Tubinga 1903-15], 10 tomos con el texto primigenio y las correcciones de las 13 ediciones posteriores. Véase también W. Kurrelmeyer, The Genealogy of the Prelutheran Bibles, en The Journal of Germanic Philology, 3,2 [1900] 238-47; W. Walter, Die Deutsche Bibel: übersetzung des Mittelalters, Braunschweig 1889-92)” (García-Villoslada, Martín Lutero, BAC, Madrid 1976, t. II, pág. 399).

h) También se puede mencionar la traducción de la Biblia, en la Edad Media, a otras lenguas indoeuropeas, como el armenio (cf. UNED, op. cit., pág. 30 y Molina Yébenes, op. cit., pág. 4), hecha en el siglo V, ¡el siglo en que comienza la “Edad de las tinieblas”!

Con lo dicho hasta ahora es suficiente para demoler uno de los mitos de la historiografía protestante: la tremenda ignorancia en punto a la Biblia en que la malvada Iglesia Católica mantenía a los pueblos cristianos medievales.

Mito segundo
En la Edad Media “la mayoría de las personas no sabían leer ni escribir. Así que estaban `a oscuras’ por lo que respecta a toda clase de conocimiento, ya que no podía ser comunicado” (Lección 34 de la Sección I, pág. 5.8).
¡Esto es genial! ¿Dónde debió estudiar historia el autor? ¿En un cursillo televisivo de la BBC?

Veamos lo que nos dice sobre este asunto esa ciencia llamada Historia: “En la Edad Media, como en todas las épocas, el niño va a la escuela. Por lo general, es la escuela de su parroquia o del monasterio más cercano. En efecto, todas las iglesias tienen una escuela: a ello obliga el Concilio de Letrán de 1179, y en Inglaterra, país más conservador que el nuestro, todavía puede verse la iglesia junto a la escuela y el cementerio. Muchas veces son fundaciones señoriales las que garantizan la instrucción de los niños; Rosny, una pequeña aldea a orillas del Sena, tenía desde comienzos del siglo XVIII una escuela que había fundado hacia el año 1200 su señor Gui V Mauvoisin. Otras veces se trata de escuelas exclusivamente privadas; los habitantes de un poblado se asocian para mantener a un maestro que toma a su cargo la enseñanza de los niños. (…)También los capítulos de las catedrales estaban sometidos a la obligación de enseñar dictada por el Concilio de Letrán (Nota 1: En cada diócesis, dice Luchaire, aparte de las escuelas rurales o parroquiales que ya existían… los capítulos y los principales monasterios tenían sus escuelas, su personal de profesores y alumnos. La societé française au temps de Philippe Auguste, pág. 68). El niño entraba en ellas [en las escuelas] a los siete u ocho años de edad, y la enseñanza que preparaba para los estudios universitarios se extendía a lo largo de una década, lo mismo que hoy, de acuerdo con los datos que proporciona el abad Gilles el Muisit. Varones y niñas estaban separados; para las niñas había establecimientos particulares, tal vez menos numerosos, pero donde los estudios alcanzaban a veces niveles muy altos. La abadía de Argenteuil, donde se educó Eloísa, proporcionaba el aprendizaje de la Sagrada Escritura, letras, medicina y hasta cirugía, aparte del griego y el hebreo, que introdujo Abelardo. En general, las escuelas daban a sus alumnos nociones de gramática, aritmética, geometría, música y teología, que les permitían acceder a las ciencias que se estudiaban en la Universidad; algunas incluían alguna enseñanza técnica. La Histoire Littéraire menciona como ejemplo la escuela de Vassor en la diócesis de Metz, donde al mismo tiempo que aprendían la Sagrada Escritura y las letras, los alumnos trabajaban el oro, la plata y el cobre (Nota 2: L. VII, c. 29; registrado por J. Guiraud, Histoire partiale, histoire vraie, pág. 348). (…) En esta época los niños de las diferentes clases sociales se educaban juntos, como lo atestigua la conocida anécdota que presenta a Carlomagno irritado contra los hijos de los barones, que eran perezosos, contrariamente a los hijos de los siervos y los pobres. La única distinción que se hacía era la de la retribución, dado que la enseñanza era gratuita para los pobres y de pago para los ricos. Veremos que esa gratuidad podía prolongarse mientras duraran los estudios y también extenderse al acceso al título, puesto que el ya mencionado Concilio de Letrán prohíbe a las personas cuya función era dirigir y controlar las escuelas `que exijan a los candidatos al profesorado una remuneración para que se les otorgue el título’. Por otra parte, en la Edad Media había poca diferencia en la educación que recibían los niños de diferente condición; los hijos de los vasallos más humildes se educaban en la mansión señorial junto a los del señor, los hijos de los burgueses ricos estaban sometidos al mismo aprendizaje que el del más humilde artesano si querían atender a su vez el comercio paterno. Ésta es sin duda la razón por la cual hay tantos grandes de origen humilde: Suger, que gobernó Francia durante la cruzada de Luis VII, era hijo de siervos; Maurice de Sully, el obispo de París que hizo construir la iglesia de Nôtre-Dame, nació de un mendigo; San Pedro Damián fue porquero en su infancia, y Gerbert d’Audrillac, una de las luces más fulgurantes de la ciencia medieval, fue también pastor; el papa Urbano VI era hijo de un zapatero de Troyes, y Gregorio VII, el gran Papa de la Edad Media, de un pobre cabrero. A la inversa, muchos grandes señores son letrados cuya educación no debió diferir en mucho de la de los clérigos: Roberto el Piadoso componía himnos y secuencias latinas; Guillermo IX, príncipe de Aquitania, fue el primero de los trovadores; Ricardo Corazón de León nos dejó poemas, lo mismo que los señores de Ussel, de Baux y muchos otros; para no hablar de casos más excepcionales como el del rey de España Alfonso X” (Régine Pernoud, A la luz de la Edad Media, Ed. Juan Granica, Barcelona 1988, págs. 115-118).

Todo lo anterior, pura historia, nos presenta un cuadro de la Edad Media muy distinto del dibujado por la mitología protestante: la instrucción era vastísima, todo el mundo tenía acceso al conocimiento de las Escrituras, y la cultura era gratuita para los pobres (lo contrario de lo que ocurre en nuestro mundo protestantizado).

Luis Fernando Pérez

fuente: radiocristiandad.wordpress.com

Los egipcios

Los egipcios

Los egipcios fueron un pueblo de origen africano, de lengua camita que se ubicaron a las orillas del río Nilo, hacia el año 5000 antes de la era cristiana. Ese río condicionó gran parte del desarrollo de esta civilización, que se dividió en dos zonas bien diferenciadas, agrupadas en clanes dirigidas por caudillos que luego se concentraron en dos: el Alto y el Bajo Egipto, la primera al sur y la segunda al norte, zonas que fueron unificadas por el rey Menes, aproximadamente en el año 3200 antes de Cristo, cuando el norte invadió a los poblados del sur.

A partir de entonces la historia egipcia aparece dividida en períodos, correspondientes a dinastías faraónicas, donde este rey, con rasgos de divinidad, gobernaba en forma vitalicia y era sucedido hereditariamente. Había muchos cargos de gobierno pero todos subordinados al faraón, identificado con el dios Horus. Eran muy importantes los escribas, puesto que dejaban constancias de las órdenes emanadas del faraón, de los informes de las obras efectuadas, y de los impuestos recaudados.

Hacia el año 2800 a. C, dio inicio la tercera dinastía y Menfis pasó a ser la capital egipcia. Durante la cuarta dinastía comienzan a realizarse las pirámides, majestuosas obras arquitectónicas de piedra, que se usaban para tumbas de los faraones, que se albergaban allí después de muertos, embalsamados, para que pudieran vivir en la eternidad, donde también necesitaban su cuerpo.

Al terminar la sexta dinastía, también acaba el período Antiguo y sobreviene un intervalo de tiempo donde predominaron las luchas internas entre nobles y faraones, y además Egipto debió sufrir la invasión de pueblos asiáticos.

La undécima dinastía llevó al poder a los hombres del Sur, y Tebas se convirtió en la capital del Egipto unificado, iniciándose un pacífico período llamado Medio o Feudal.

Luego ocurrió otra invasión, esta vez por parte de los hicsos, que dominaron Egipto por doscientos terribles años, hasta que en año 1580 a. C el príncipe tebano Amosis logró expulsarlos y se fundó la decimoctava dinastía, iniciándose una serie de afortunadas campañas militares de conquista. A partir de esta etapa floreció el arte y la arquitectura.

Al asumir el poder Amenhotep IV, aproximadamente en el año 1372 a. C adoptó el monoteísmo, adorando como único dios a Atón, el Sol, y llevó la capital a Tell al-Amarna. Sus cambios encontraron la resistencia sacerdotal y de su propio pueblo, comenzado la decadencia de Egipto.

Durante los reinados de Seti I, en el 1320 a. C y el de Ramsés II que le sucedió, el país tuvo un notable progreso, pero a la muerte de este último, Egipto sufrió numerosas conquistas por parte de libios, persas, nubios y asirios.

Spurgeon: ¿Cómo entender pasajes difíciles?

Spurgeon: ¿Cómo entender pasajes difíciles?
Diciembre 19, 2009 by Allan Román
Allan Román
Tiene un Certificado de Teología de Spurgeon’s College, Londres y traduce: www.spurgeon.com.mx

Daremos inicio a esta nueva reflexión sobre la preponderancia de la Biblia en la predicación del pastor Spurgeon, haciendo la siguiente pregunta: ¿qué pasa con las partes de la Biblia que son difíciles de entender? Esto nos comenta el pastor Spurgeon:
“Permítanme aconsejarles que cuando lean un pasaje de las Escrituras que no entiendan, deben leerlo hasta entenderlo. ‘Tendría que dedicarle más tiempo’, dirá alguien. Bien, eso no te haría daño. ‘Pero suponga que no lo llegue a entender nunca’, vuelven a preguntarme. Continúa tu lectura del pasaje de todas maneras. ‘¿Podría hacernos algún bien, cuando lo leemos, un pasaje de la Escritura que no entendamos?’ Sí, gradualmente se filtra en nuestras almas: al considerarlo detenidamente obtenemos luz del pasaje en cuestión… cuando no comprendo algún capítulo, digo: ‘esto es probablemente comprensible; por tanto, voy a escuchar hablar a mi grandioso Padre, a pesar de que no entienda al principio lo que me dice, y voy a seguir escuchando hasta captar finalmente su significado… Oren en relación a esas palabras y estúdienlas una y otra vez hasta que lleguen finalmente a la esencia del texto… Al Autor de la Biblia nada le agrada más que cuando acudimos directamente a Él para preguntarle qué es lo que quiso decir. Él mismo se pone a la disposición de todo estudiante empeñoso para abrir, por medios conocidos sólo por Él, esas Escrituras que Él mismo ha dictado”.
No ha de sorprendernos que un hombre que fundó un orfanato para niños y niñas, y que poseía él mismo una gran fe infantil, tenga algo que decirnos acerca de la Biblia y los niños. En un sermón intitulado: “La escuela dominical y las Escrituras”, predicado el 18 de Octubre de 1885 sobre el texto “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2 Timoteo 3: 15), Spurgeon declaró lo que muchos educadores necesitan saber hoy:
“Los niños pueden comprender la sagrada Escritura tan pronto como son capaces de entender algo. Es un hecho muy notable –que he verificado con muchos maestros- que los niños aprenden a leer más fácilmente en la Biblia que en cualquier otro libro. No podría explicarlo; pudiera ser, tal vez, debido a la simplicidad del lenguaje; yo creo que es debido a eso. Mientras que olvidamos un incidente de la historia común, un hecho bíblico se graba en nosotros”.
Pasó luego a hablar acerca de la importancia de la Biblia en la obra de la escuela dominical: “Uno de los primeros objetivos de la escuela dominical debe ser enseñar a los niños una gran reverencia por estos santos escritos, estas inspiradas Escrituras”. Eso dijo en los días en que las salas de las casas tenían una gigantesca ‘Biblia de la familia’ que solamente servía para recoger polvo o para apuntalar algún mueble tambaleante. Cuánto más necesita el Libro ser reverenciado hoy y, sin embargo, hay un sinnúmero de hogares que ni siquiera poseen una Biblia, a pesar de su bajo precio y de la abundancia de ediciones modernas.
Naturalmente, conociendo el antagonismo del catolicismo romano de aquel entonces en contra de la Biblia, manifestado en su oposición a que los laicos la leyeran, Spurgeon tenía algo que decir a este respecto, y por cierto lo dijo de una manera humorística:
“Un sacerdote le dijo una vez a un pobre irlandés: ‘tu lectura de la Biblia no te traerá ningún bien’. ‘¿Por qué?’, –replicó el hombre- “pues, por el contrario, está escrito: “Escudriña las Escrituras”. Le suplico a su reverencia que me disculpe, pero estaba leyendo precisamente este mandato: debes leerla a tus hijos, pero los sacerdotes no tienen hijos. ¿Cómo puede explicarme eso? “Ah”, -repuso el sacerdote- “los tipos como tú no pueden entender el Libro”. “Bien”, -respondió el hombre- “si no puedo entenderlo, al menos no me hará ningún daño, y si puedo entenderlo, me hará mucho bien.”
Spurgeon fue un predicador bíblico. Habló con verdad y basado en la experiencia cuando dijo en el mismo sermón: “Los pasajes más impactantes de cualquier sermón son los propios textos bíblicos bien colocados”. Él mismo sabía lo que era citar textos colocándolos estratégicamente dentro del sermón, y también sabía cómo exponer un texto o un pasaje de la Escritura; el joven Spurgeon había sido como el joven Timoteo: ambos conocían las Escrituras y las guardaban con celo.
En los sermones de Spurgeon hay dos tipos de citas bíblicas: una es la cita normal, identificada por las clásicas comillas. Pero también hay una gran abundancia de citas bíblicas, insertadas dentro de las frases comos si fuesen las propias palabras de Spurgeon, aunque se trata de citas literales o de paráfrasis de pasajes de las Escrituras, a las que el traductor debe estar atento porque no figuran como referencias, sino como parte de la expresión normal del predicador. Lo curioso del caso es que todo el resto de la frase acoge a la cita de manera natural, y no se ve como algo forzado. Esto nos indica que las Escrituras se habían convertido en ‘biblina’ en Spurgeon.
Creo que ese debe ser uno de nuestros propósitos: aprender a hablar con las Escrituras como si se tratara de nuestro lenguaje normal. Pero esto es más bien un arte. Las citas no deben ser artificiales ni forzadas, para deslumbrar a nuestro interlocutor, sino muy pertinentes y naturales, dichas simplemente porque no podemos expresarnos de otra manera.

http://www.biblia.com

Estableciendo la Biblia en Japón

Estableciendo la Biblia en Japón

08:30 02/03/2010, Editor lbw, 

La Biblia es tenida en alta estima en Japón, no hay dudas de ello.

Aunque el país tiene solo un millón de cristianos –menos del 1 % de la población– la Sociedad Bíblica de Japón (SBJ) vende la increíble cantidad de un millón de Biblias cada año, prueba de que aún los no cristianos consideran a la

Biblia muy importante. «Aunque estamos felices por las ventas, los números por
sí solos no son lo importante», dice el secretario general de la SBJ, Rev.
Makoto Watabe. «Lo que es importante es que la gente edifique una fuerte fe
personal basada en la Biblia.»Japan

Y agrega el Rev. Watabe, «debemos ser hábiles en comunicar que la Biblia no es simplemente un libro de importancia histórica y académica. Debemos guiar a la gente para que experimenten su poder directamente en sus vidas, dándoles firmes
principios que puedan seguir.»

Vencer el acercamiento “casual” hacia la religión que ha surgido en la sociedad occidentalizada y post moderna del Japón es un desafío por demás significativo que enfrenta la SBJ.

El Rev. Watabe, agrega, «parece que la cultura occidental incentiva a la gente a que cuestione sus creencias. En contrate, veo que en sociedades menos occidentalizadas –India, por ejemplo– la gente tiene menos educación formal pero
tiene una fe firme y fuerte. Debemos incentivar a la gente para que lean la
Biblia regularmente y que realmente desarrollen una relación personal con sus
enseñanzas.

»Aún aquellos de nosotros que acudimos a sus páginas regularmente debemos prestarle la atención que se merece. Creo que una de mis mayores responsabilidades como secretario general de la SBJ es demostrar una fe firme.
Por eso cada día leo capítulos enteros de la Biblia

No es solo un negocio

«Aunque la SBJ es muy activa en la venta de Biblias y en proyectos que incluyen desarrollar Escrituras para niños, planificar una nueva traducción y crear diferentes formatos de Biblias usando la última tecnología, de ninguna
manera podríamos etiquetarla como que es simplemente un negocio.

»La razón de nuestra existencia es la causa bíblica», enfatiza el Rev. Watabe. «No podemos esperar que la gente se vuelque a la fe en forma instantánea, pero nuestra tarea es trabajar constantemente para instar a
la gente a leer la Biblia cada día.»

Japan 2La SBJ fue fundada hace 135 años, unos pocos años después de que las primeras misiones protestantes llegaran a Japón. Muy poco tiempo después ya se realizó la primera traducción de la Biblia al japonés. La traducción más
reciente, de 1987, ha demostrado ser muy popular, en 2008 la sociedad celebró la
distribución de las primeras 10 millones de copias.

Afirmar la Palabra de Dios

Debido a los grandes cambios de paradigma en la sociedad japonesa y en los movimientos religiosos y denominacionales, la SBJ tiene grandes posibilidades para afirmar la Palabra de Dios.

«Como una organización establecida sobre un profundo compromiso hacia la Biblia, podemos mostrar a la Iglesia y al pueblo de Japón un verdadero ejemplo de amor y comunión cristiana», dice el Rev. Watabe.

Mientras Japón se aventura rápidamente en el siglo 21, ¿cuál deberá ser el rol de la SBJ en el futuro? «Flexibilidad», dice el Rev. Watabe.

«La SBJ debe estar siempre en una posición de adaptarse al cambio y a trabajar en las nuevas circunstancias. A decir verdad, siempre debemos estar dispuestos a impulsar los cambios. Mi sueño es que el trabajo de la Sociedad
Bíblica continuará floreciendo sin que los cambios de paradigma futuros puedan
opacar esa visión.»

«Las ventas, como decíamos más arriba, no son lo verdaderamente importante, pero sin dudas, vender más de un millón de Biblias al año nos abre la posibilidad de ayudar a otras sociedades bíblicas que desarrollan sus tareas en
países con menos posibilidades que Japón. Bendecir a otros llena nuestras almas
de gratitud a Dios, concluye el Rev. Watabe»

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Ovacionan a Jesús por más de dos horas convirtiéndose en una marca Guinnes

Ovacionan a Jesús por más de dos horas convirtiéndose en una marca Guinnes
El evento fue catalogado como un acto profético de establecer el nombre de Jesús, en una marca guinnes. Nicaragua se ha convertido en el primer país que aplaudió, danzó, cantó, gritó y oró sin parar por más de dos horas y 45 minutos al único Salvador: “JESUCRISTO”.
Nicaragua | Miércoles 28 de Julio, 2010 | Por Nínro Ruíz Peña

(NoticiaCristiana.com).


Los evangélicos nicaragüenses hicieron historia, homenajeando al Maestro de maestros: “JESUCRISTO”, el aplauso de mayor duración pasó a los libros de los Guinnes World Records como un tributo al Hijo de Dios que realizaron públicamente miles de cristianos nicas.
Por más de dos horas se ovacionó a Jesús en la ciudad de Matagalpa en el campo Elias Alonso en la Perla de Septentrión.
El evento fue catalogado como un acto profético de establecer el nombre de Jesús, en una marca guinnes. Nicaragua se ha convertido en el primer país que aplaudió, danzó, cantó, gritó y oró sin parar por más de dos horas y 45 minutos al único Salvador: “JESUCRISTO”.
Los organizadores del evento expresaron que Jesús es el hombre y Dios más ovacionado en todo el mundo y que el objetivo era que quedara plasmada la ovación hacia Jesús en los Guinnes World Records como testimonio para las generaciones futuras.
“Es el primer evento que se está planificando, aquí no hay ni un concierto, ni un congreso ni una cruzada, es una ovación al Rey (Jesús) nada más”, dijo el director de Canal 21 Enlace Nicaragua.
“Dios le dio a su hijo un nombre sobre todo nombre, con esto estamos declarando que Jesús está sobre cualquier nombre religioso, político, social reconocido en todas las naciones. Queremos darle a Jesús la mejor ovación que se ha escuchado en cualquier hombre”, dijo uno de los asistentes al evento. Para los interesados visiten la página: http://www.ovacionajesus.org