Robert Morrison y la obra misionera en la China
Robert Morrison fue el primer misionero evangélico a la China
«Robert Morrison nació en Escocia, en 1782, en una familia muy piadosa, miembros de la Iglesia Presbiteriana. Eran muy pobres y su padre trabajaba fabricando hormas de zapato. Robert tuvo que dejar la escuela siendo muy chico para poder ayudarle, pero como le gustaba aprender, siguió estudiando en su casa. A los quince años comprendió lo que es más importante comprender: que él era un pecador, un hombre perdido, y que para salvarse debía aceptar a Jesús como su Salvador. Él lo hizo y, después de ello, comprendió que era su deber llevar a otros la historia de ese salvador para que todo el mundo pudiera librarse de sus pecados. Después de trabajar un tiempo en las Iglesias de Inglaterra, Morrison se enroló en la Sociedad Misionera de Londres con la idea de convertirse en un misionero a la China. Para ese tiempo ya dominaba el latín, el griego y el hebreo. Por ese entonces, no había ningún misionero protestante en la China, pero Morrison se propuso ir y ser el primero. Como el principal trabajo que le habían encomendado era el de traducir toda la Biblia al chino, se puso a estudiarlo, mientras se preparaba en Medicina y Astronomía. En una biblioteca encontró un manuscrito que contenía la traducción de algunas partes de la Biblia y lo copió y lo estudió detalladamente, con la ayuda de un chino que se ofreció para ayudarle. Ese esfuerzo le fue muy útil, porque le permitió ahorrar un tiempo precioso cuando estuvo en la China. Para llegar allí tuvo que realizar un viaje de cinco meses. El 4 de septiembre de 1807 llegó a la ciudad de Cantón, al sur del país, enfrente de otra ciudad llamada Macao, una colonia portuguesa. Allí estuvo durante un tiempo. Conoció a Mary Morton, con quien se casó en febrero de 1809. Morrison no se dio cuenta de lo grande que eran las dificultades que tenía que vencer para llegar allí. Lo que sabía del idioma no le permitía ponerse a traducir la Biblia, pero cuando buscó a alguien que le enseñara, no pudo encontrarlo, porque existía una ley que condenaba a muerte a cualquiera que le enseñara el chino a un extranjero.» (1)
«Cuando navegaba hacia allí, el capitán del barco le preguntó si creía que podía hacer una impresión en los millones de habitantes de ese país respuesta fue: “No, señor, pero creo que Dios si» (2)
«Morrison tenía pocos años de edad cuando Carey lanzó su empresa misionera en 1792. Morrison era un hombre apasionado por el estudio. Su viuda cuenta lo siguiente en cuanto a su avidez por el estudio: «Con el propósito de tener más tiempo ininterrumpido para los estudios, colocó su cama en su taller, donde frecuentemente seguía los estudios hasta la una o dos de la mañana, Aún cuando trabajaba, tenía abierta delante de sí la Biblia o algún otro libro, para poder ganar nuevos conocimientos o fomentar las santas aspiraciones de la devoción espiritual mientras sus manos se ocupaban activamente en las tareas de la vida.” Morrison se preparó en el estudio de hebreo, latín y teología. Poco tiempo después sintió una carga por la obra misionera y se presentó como candidato a la Sociedad Misionera de Londres. En la escuela misionera de esa sociedad estudió el chino con un residente de Londres que había venido de la China. En 1807 partió para esa lejana tierra. Como bien se sabe, Morrison trabajó por siete años antes de ganar su primer convertido chino. Pero mientras tanto no estuvo ocioso. Por el año 1814 ya tenía hecha una traducción de todo el Nuevo Testamento en chino, lista ya para la prensa. Otro misionero había llegado en 1813 y tal vez ayudó a Morrison a terminar el Nuevo Testamento. Sea como fuera, trabajaron juntos en la traducción del Antiguo Testamento y la completaron en 1819.»(3)
«China, con una población poco mayor que la de la India, se volvió campo misionero protestante en 1807 cuando Roberto Morrison entró a Cantón. Los católicos romanos habían trabajado China desde los días de Francisco Javier en el s. XVI. La guerra del opio de 1841 abrió cinco importantes puertos al comercio extranjero, y en estas ciudades se vaciaron los misioneros cristianos. Sin embargo le costó a Inglaterra dos guerras mas a mediados del siglo IXI para convencer a los chinos de lo que les convenía mas.» (4)
«Aunque una élite de misioneros intrépidos, tal como Roberto Morrison, Guillermo Milne, Karl Gutslaff y Pedro Parker habían tocado las costas de la China, el año 1842 marca la entrada de los bautistas. En aquel año se firmó el tratado de Nanking, que dio acceso a los misioneros a cinco puertos: Cantón, Amoy, Fuchow, Ningpo y Shangai. Aprovechando la puerta abierta, misioneros bautistas de la Convención Trienal de Estados Unidos, fundada en 1814, fueron a China. Entre ellos los mas conocidos J.L.Shuk, Isachar Roberts y Samuel Clopton.»(5)
En la India se hablan 200 idiomas y aproximadamente 800 dialectos. Aunque la situación en la China no es tan difícil por eso, había varios dialectos a los que era necesario traducir las Escrituras. La historia de una de estas traducciones ilustrará la extrema dedicación de los traductores a su tarea, y mostrará también el poder de la Palabra de Dios. En la costa de Malabar en la India un erudito judío negro había traducido el Nuevo Testamento al hebreo con el propósito de refutar el cristianismo.Más de un siglo después un judío de la Lituania Rusa apellidado Schereschewsky encontró un Nuevo Testamento en hebreo basado en esa traducción. Lo leyó y se convirtió. Emigrando a Nueva York, se matriculó en el Seminario Teológico General.Era un lingüista tan brillante que le ofrecieron un profesorado allí. Pero él lo rehusó, diciendo que Dios le había llamado a la China para traducir la Biblia. En vista de que el Nuevo Testamento ya se había publicado en el mandarín del norte de China, Schereschewsky comenzó la traducción del Antiguo Testamento, terminándola en cuatro años. Pero sufrió una insolación que le provocó una enfermedad de la espina dorsal que lo dejó completamente inválido por el resto de su vida. ¿Completamente inválido? Así diría cualquiera, porque solamente tenía el uso de un dedo en cada mano. Pero cada mañana lo sentaban en su silla, y así, trabajó por 25 años sin desistir. Con sus dos dedos útiles escribió en letras romanas, en la máquina de escribir, la traducción completa de la Biblia, y sus colegas chinos la escribieron en letras chinas. De esa misma manera terminó el Antiguo Testamento en otro dialecto chino, en el que ya estaba traducido el Nuevo Testamento. Y así, la Biblia completa estuvo por fin al alcance de millones de personas en su propia lengua.«El evangelio en su manifestación protestante llegó a Corea a través de la China. En 1832, Kart Gustlaff, un hermano de Prusia y graduado de la universidad de Halle, famoso centro de pietismo alemán, trajo la traducción China de la Biblia hecha por el primer misionero a la China, Roberto Morrison» (6)
«Cuenta una historia que al llegar al versículo que dice que “seremos semejantes a el”, el secretario chino se detuvo y dijo:” Oh, dr. Morrison, mi gente no creerá esto. No diga que seremos semejantes a él. En vez de eso déjeme escribir : Los chinos pueden besar sus pies“. El dr. Morrison saltó en su asiento y dijo: “¡No, ponga por escrito las palabras que digan los chinos serán semejantes a el, porque le verán como él es!”» (7)
Lorenzo Triplett, autor de la nota titulada “El poder de la página impresa“, comenta que «Roberto Morrison se trasladó a la China, en donde pasó 16 años difíciles, consultando 10.000 libros, en cumplimiento de una de las empresas de más amplios alcances que se conoce.» Lorenzo en la nota se pregunta «¿qué habrán pensado sus compatriotas cuando descubrieron que su proyecto misionero consistía en la redacción de un diccionario chino-inglés? No obstante, les proporcionó a centenares de misioneros una obra de consulta que le permitió al pueblo chino usar el alfabeto. ¡Gracias a Dios por Roberto Morrison! »(8)
Notas:
1 http://biografas.blogspot.com/2007/03/robert-morrison.html
2 Preston Taylor, 99 mensajes bíblicos, Pág.12-13, Ed. Mundo Hispano, 1993
3 Breve Biografía de Robert Morrison, publicado en el portal Biografías, en el artículo titulado Robert Morrison – El primer misionero protestante en China, 04 marzo, 2007http://biografas.blogspot.com/2007/03/robertmorrison.html
4 Robert Andrew Baker, Compendio de la historia cristiana, Pág. 360, Edit. Mundo Hispano, 2003
5 Justo C. Anderson, Historia de los bautistas, Pág. 512, Edit. Mundo Hispano, 1990
6 Dorothy de Bullón, Hacia una teología del avivamiento, Pág. 53, Edit. Clie, 1998
7 Preston A. Taylor, 66 mensajes bíblicos, Pág. 147, Edit. Mundo Hispano, 1997
8 Artículo publicado en un Portal de las Asambleas de Dios, “conozca.org”, titulado Comunicación Dinámica, redactado por Haroldo Calkins (Año: 2006 – Num.: 1) , http://www.conozca.org/imprimir.cfm?art_id=1142
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