LA LISTA DE QUIENES SE DESTACARON POR SU FE
Hebreos 11 es un documento inspirado por el Espíritu Santo para ofrecernos una larga lista de quienes se destacaron por su fe.
Enumeremos a estos personajes:
1. Abel,
2. Enoc,
3. Noé,
4. Abraham,
5. Isaac,
6. Jacob,
7. Sara,
8. José
9. Moisés,
10. Rahab.
Cuando termina con esta lista, el autor sagrado coloca varios nombres sin destacar sus logros. Ello son (Hebreos 11:32-34)…
“32¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas;33que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones,34apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros” (Hebreos 11:32-34).
Luego el mismo autor se refiere a ciertas mujeres las cuales también se destacaron por su fe (v. 35).
“35Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección” (Hebreos 11:35).
De nuevo vuelve su mente a otro grupo anónimo, diciendo que el mundo no era digno de ellos (Hebreos 11:36-40)…
“36Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. 37Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; 38de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra. 39Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido; 40proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros” (Hebreos 11:36-40).
Debemos recordar que todos estos, verdaderos héroes corresponden al Antiguo Testamento, de modo que les era mucho más difícil creer que para nosotros hoy.
¿Se encontrarían hoy estos hombres y mujeres de fe..?
A medida que estemos revisando el informe que nos da Dios de esta lista que para Él se han destacada por encima del promedio de los hombres, iremos descubriendo el secreto de la grandeza de ellos y la lección respectiva que cada uno nos deja.
ABEL, EL HIJO MENOR DE ADÁN Y EVA (Génesis 4:1, 2)…
“1Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón.2Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra” (Génesis 4:1, 2).
1) Lo primero que aprendemos es que Abel tenía a un hermano mayor, llamado Caín.
2) Se nos dice que Abel era “pastor de ovejas”, a diferencia de Caín, quien “fue labrador de la tierra”. Es decir, que uno era ganadero y el otro granjero, agricultor.
3) Ambos deciden ofrecer una ofrenda a Dios…
Desean expresar su amor al Creador…
Notemos que Dios no les exigió nada, ninguna ofrenda. Era un acto voluntario.
Uno podría pensar que, puesto que uno se dedicaba a la ganadería y el otro a la agricultura, era normal que cada uno diera lo que tenía.
La lógica nos dice que ambos habrán ofrecido lo mejor que tenían.
Abel, lo mejor de su ganado y Caín, lo mejor de su campo.
Ambos esperaban que Dios aceptara con agrado su ofrenda.
DIOS APRUEBA LA OFRENDA DE ABEL PERO RECHAZA LA DE CAÍN (Génesis 4:4, 5)…
“Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya” (Génesis 4:4, 5).
¡Cuán llamativas son las palabras que el Señor dirigió a Caín!
“¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta…” (Génesis 4:6, 7).
¿Qué es eso que Caín hizo mal? ¿Y por qué le dice Dios… “el pecado” y no… “un pecado”… “está a la puerta”… ¡Él mataría a su hermano!
¿POR QUÉ DIOS NO ACEPTÓ LA OFRENDA DE CAÍN?
Sin duda ambos hermanos están muy bien informados del pecado y cómo Dios había… “manejado” la situación cuando Adán y Eva desobedecieron al Creador (Génesis 3:4-21)…
“4Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.8Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.
13Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
14Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
15Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
17Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
18Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
19Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
20Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.
21Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió” (Génesis 3:4-21).
LAS RESPECTIVAS MALDICIONES
A la Serpiente (vs. 14, 15)…
“14Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida 15Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” (Génesis 3:14, 15).
2. A la mujer (v. 16)…
“16A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti” (Génesis 3:16).
3 Al hombre (vs. 17-19)…
“17Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis 3:17-19).
No nos ocuparemos mucho de los otros, pero tomemos en cuenta las maldiciones que recayeron sobre el hombre.
Expresiones tales como… “espinos y cardos producirá” (la tierra).
“Con el sudor de tu rostro comerás… pues polvo eres, y al polvo volverás”.
Caín debía trabajar mucho, una vez que entró el pecado.
Caín debía trabajar bastante aun antes del pecado para tener buenas cosechas.
Abel, mientras tanto, dejaba que las ovejas pastaran, se reprodujeran y que su rebaño aumentara casi automáticamente.
SUPONGAMOS UNA CONVERSACIÓN ENTRE CAÍN Y ABEL
Supongamos que Caín comienza la conversación diciendo… ¿Sabes una cosa, Abel? He decidido ofrecerle una ofrenda a Dios. ¡Qué bueno, le dice su hermano Abel! Yo también he decidido ofrecerle algo.
Al día siguiente Caín construyó un altar y trajo de lo mejor de los productos del campo que cultivaba.
FRUTAS…
• Manzanas,
• peras,
• uvas,
• ciruelas, frescas y secas,
• kiwis,
• naranjas y otros citrus etc…
• Luego bananas,
• melones,
• sandías etc…
Gavillas de trigo, centeno, avena etc… que con tanto esmero había preparado para ofrecérselo al Señor, sólo para que el Creador lo rechace en su totalidad.
Todo esto lucía muy lindo y a Caín le costó mucho producir todo esto a fin de tenerlo en óptimas condiciones porque todo era para ofrecerle a Dios.
Horas después Abel hizo lo mismo, ofreció lo que pensaba que era lo correcto.
Fue a su ganado lanar, buscó al corderito más hermoso, completamente único, sin defecto alguno. No le costó atraparlo. Entonces, lo llevó a un sencillo altar que había preparado y allí lo degolló. La sangre del cordero corrió por cada lado del altar y fue succionada por la tierra.
CONVERSACIÓN ENTRE LOS HERMANOS
Caín le pregunta a Abel: ¿Qué ofreciste al Señor? Bueno… yo busqué el mejor corderito que tengo entre tantos, lo tomé, lo inmolé y le pedí que recibiera este sacrificio…
¡No, Abel, le dice Caín! Cualquiera puede ser muy generoso ofreciendo algo que nada le cuesta. Los corderitos pastan, toman agua, tú los cuidas, nunca supiste lo que es labrar la tierra, luchar contra los espinos y abrojos.
Yo he trabajado mucho. Me he sacrificado para complacer al Señor.
Yo he tenido que madrugar muchas veces.
Yo tuve que cuidar mis plantaciones y sembrados.
Yo le ofrecí al Señor canastas llenas de los mejores frutos.
Estoy seguro de que el Señor debe estar muy contento con lo que le he ofrecido.
De nuevo Caín: Dime, Abel, ¿cómo se te ocurrió ofrecer algo tan insignificante? ¿No te parece que el Señor quiere ver en nosotros la verdadera piedad, el dolor, el sufrimiento, para demostrarle el amor?
De nuevo Abel: Mira, Caín, tú seguramente recordarás que desde que éramos niños, nuestros padres nos hablaron del pecado y cómo el Señor procedió para mostrarnos la solución, mostrarles el camino de la solución.
¿Recuerdas cuando nos dijeron que “El Señor les hizo túnicas de pieles, y los vistió”?
Yo creo que esas pieles eran como las que tienen los corderitos hoy.
Yo creo que es necesario tener en cuenta que el Señor nos muestra, y les mostró a nuestros padres, que un INOCENTE moriría por los culpables.
Yo deduje que ese cordero que sacrifiqué, derramó su sangre en lugar de la mía.
Supongamos que en eso, el Señor (en su pre-encarnación) aparece en esta singular escena: Casi en coro le preguntan… ¿Te agradan los sacrificios que te ofrecimos?
Sí, la del cordero sí, no así los sacrificios que no requirieron el derramamiento de sangre.
Esta declaración divina va mucho más allá de una simple imaginación.
¿No ocurre hoy lo mismo?
¿No impresionan las penitencias,
• los esfuerzos,
• los sufrimientos,
• el andar de rodillas hasta sangrar las rodillas,
• las largas peregrinaciones
• y los ayunos para conmover a Dios?
Caín era… Calvinista, porque creía que Dios había señalado a Abel para la salvación y a él para la perdición. Él creía en la predestinación.
Caín era… Católico romano, porque creía que para agradar a Dios no era suficiente creer en la muerte de un inocente, sino que las obras del penitente eran necesarias para la salvación.
Caín era Ecuménico… porque creía que la salvación es tanto por la fe y la gracia como por las obras del penitente. Una combinación salva al pecador. Católicos y cristianos juntos hacen una iglesia verdadera.
Así como entonces, Dios… “no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya…” Así también hoy, Dios desprecia nuestros autocastigos, sufrimientos para comprar nuestra salvación y aceptación por Él.
En cuanto a Abel, dice… “Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda”.
¿DÓNDE ESTÁ LA FE AQUÍ?
Notemos de nuevo Hebreos 11:4…
“4Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella” (Hebreos 11:4).
En cierto modo, Abel ya vio en el sacrificio de ese cordero, el sacrificio de Cristo. En contraste, Caín tomó el camino “del sacrificio propio”.
Cuál es el título de Caín?
“No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas” (1 Juan 3:12).
13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. 14Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno” (1 Juan 2:13, 14).
“18Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca” (1 Juan 5:18).
Uno de los nombres de Satanás es… “El Maligno” (Efesios 6:16)…
“16Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno” (Efesios 6:16).
En una palabra: Abel echó mano de la fe, pero Caín prefirió sus esfuerzos propios.
Abel sabía cuál era la voluntad de Dios y decidió obedecerle.
Caín también sabía cuál era la voluntad de Dios, pero decidió NO obedecerle. En lugar de fe, le ofreció obras.
¿Sabemos cómo Dios ve nuestras buenas obras? (Isaías 64:6)…
“6Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento” (Isaías 64:6).
¿Sabe usted en qué deriva el intento de salvación por obras? ¡Siempre termina en la idolatría! A su vez esta te será tan agradable como trapo asqueroso (Isaías 30:22)…
“22Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso; ¡Sal fuera! les dirás” (Isaías 30:22).
¿Qué, o quién hizo la diferencia entre Caín y Abel? ¡El objeto de la fe!
En Mateo 23:35, Jesús se refiere a Abel como… “El justo”…
“35para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar” (Mateo 23:35).
Debido a su actitud para con Dios, Abel llegó a ser el primer mártir cristiano (Génesis 4:8-11)…
“8Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.9Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?10Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.11Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano” (Génesis 4:8-11).
“24a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel” (Hebreos 12:24).
EL CRISTIANISMO SE DIVIDE EN DOS GRUPOS
Los seguidores de Caín, las obras propias, que han derramado tanta sangre a través de los siglos; y los seguidores de Abel, que no pretenden comprar su salvación, sino que confían en el sacrificio y la sangre derramada del Señor Jesús.
•Abel está entre los gigantes de la fe porque aceptó el sacrificio de la sangre derramada de un inocente.
•Abel aceptó la condición perdida, tanto la suya propia como la de toda la humanidad.
•Abel prefirió morir por la espada de su propio hermano, antes de intentar una religión basada en sus buenas obras, sus propios esfuerzos y sacrificios.
II. ENOC SU NOMBRE SIGNIFICA “DEDICADO” O “CONSAGRADO” (Hebreos 11:5)…
“5Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios” (Hebreos 11:5).
Para una información más completa, debemos leer Génesis 5:21-24…
“21Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén.22Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas.23Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años.24Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios” (Génesis 5:21-24).
ENUMEREMOS LO MÁS IMPORTANTE QUE ENOC NOS ENSEÑA
En primer lugar, Enoc “caminó con Dios”.
No era fácil, como no es fácil hoy, caminar con Dios cuando el mundo entero está en Su contra.
Si queremos entender mejor cómo era el mundo en los días de este hombre de fe, necesitamos leer Génesis 6:1-6…
“1Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, 2que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.3Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.4Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.5Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.6Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón” (Génesis 6:1-6).
¡CÓMO SE PARECÍA EL MUNDO DE ENOC AL NUESTRO HOY!
1. “Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra”. Hoy diríamos que “comenzó la explosión demográfica mundial”.
2. Ocurrió algo muy extraño y que nunca más se repitió, porque Dios le puso fin.
Seres angelicales perversos se unieron con mujeres, descendientes de Adán y Eva, y resultó una generación tan malvada que Dios hizo tres cosas:
(1) Decidió destruir la población de entonces con el diluvio dentro de 120 años (Génesis 6:3)…
“3Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años” (Génesis 6:3).
(2) Encargó a Noé para que construyera un arca mediante el cual se salvaría él y su familia para repoblar la tierra, al igual que parejas de todos los animales para que volvieran a multiplicarse.
(3) Aprisionó a esos ángeles perversos de modo que hasta hoy ellos no tienen libertad (Judas vs. 6, 7)…
“6Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; 7como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno” (Judas vs. 6, 7).
No debemos olvidar que los ángeles son seres espirituales, aunque por lo visto pueden ser corpóreos cuando el caso lo requiere (Hebreos 1:13, 14)…
“13Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? 14¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” (Hebreos 1:13, 14).
«22Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham…” (Lucas 16:22a).
¿ERA FÁCIL PARA ENOC CAMINAR CON DIOS?
La maldad había llegado a extremos inimaginables…
Los hombres eran muy inteligentes y muchos de ellos verdaderos humanoides, enormes “Había gigantes en la tierra en aquellos días” (Génesis 6:4a).
¿CUÁL ERA EL TAMAÑO DE ESOS GIGANTES? (Números 13:33)…
“33También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos” (Números 13:33).
«¿Porque únicamente Og rey de Basán había quedado del resto de los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabá de los hijos de Amón? La longitud de ella es de nueve codos, y su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre” (Deuteronomio 3:11).
“6Y volvió a haber guerra en Gat, donde había un hombre de grande estatura, el cual tenía seis dedos en pies y manos, veinticuatro por todos; y era descendiente de los gigantes.7Este hombre injurió a Israel, pero lo mató Jonatán, hijo de Simea hermano de David.8Estos eran descendientes de los gigantes en Gat, los cuales cayeron por mano de David y de sus siervos” (1 Crónicas 20:6-8).
Si queremos satisfacer nuestra curiosidad y calcular el tamaño del gigante Og, rey de Basán, dice que su cama media 9 codos de largo y 4 de ancho. Esto nos da 4 metros de largo y 1,8 de ancho. De manera que este caballero tenía una estatura de 3 metros y medio.
Por lo visto estos gigantes eran muy temidos. Eran rápidos y no era fácil escapar de ellos (Job 16:14)…
“14Me quebrantó de quebranto en quebranto; corrió contra mí como un gigante” (Job 16:14).
Hablando del sol, el salmista dice… “Se alegra cual gigante para correr el camino” (Salmo 19:5b).
El gigante es comparado con Jehová (Isaías 42:13)…
“13Jehová saldrá como gigante, y como hombre de guerra despertará celo; gritará, voceará, se esforzará sobre sus enemigos” (Isaías 42:13).
El profeta dice también… “Jehová está conmigo como poderoso gigante” (Jeremías 20:11).
ESTO ES LO QUE PODEMOS DECIR DE LOS GIGANTES EN LOS DÍAS DE ENOC
1. Eran extremadamente grandes…
2. Eran muy fuertes…
3. Eran muy veloces…
4. Eran unos poseídos por ciertos demonios que los indujeron a que se unieran a las mujeres y procrearan…
5. Eran en extremo perversos…
6. Quien mataba a un gigante era considerado un héroe, muy valiente…
7. Debido a la extrema maldad de estos gigantes, ellos están impedidos para actuar hoy, porque… Dios “los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día” (Judas v. 6b).
Estos demonios en extremo malvados, NO forman parte de los que Pablo menciona en Efesio 6:12…
“12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesio 6:12).
ESTE ERA EL MUNDO DE ENOC
1. Aparte de él, era muy difícil encontrar a quienes temían a Dios…
Enoc decidió caminar con Dios, completamente solo contra la corriente…
3. Probablemente la gente admiraba y deseaba la estatura de los malvados gigantes… Deseaban su sabiduría,
• su inteligencia,
• su estatura y…
• su fuerza física…
4. No debemos olvidar que Enoc es una clara semblanza, un ejemplo, del arrebatamiento de la iglesia. Debemos recordar que Enoc “desapareció porque le llevó Dios”, justo antes del gran diluvio.
La iglesia, el puñado de los redimidos, desaparecerá por la misma razón, porque todos los redimidos “desaparecerán” al ser arrebatados por el mismo Dios que arrebató a Enoc, y llevados al cielo (1 Corintios 15:52)…
“52en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados” (1 Corintios 15:52).
“16Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.17Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16, 17).
“34Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado. 35Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada. 36Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado” (Lucas 17:34-36).
¿SERÁN MUCHOS LOS QUE PARTICIPARÁN DE ESTA “DESAPARICIÓN”?
No sabemos cuántos eran los que habitaban nuestro planeta en los días de Enoc, pero es cierto que si uno sólo fue arrebatado, ahora seguramente las cosas no andan mejor y el arrebatamiento incluirá a un número muy por debajo de lo que pensamos.
Cierta vez a Jesús le hicieron la pregunta sobre cuántos serían salvos (Lucas 13:22-24)…
“22Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén.23Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: 24Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán” (Lucas 13:22-24).
¿Se da cuenta en dónde están los… “muchos”? ¡Están entre los que procurarán entrar, procurarán ser salvos, sabrán de la gran Tribulación que estará a las puertas!
Entonces se avecinaba la Gran Tribulación del Gran Diluvio.
¿Era fácil para Enoc seguir creyendo?
¿Acaso no es cierto que lo que estableció la gran diferencia entre Enoc y el resto de la humanidad, fue que el caminaba con Dios?
Él creía en Dios a pesar de la incredulidad, a pesar de la inmoralidad, a pesar de la degeneración, la rebelión contra Dios y sus principios morales.
Poco a poco nos estamos dando cuenta por qué Enoc es uno de los héroes de la fe.
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