Historicidad del Libro de los Hechos de los Apostoles

“Si se juzgan los documentos del Nuevo Testamento con las mismas normas o pruebas que se aplican a los clásicos griegos, las evidencias favorecen con gran ventaja al Nuevo Testamento. Si alguien afirma que tenemos un texto seguro de los clásicos, entonces se vería forzado a admitir también que tenemos un texto del Nuevo Testamento que es digno de confianza.

El Nuevo Testamento no sólo tiene un texto con pruebas de veracidad superiores a las de los clásicos, sino que también está en mejor forma textual que los 37 dramas de William Shakespeare, escritos en el siglo XVII, después de la invención de la imprenta. En cada uno de sus dramas hay lagunas, vacíos en el texto impreso donde no se tiene idea de lo que se dijo originalmente. Esto obliga a los eruditos que estudian esos textos a hacer una “enmienda de conjetu¬ra” (adivinar palabras atractivas) para llenar el espacio en blanco. Debido a la abundancia de las copias del Nuevo Testamento escritas a mano (más de 25.000), nada se ha perdido en la transmisión de su texto.

La historia que se registra en las Escrituras, también se ha comprobado que es exacta. En cuanto hemos podido examinar, los nombres, lugares y sucesos mencionados en la Biblia han sido registrados con precisión.

El libro de los Hechos, por ejemplo, una vez considerado espurio, ha sido reivindicado por los descubrimientos modernos. Afirma el experto en historia romana A. N. Sherwin-White: “La confirmación de la historicidad del libro de los Hechos es abrumadora… Es absurdo tratar de negar su historicidad aun en los detalles. Los especialistas en historia romana por mucho tiempo lo han considera¬do veraz” (A. N. Sherwin-White, Román Society and Román law in the New Testament, La sociedad y la ley de Roma en el Nuevo Testamento, p. 189).

Los que sostienen que la Biblia no es históricamente veraz, no son historiadores profesionales. Por esto el gran arqueólogo William F. Albright dijo: “Todas las escuelas radicales de crítica neotestamenta-ria que existieron en el pasado o que existen hoy en día son prearqueológicas y, como fueron edificadas ‘en el aire’, se consideran, por lo tanto, anticuadas en nuestros días” (William F. Albright, “Retrospecto y prospecto en la arqueología del Nuevo Testamento”, en The Teacher’s Yoke, El yugo del profesor, ed. E. Jerry Vardaman, p. 29). El testimonio de las evidencias históricas es que se puede confiar en la Biblia como documento en el que hay precisión.

Cuando la Biblia habla sobre asuntos científicos, lo hace con palabras sencillas aunque correctas y desprovistas de absurdos. ”

Josh Mc Dowell – Don Stewart Razones, pag. 60, editorial Vida

Como no creer en Dios

COMO NO CREER EN DIOS. (Revisado por Krol Melissa, en memoria de su octavo año de su fallecimiento)

Como no creer en Dios,

Yo te llevo desde niña muy adentro.

Te encuentro en el pàjaro, en la flor;

en la lluvia, en la tierra y en el silencio.

en mis sueños de cada noche estabas Tu.

Desde entonces quiero darte

siempre gracias por tu amor.

Beberè de cuerpo de tu sangre

y por siempre te darè mi corazòn.

Como no he de creer en Dios…

Si me has dado la dicha eterna de estar viva,

El sentir el amor sublime de mis padres.

el mirar y contemplar tu creaciòn.

Como no he de creer en Dios…

Si lo siento en mi pecho a cada instante

En las canciones de cuna, que mi madre

desde el vientre, siempre me cantò.

Si me ha dado al ser querido…

y las tiernas caricias de mi madre,

si te veo en la sonriza de un niño;

en el amor de mis años de estudiante.

Como no creer en Dios, si me ha dado

la mano abierta de un amigo, la certeza

la alegrìa de saber, que hay un mañana

lleno de FE Y ESPERANZA.

Como no creer en Dios…

Si me ha dado el don mas

sublime del AMOR…

Como no ceer en Dios…SI VIVO LLENA DE AMOR…

LEMA DE KARITO: ” Sornrìe Dios te ama y Yo tambièn”.

Karito Melissa: Era una niña medunita, tierna, dulce, al ser operada por emergencia pesò 1 kg.400 gramos, despues de mes y medio luchando por hacerla vivir, ya que estuvo como una niña vegetal, lograron salvarla.
Su cuerpo era tan pequeño que cabía en mi mano. Los doctores decìan que quizà no viva. Sin embargo la historia de su vida esta llena de luchar por que viva. Cada adelanto era una victoria, cada gesto nuevo era un logro. Hicimos de todo, no encatimamos esfuerzos ni gastos por salvarla y con tratamiento y dieta especial creciò sana, fuerte y con una altura superior a las niñas de su edad.

Era una lider neta. Brigaller de primaria, campeona olimpica, buceaba en la picina del club , capitana de futbol y corrìa como una gacela, PATINABA, era su vicio, los patines. Todo lo que hacìa lo hacìa con amor y un deseo de saber, de descubrir.

Vivìa para cumplir con su deber. La vida para ella tenìa un nombre Dios. Las cosas tenìan un significado Jesùs. Todo lo podìa con estos seres divinos que tanto amaba. Esta poesìa la ecribiò, para un trabajo del periòdico mural de su colegio.

Me pidiò que la ayude a mejorarla y ponerle unas cosas que deseaba agregarle. Ahora la trascribo a mi diario de poemas, como la prueba de su gran amor que esta niña sentìa por todo lo que le rodeaba y es como estar viendola por dentro, ver su sentir y su alma.

Karito, donde quiera que estes, siempre estaràs en estas cosas que tanto amabas y siempre estaràs latente y viva muy dentro de mi corazòn de madre, que hoy despuès de 8 años, puedo escribir de Tì, con un llanto sereno, contenido y relajante. “vuela pequeña ave, vuela hacìa el infinito”.

Extraído de:
http://escribeya.com/Poemas/como-no-creer-en-dios-revisado-por-krol-melissa-en-memoria-de-su-19720

La Teología

¿Por qué estudiar una materia que se denomina teología?

¿Por qué estudiar una materia que se denomina teología? Debemos reconocer que, en gran medida, la respuesta que se dé a la pregunta es algo muy personal y podrá variar según la apreciación particular de cada uno.

El doctor Conner, en su obra La Revelación y Dios, da entre las razones que hacen necesario el estudio de la teología, o como él prefiere llamar su materia, la doctrina cristiana, las siguientes: la racionalidad del hombre, la recepción y evaluación del evangelio, la pureza de la religión, la defensa de la religión y la difusión de la fe.

Sintetizando, podríamos decir que la necesidad del estudio de la teología se circunscribe a dos razones: la necesidad de alcanzar una comprensión más exacta de la propia fe, y la de comunicar a otros la experiencia personal alcanzada.

Cabría, en verdad, una posibilidad más, la del sencillo deseo de saber, sin otro propósito ulterior, pero dudamos que éste sea el caso de quienes se proponen usar este libro y, lo que es más, dudamos que así pueda alcanzarse un verdadero conocimiento teológico.

El conocimiento teológico no es un conocimiento más entre los muchos que puedan despertar la curiosidad del hombre; es el conocimiento en el que se ve comprometida la existencia y el destino del ser humano.

DEFINICIÓN DE TEOLOGÍA

No podemos continuar nuestra reflexión sin preguntarnos: ¿Qué es teología? Nos preguntamos, pues, por la definición de teología. Pero se impone una precaución.

Vivimos hoy en un mundo que se ha hecho cuestión de todas las certezas que les hombres habían alcanzado, o creían haber alcanzado en el pasado. Un tratado de física para el nivel secundario, por ejemplo, critica la definición clásica dada a esta ciencia como la de ser la ciencia que trata de los fenómenos que no alteran la constitución íntima de la materia, porque un fenómeno de física atómica, aunque es físico, trata de fenómenos que sí alteran la constitución íntima de la materia.

El nuevo campo de la ciencia física ha inutilizado la vieja definición de esta ciencia.

Pero los autores de la obra de su propia definición: «La física es la ciencia de la cual se va a ocupar el libro.»

Puede parecemos que esto dista mucho de ser una definición, pero los autores quieren significar que una definición, en el estado actual de la ciencia física, es muy difícil de dar y sin ningún valor práctico para quien no tenga cierta familiaridad con el tema.

Nos sentimos tentados, por nuestra parte, a decir: «teología es el asunto del cual se va a ocupar este estudio», y dar por terminado el asunto. Pero podemos decir algo más que nos ilustre sobre el tema.

Definiciones clásicas de teología

Veamos tan sólo algunos casos. Comencemos por la definición que encontramos en una enciclopedia, por ejemplo la Espasa Calpe.

Aquí leemos que teología es la «ciencia que trata de Dios y de sus atribuciones y perfecciones». Si nos ceñimos estrictamente a esta definición nos vamos a encontrar con que muchos de los asuntos de que tratan los libros de teología quedan excluidos de la definición: no nos sirve por ser demasiado estrecha.

Esta definición se propone solamente traducir los conceptos griegos y sus palabras transliteradas en el término castellano teología (theo = Dios; logos = ciencia, tratado). Un poco más amplia es la definición del teólogo A. H. Strong, para quien la teología es «la ciencia de Dios y de las relaciones entre Dios y el universo».

Para G. N. Clarke «la teología cristiana es el estudio de la religión cristiana, definición que podría pecar por demasiado amplia, a pesar de que el concepto «religión», como el de «teología» están referidos específicamente al cristianismo. Y es que sería discutible que la teología incluyera todos los aspectos de la religión.

Teología«, θεο (Dios) λογος (Estudio/Tratado), literalmente: estudio de Dios. Las sociedades, además, se suelen dar a sí mismas una moral de comportamiento inspirada en la revelación de la religión mayoritaria, que puede recogerse en un libro: para el cristianismo es la Biblia completa, para el judaísmo es el Tanaj o Antiguo Testamento de la Biblia y para el Islam el Corán. (Wikipedia)

Definiciones actuales de teología

Para ayudar a nuestros lectores en la mencionada tarea, citamos otras definiciones. Una, pertenece al Diccionario Teológico de los autores contemporáneos, del campo católico, K. Rahner y H. Vorgrimler y dice que teología es, conforme a su esencia, la escucha expresamente esforzada del hombre creyente a la revelación verdadera de Dios, históricamente acontecida».

Se introduce en esta definición un contenido existencial que le da un fuerte tono de modernidad.

Lo mismo podríamos decir de esta otra definición, también de autores católicos, que afirma que la teología científica es «la reflexión metódica y crítica de todo lo que se propone en el kerigma de la iglesia y se acepta en el acto de fe, en el cual el hombre se somete a la palabra de Dios».»

Una última definición que queremos mencionar pertenece a K. Barth y dice «El objeto de la teología evangélica es Dios en la historia de sus hechos.» Esta última declaración de Barth, aunque no es estrictamente una definición como las que antes hemos mencionado, tiene un valor equivalente.

Nuestra posición:

¿Qué nos enseñan estas definiciones y otras que el lector buscará para llegar a la definición propia? Sencillamente una cosa: que debemos aceptarlas como ejemplos del esfuerzo de comprensión que han hecho los hombres, en distintos momentos de la historia de la fe, para captar el sentido de la tarea que les imponía su fe eri Dios.

Quienes han definido la teología en estas diversas maneras son evidentemente cristianos que quieren hablar con sentido de lo que es su experiencia o la experiencia de la iglesia a la que pertenecen.

Hay definiciones en que quizá la referencia a Dios sea demasiado objetivante, es decir, trata a Dios como un objeto más de la experiencia humana; hay otras que podríamos llamar funcionales, por su referencia a la función de la iglesia en el mundo, o a los hechos de Dios en la historia, hechos que llevan a un solo fin: la salvación del hombre caído en el pecado y ajeno a la voluntad de Dios.

Quizá descubra el lector en su investigación que Vía habido una suerte de desplazamiento del énfasis central en los diversos modos de entender la teología y su tarea. Este desplazamiento ha sido desde Dios hacia el hombre y desde el hombre hacia la sociedad humana. Pero no queremos adelantarnos a lo que el lector descubrirá por sí mismo.

Fuente:

Floreal Ureta, Elementos de Teología Cristiana, Editorial Casa Bautista de Publicaciones, pag. 7- 9

¿ La Biblia contiene errores?

¿ La Biblia contiene errores?

biblia

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Hay personas que protestan y presentan objeciones, especialmente contra la persona de Dios o la Biblia o creyentes o religión en general.

Algunas objeciones son meramente una manera para decir: “No quiero hablar de eso” (la causa por el cual frecuentemente es un sentir de culpabilidad por el pecado. Se sienten incómodos).

Pero si la queja es sincera, estamos obligados a proveer respuesta (1 P. 3:15).

Entonces se ofrecen algunas respuestas a las objeciones más comunes, siguiendo una serie de artículos sobre el tema.

Objeción: ¿Acaso no está la Biblia llena de errores y contradicciones? La idea es si la Biblia contiene errores, no puede ser la Palabra de Dios, y no sería necesario creer lo que dice.

Si en realidad uno tiene un “ejemplo”, puede estar seguro que hay una solución. Ya que Dios es el autor de la Biblia, y Dios no puede contradecirse, los creyentes sabemos de antemano que no hay contradicciones legítimas en la Biblia.

Sin embargo, hay impresión de algunas en la primera lectura, cuando uno no toma en cuenta el contexto u otros factores. Son todas meramente “contradicciones aparentes”, no reales.  Por ejemplo:

1. ¿Cómo murió Saúl?

a. Se suicidó, 1 S. 31:1-6.

b. Fue asesinado por el amalecita, 2 S. 1:1-10.

Solución: Se suicidó. El primer texto es claro. Entonces el amalecita mintió
para obtener favor con David, supuestamente había eliminado a su enemigo.

2. ¿Cuántos murieron en una plaga en el desierto?

a. 23,000 en 1 Co. 10:8.

b. 24,000 en Nm. 25:9.

Solución: Como dice, 23,000 murieron en un día. Otros mil murieron después por efectos de heridas mortales, o los otros mil por Finees mismo, en Nm. 25:7. Entonces el total de muertos en la plaga fue 24,000. Ambas cifras son correctas.

3. ¿Cuántos ciegos fueron sanados cerca de Jericó, Mt. 20:29-34; Mr. 10:46-52; Lc. 18:35-43?

Mateo dice dos, Marcos y Lucas dicen uno. Así que hubo dos, pero uno fue más interesante y así comentado por marcos y Lucas. Es paralelo con la tumba de Cristo, si hubo uno o dos ángeles. Hubo dos, pero solo uno habló.

4. Otro “problema” en los mismos pasajes del problema 3: ¿ocurrió la sanidad antes o después de entrar en Jericó?

Mateo y Marcos dicen “al salir de Jericó”, pero Lucas dice “acercándose a Jericó”. Las dos declaraciones tienen que ser verdad, porque es lo que dice la Biblia. Una explicación posible es que estaba pensando Jesús salir de la ciudad en la tarde para apenas llegar con luz a otro sitio. Pero pasando tiempo no planeado con los ciegos, decidió volver a Jericó para pasar la noche.

b. En lo personal, la Biblia jamás me ha fallado.

Pruébela usted mismo, para ver.

c. La Biblia misma dice que es absolutamente verdadera.

Por ejemplo:

Mt. 24:35, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”

2 Tim. 3:16, “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redarguir, para corregir, para instruir en justicia.”

2 Ped. 1:21, “porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

d. Las declaraciones proféticas se han cumplido con precisión.

Por ejemplo:

1. La destrucción de la ciudad de Tiro, (Ez. 26:3-14) fue profetizada en 593 aC aprox que los edificios y todo en Tiro serían barridos, dejando la ciudad permanentemente como peña lisa. Se cumplió con Alejandro Magno en 300 aC aprox. Su ejército atacó y la población escapó nadando a una isla muy cerca de Tiro. Furioso porque sus caballos y equipo no pudieron pasar sobre el agua del Mediterráneo, Alejandro destruyó la ciudad y empujó todo en el mar, formando una “calle” hasta la isla, y mató a todos. Hoy en día hay una ciudad en la punta de la “calle”, o sea la ex–isla, que se llama “Tiro”. Pero la ubicación original esta vacía de construcciones y habitantes, solo se usa esa área para secar redes (como dice 26:14).

2. Petra en Edom será abandonada, Jer. 49:16-18. La ciudad vacía se visita hoy por turistas.

3. Babilonia tomará a Israel en cautiverio por 70 años, Jer. 25:11-12; 29:10; Dn. 9:2; Zac. 7:5.  Babilonia lo hizo, y terminó el cautiverio 70 años después.

4. La lista de 37 profecías específicas de Jesucristo con siglos de anticipación, como que sería nacido en Belén, 700 años antes del hecho (en Mi. 5:2).

Hay miles de profecías más, ya que un tercio de la Biblia fue profecía al momento de escribirla.  Solo Dios conoce el futuro con certidumbre. Cumplimientos cabales hasta la fecha de las predicciones son evidencias de un libro sobrenatural.

La Biblia no contiene errores. Lo que enseña es la verdad. Nos explica cómo tener nuestros pecados perdonados y cómo vivir en tal manera que agrada a Dios. Lean la Biblia, comenzando con el Evangelio de Juan.

Seamos fieles proclamando la veracidad e inerrancia de la Biblia,

Scott Yingling
Director General de ObreroFiel.com

En el mundo está naciendo menos gente.

La tasa de fecundidad disminuye en todo el mundo en forma alarmante, y no sólo porque las parejas deciden tener menos hijos. La maternidad tardía es señalada como principal causa de infertilidad por los especialistas, quienes advierten sobre la importancia de que las mujeres reciban información al respecto. Mientras tanto los centros de reproducción asistida se llenan de mujeres que han pasado la barrera biológica de los 35.

En el mundo está naciendo menos gente. La tasa de fecundidad total en la Unión Europea durante 2007 fue de 1,47 niños por mujer. Y garantizar un nivel de reemplazo de población re­quiere de alrededor de 2,2 hijos por mujer. Por eso los países del Primer Mundo han comenzado a incentivar la maternidad con beneficios sociales adicionales. Es que este quiebre en los números se produjo a partir de los años 60 con la aparición de los anticon­ceptivos y la posibilidad de que la mu­jer maneje su fertilidad. Al mismo tiem­po, en América latina y según datos de Cepal, los últimos 30 años han implica­do un descenso de la fecundidad de 6 a 3,4 hijos por mujer. Argentina, el país con menor natalidad de América lati­na, en 1960 alcanzaba una tasa de 3,1, mientras que en la actualidad la misma es de sólo un 2,6. Y se estima que en los próximos 10 años se reducirá a 2. Se­gún datos del Registro de Personas la tasa de natalidad se redujo notoria­mente con la crisis de 2001. El repunte económico sin embargo no promovió suba alguna en la cantidad de naci­mientos. En la ciudad de Buenos Aires la tasa (1,3) se ha estabilizado en el mismo nivel que países desarrollados como Alemania (1,3). Y si bien en las provincias las tasas son más altas (3,15 en Misiones, por ejemplo) también es­tán descendiendo rápidamente.

 El que esté naciendo menos gente implica, obviamente, que hay menos hi­jos en el planeta. Y menos progenitores. La cuestión a dilucidar es hasta qué punto esta marcada disminución de la descendencia es una elección cons­ciente de las personas. Porque a la par de estas alarmantes estadísticas de fe­cundidad se evidencia un avance cons­tante -tanto científico como comer-‘ cial- de todas las variantes posibles de fertilización asistida.

 GÓMEZ PASSANANTE. «En   un país donde la salud general no se cubre y hay gente que no puede comprar medicamentos, sería utópico pensar que la fertilización asistida sea gratuita

Otros tiempos

Según todos los especialistas, la causa principal del actual descenso de la tasa de fertilidad es que la mujer pospone el primer embarazo. «De 50 años a esta parte la mujer cambió, es profesional, estudia, tiene otros intere­ses y prioridades antes que la materni­dad. Y está perfecto, nadie lo cuestio­na. Pero biológicamente la mujer de hoy es exactamente la misma que era en la Edad Media o que nuestras abuelas que se casaban a los 19 o 20 años», explica Rubén lipowicz, ginecólogo del Centro de Estudios en Reproduc­ción y Ginecología.

El promedio de edad de quienes se lanzan a la búsqueda de un embarazo es de 30 años, mientras que la edad de fertilidad máxima es los 25. Pero en estos tiempos de adolescencia tardía, en un mundo competitivo que dificul­ta el ingreso al mundo laboral, a los 25 años una gran parte de las mujeres re­cién está iniciando un recorrido voca-cional. Al menos las de clase media. Muy lejos está todavía para ellas el matrimonio y mucho más un posible deseo 8 de convertirse en madres, que todavía les reu1ta inimaginable. Algunas formarán parejas tempranas. Parejas que probablemente se romperán a los po­cos años, dilatando más aún una po­tencial proyección familiar. Es que la tasa de divorcios es considerada mun-dialmente otra de las causas de la caí­da de la fertilidad. Así muchas muje­res al promediar los 30, afianzadas la-boralmente y con una realización per­sonal en el haber, sienten que les llegó el momento ideal para ser madres. Pe­ro la mayoría desconoce que la decli­nación más rápida del potencial de fertilidad en un único año tiene lugar a la edad de 35. Según estudios reali­zados por la Oficina Nacional de Estadística de Salud de Estados Unidos ese es un punto de corte a partir del cual la función reproductiva disminu­ye irreversiblemente. Al llegar a los 42 años el 90% de las mujeres son infértiles. Y a pesar de que es difícil de pro­bar científicamente muchos especia­listas sostienen que el estrés puede su­marse como otro factor.

 

De este modo muchas mujeres ter­minan en un centro médico de reproducción después de los 35 años, cuando ya han perdido su fertilidad máxima Pero recién entonces es cuando se enteran de esta implacable realidad biológica. Se­gún una encuesta de la Asociación Ame­ricana de Infertilidad y la Asociación de Medicina Reproductiva, un 64% de los argentinos no sabe cuándo decae la fer­tilidad de la mujer. Y la mayoría de las mujeres ignora que su fertilidad dismi­nuyó drásticamente diez años antes de dejar de menstruar. La Sociedad Euro­pea de Reproducción Humana y Em­briología ha señalado que posponer la maternidad se ha vuelto un problema de salud pública porque la efectividad de las técnicas de reproducción asistida si­gue siendo relativamente baja Y los cos­tos, altísimos. Por eso los especialistas consideran que los médicos deberían aconsejar a las mujeres que no poster­guen el primer embarazo y que es im­prescindible que los gobiernos lleven adelante campañas de comunicación al respecto. Pero parece no haber políticas sanitarias en ese sentido. Y cada vez más parejas terminan gastando fortunas en un tratamiento de fertilidad.  La probabilidad de que una pareja con una fertilidad normal quede emba­razada es sólo de un 20% por ciclo y la probabilidad acumulativa de embarazo después de 12 meses es de 93%.

Pero cuando la mujer cumple 40 años la pro­babilidad mensual cae abruptamente hasta cerca del 5%.

La Organización Mundial de la Sa­lud define a la infertilidad como la im­posibilidad de concebir luego de un año de búsqueda. Según señalan los especialistas, el 33% de los casos obe­dece a una causa masculina, el 25% a una femenina, el 20% a una causa com­partida y existe un 15% en el que no es posible determinar la causa.

RUBÉN LIPOWICZ. «La mujer posterga la maternidad para atender otros intereses, pero biológicamente es igual que nuestras abuelas que se casaban a los 19 años».

 

 

Pero la in­fertilidad no es sólo una condición mé­dica. Es también una construcción cultural. En su libro De la cigüeña a la probeta, Susana Sommer señala que «la infertilidad puede ser definida co­mo una condición social cuya severi­dad depende enteramente de la valora­ción que se le adjudique a la falta de descendencia». Pero, como señala la misma autora, el ser mujer como sinó­nimo de ser madre actúa con tal fuer­za en nuestra sociedad que el no ejer­cicio de la maternidad pone en cues­tión la propia identidad femenina.

Mandato y sufrimiento

De este modo, desde la «liberación femenina» a esta parte, el mandato cul­tural se habría vuelto aún más perverso para con las mujeres: las alienta a reali­zarse y ser independientes pero prome­diando la vida -cuando las condiciones biológicas femeninas requieren de una intervención científica- las interpela con un insoslayable mandato de procrea­ción. Y el sufrimiento es fuerte. «Cuando una pareja tiene tras­tornos reproductivos tiene un montón de trastornos emocio­nales: ansiedad, an­gustia, mucha bron­ca, a veces depre­sión. Lo más caracte­rístico, además de una tristeza que te parte el alma, es que la pareja se empie­za a aislar. Pierde interés, hay un retrai­miento hacia adentro y hacia un solo te­ma que es el bebé. Y eso es muy malo. Porque la vida es mucho más que el proyecto de bebé», explica Estela Chandon, vicepresidenta de Concebir, una ONG de pacientes con problemas de fertilidad.

A la hora de abordar la cuestión es­pecífica de los tratamientos de fertili­dad y sus límites, muchas veces las opi­niones son extremas y contundentes. Susana Sommer, por ejemplo, conside­ra en su libro que «las nuevas técnicas reproductivas forman parte del proceso histórico de medicalización y control de la fertilidad de las mujeres que realiza la profesión médica» En este sentido, qui­zás la vivencia es fundamental para no hacer juicios apresurados. Estela Chandon explica: «Nosotros por experiencia aprendimos que uno dice una cosa, pe­ro después cambia cuando te pasa To­das empezamos los tratamientos dicien­do: ‘yo más de una inseminación no ha­go, no me vengan con cosas raras, no me compliquen la vida’. Y después uno sigue luchando y peleando». Así, la ma­yoría de las parejas que comienzan por tratamientos de baja complejidad (inse­minación artificial) terminan intentan­do con uno de alta complejidad (fecun­dación in vitro,criopreservación). «En los casos extremos, ya sea porque es imposible rescatar un espermatozoide del testículo o es imposible rescatar óvulos por cuestiones patológicas, en­fermedades genéticas, o fisiológicas, mujeres mayores de cuarenta y pico en las que hay fallas oválicas precoces, se puede generar un embarazo con game­tas donadas», explica Lápowicz. «Esto se realiza desde hace más de diez años».

Un tratamiento de alta complejidad cuesta de 10.000 pesos en adelante. Y ningún aspecto de los mismos es cubier­to ni por obras sociales ni por medicinas prepagas porque en nuestro país la infer­tilidad no es considerada una enferme­dad. Por eso generalmente son un lujo de las clases acomodadas. Pero desde marzo de 2007 el Hospital de Clínicas realiza fertilizaciones in vitro. Por los tratamientos se pagan sólo aranceles hospitalarios y el resto está mantenido por la Cooperadora del hospital que re­ re­cibe donaciones de pacientes. De este modo a las parejas les cuesta sólo un ter­cio de lo que gastarían en un centro pri­vado. «Los tratamientos de alta comple­jidad son caros aquí y en todas partes del mundo», explica Ernesto Gómez Passanante, jefe del servicio.

 

NUEVAS TÉCNICAS REPRODUCTIVAS. La crioprerservación de embriones y la inseminación artificial están entre los tratamientos para problemas de fertilidad. En la Argentina falta legislación sobre el tema y la información que circula es deficiente.

«En los paí­ses desarrollados hay cobertura sobre esto porque no hay ningún enfermo de la salud general al que le falte medica­ción. En este país en el que todavía la sa­lud general no se cubre como debería, donde hay gente que no puede comprar determinados medicamentos, sería una utopía pensar que la fertilización asisti­da deba ser gratis».

Por el momento el Clínicas no está en condiciones de realizar criopreser-vación de embriones, aunque ofrecen el traslado de los mismos hasta el cen­tro privado que elijan los pacientes. Pe­ro en relación a utilizar semen u óvulos donados, Gómez Passanante es categó­rico: «Con eso no vamos a trabajar. Por­que no existe la donación de gametas, siempre se pagan. No hay una ley que regule eso y por supuesto, lo que no es­tá prohibido está permitido. Para la do­nación de óvulos hay que pasar por un tratamiento, una intervención, se corre un riesgo. Eso tiene un incentivo, lláme­se viático o lo que sea. Lo mismo pasa con el semen. Pero hay países donde la legislación no permite la donación de gametas y sin embargo eso no impide la posibilidad de realizar tratamientos de fertilidad asistida.»

En relación con la ausencia de una ley de reproducción, Rubén Lipowicz re­flexiona; «Eso es una desgracia Más allá de que conociendo a nuestros políticos uno no sabe si va a ser buena o mala, no es bueno que no haya ley. Es como un tren sin carriles.

Uno no sabe hasta que punto como profesional  no está expuesto a ser acusado de algo. Tratamos de ma­nejamos por los lineamientos internacio­nales y en los centros de reproducción generalmente tenemos un comité de éti­ca que nos avala ante problemas que es­capan de lo habitual.»

Ley, ciencia, negocios

Concebir presentó en 2005 un pro­yecto de ley de reproducción en conjun­to con la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva y la red latinoamericana LARA. Pero el proyecto no llegó a buen puerto y existe la sospecha de que fue por presión de la Iglesia Católica. Este año Concebir volverá a hacer el intento en la Cámara de Diputados. «En la ley tie­ne que estar claramente definido quién controla los centros, quién da las habilita­ciones», explica Estela Chandon. «Porque ahora son pocos y muy prestigiosos. Pe­ro si de golpe hay un boom, ¿quién se va a hacer cargo? Si yo me interno para un tratamiento y termino con un derrame cerebral, ¿quién se hace cargo? Tiene que haber mecanismos de control.»

En lo que respecta a tratamientos de fertilidad, lo que no está permitido en Ar­gentina -por lo menos a nivel oficial- es el recurrir a madres sustituías, algo popu­larmente conocido como «alquiler de vientres», ya que para la legislación actual «madre biológica» es la mujer que tiene el parto. Y los proyectos de ley tampoco consideran viable este tipo de contrato. La utilización de gametas donadas instaura un problema legal aparte para el que nuestra justicia todavía no tiene respuesta. Más allá de las sospechas en relación con el carácter real de las donaciones, actualmente los bancos funcionan a partir del anonimato de los donantes. Pero cualquier persona gestada a partir de una célula donada podría reclamar conocer la identidad del donante amparada por el derecho constitucional a la identidad. Hoy por hoy, sin legislación, esto constituye un problema sin salida. En otros paises como Australia, los chicos nacidos por donación de gametas a los 18 años reciben una comunicación del Estado recordándoles su derecho a conocer la identidad del donante.

El otro tema controversia! es el de los embriones congelados. «En nues­tro proyecto de ley decimos claramen­te que si una pareja quiere criopreser-var tiene que aceptar que a los cinco años automáticamente esos embrio­nes se puedan donar a otra pareja», ex­plica Estela Chandon. «Si esa pareja desaparece, ya está la autorización. Si esa pareja se arrepiente, se presenta antes de los cinco años y renueva. El problema es que ahora se hace al re­vés, los centros se quedan con los em­briones y no pueden dárselos a nadie porque no tienen autorización, no los pueden destruir por un acuerdo ético entre los médicos. Yo no sé cómo los médicos no se dieron cuenta de que había que hacerlo al revés. Ahí es co­mo llegaron al problema de no saber qué hacer con los embriones.»

Así como no hay campañas infor­mativas del Estado sobre los proble­mas que acarrea la maternidad tardía, a la hora de embarcarse en un trata­miento de fertilidad no siempre se co­munican claramente los riesgos. En este sentido, M., una mujer que intentó una fertilización in vitro, dice «qui­siera que los médicos a veces se pon­gan más del lado del paciente y no tan­to del lado de su éxito de dejarte em­barazada y anotarse un punto a su fa­vor, y que digan la verdad sobre todos los riesgos posibles». M. terminó con un embarazo ectópico que le lesionó una trompa de Falopio. El médico que le transfirió los embriones le había asegurado que los embarazos ectópi-cos no se dan con fecundaciones in vi­tro. Pero otros especialistas le recono­cieron que ese problema es común.

Al mismo tiempo, muchas veces la desesperación de las parejas con pro­blemas de fertilidad hace que no eva­lúen los riesgos correctamente. En su libro, Susana Sommer señala que «mu­chas mujeres sienten que es la última oportunidad de tener hijos relaciona­dos biológicamente con ellas, por lo que están en una situación que no es óptima para evaluar riesgos y/o posibi­lidades de éxito. El porcentaje de éxi­to es de aproximadamente 10%, es de­cir que sólo una de cada diez mujeres tratadas quedará embarazada». En este sentido, el reproductólogo Rubén Li­powicz aclara: «Antes de empezar cualquier tratamiento es bueno que la pareja sepa cuáles son las chances rea­les, más allá de que el número solo sea frío. En el primer intento son mas las chances de fracasar que de ir bien. Es como como tirar un dado.»

La infertilidad no es simplemente un problema biológico que la ciencia pueda resolver. Su sentido depende de nuestra cultura e involucra tanto a dere­chos humanos insoslayables como a problemáticas inherentes a la condi­ción femenina. Hay quienes se pregun­tan por qué en lugar de poner el esfuer­zo en el desarrollo terapéutico no se in­vestigan más profundamente sus cau­sas. Factores ambientales, situaciones laborales y ritmo de vida son cuestio­nes que hoy por hoy parecen menospre­ciadas y merecerían ser abordadas en profundidad por los investigadores. Además es imprescindible que se difun­da masivamente información sobre la limitación etaria de la ventana repro­ductiva femenina.

«Hay mucho tema comercial, por eso uno quisiera que las obras sociales lo consideren, porque de esa manera el tema comercial no influi­ría tanto en la toma de decisiones», se­ñala lipowicz.

Ciencia y negocio, paradójica­mente como polos antagónicos y complementarios. Mientras tanto, el poder de decisión de la mujer sobre su fertilidad, liberado de prejuicios culturales y mandatos de género, si­gue siendo una utopía.

Marina Arias

 

 

Glosario

Inseminación artificial. Introducción de espermatozoides de forma no natural en el aparato reproductivo de la mujer.

Fecundación in vitro. La fertilización del óvulo por el espermatozoide se produce en un medio artificial y luego los embriones son transferidos a la cavidad uterina.

Criopreservación de embriones. Almacenamiento de embriones a temperaturas muy bajas para ser utilizados en un intento de embarazo posterior.

Fuente:

Revista Accion

En defensa del cooperativismo y del pais.

1ª Quincena de abril de 2008 Año 43 numero 999

 

Los pobres en Argentina y el desabastecimiento

  Ya son 21 millones los pobres en la Argentina


Los pobres en Argentina
En un semestre, casi 2 millones de habitantes del país se sumaron a quienes no llegan a cubrir sus necesidades mínimas. Es por la suba de precios.

  • Ismael Bermúdez

En un articulo pùblicado por diario clarin, con fecha 05.01.2003  , comenta que  «

Los aumentos de los precios de los alimentos básicos desvelan al Gobierno porque en la Argentina ya hay 21 millones de pobres, de acuerdo a la medición que hizo el INDEC en octubre pasado y que se conocerá antes de fin de mes.
Se trata de una cifra récord que supera la marca del 53% de pobreza (19,1 millones de personas) de la encuesta de mayo pasado. Así ya 6 de cada 10 argentinos es pobre. Como las familias pobres son más numerosas, entre los niños menores de 14 años la pobreza superaría el 75%.
Este aumento de casi 2 millones de nuevos pobres en apenas 5 meses se explica por el gran aumento de los precios de los alimentos básicos: subieron el 28,3% con relación a la medición de mayo y casi el 72% en un año. Con los ingresos congelados, cada punto de suba de los precios de los alimentos lleva a que se agregue unas 70.000 personas a la vasta legión de la pobreza. Por eso causa preocupación la reciente suba de los precios de los lácteos y de los combustibles.

Con relación a octubre de 2001 hay 7,3 millones de nuevos pobres, a razón de 600.000 nuevos pobres por mes. Y respecto de 1998, hay casi 10 millones más de pobres.

Para octubre, el INDEC consideraba pobres a las familias tipos (matrimonio y dos hijos) que ganaban menos de 700 pesos por mes. Y se estima que el 70% de los que trabajan ganan menos de esa cifra.

En optro artículo publicado el Martes, 09 de abril de 2002, por BBC Mundo, titulado los pobres en Argentina, decia que tan sólo en la capital y el Gran Buenos Aires, la mitad de la población de Argentina está viviendo por debajo de la línea de pobreza, según los resultados de un estudio privado.

Niño argentino come en la calle.
Según el estudio, 80% del incremento de la pobreza se debe al aumento en los precios. 

Las investigaciones de la Sociedad de Estudios Laborales (SELS) aseguran que este nivel de pobreza es superior al que se vivió aún durante la hiperinflación en 1989.

Argentinos en las calles de Buenos Aires.
Kritz pide al FMI un programa alimentario para los más pobres.

Para Ernesto Kritz, director del SELS, el incremento de precios postdevaluación es un factor importante en el aumento de la pobreza.

«El hacer extremadamente difícil el aumento compensatorio de salarios -señala Kritz- determina que el efecto precios se traslade íntegramente al consumo real de las familias».

El estudio señala que el 80% del incremento de la pobreza se debe al aumento de los precios, en especial de los alimentos, y el 20% restante al incremento de la desocupación, que ha afectado a 300.000 nuevas familias que ahora carecen de todo ingreso.

Así, desde fines de octubre de 2001, fecha de los últimos datos oficiales, hasta los primeros días de abril el número de pobres aumentó en 1.650.000 personas, de los 6 millones que viven en la capital y sus alrededores.

Ante este contexto, Kritz enfatizó que es importante incluir en el plan económico que se discute con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un programa alimentario para los más pobres.

«En ausencia de una red efectiva de contención social, con casi 50% de pobreza y 25% de indigencia, ningún plan económico es sustentable», concluye.

Argentinos pidiendo alimentos.
Manifestantes argentinos piden alimentos.

Un síntoma de esta creciente pobreza se vio este martes cuando varios grupos de manifestantes se acercaron a distintos supermercados en las afueras de Buenos Aires para pedir bolsones de comida para los comedores infantiles.

«Venimos a pedir una donación para los chicos de manera pacífica. Traemos a nuestros hijos y no vamos a caer en la violencia, pero venimos a pedirles que nos ayuden», señaló un manifestante en las afueras del supermercado Carefour, en el cono urbano bonaerense, a la televisión local.

«Nuestros salarios reales cayeron por la devaluación, porque los precios han aumentado y ya no nos alcanza ni para la leche, ni para los pañales»,

Mientras tanto, frente a otro supermercado, el Coto de Pompeya, cientos de personas -la mayoría mujeres con niños- se concentraron en medio de fuertes medidas de seguridad a la espera de que les entreguen bolsas con comida.

«Queremos comida para nuestros hijos y sino queremos trabajo. El problema es la falta de trabajo», insistía una mujer con su hijo de la mano. «Mi esposo no tiene trabajo y yo tampoco consigo nada».

Los manifestantes formaban parte de varios grupos, incluyendo al Movimiento de Desocupados Barrios de Pie, de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), como el Movimiento Nacional Piquetero (MNP), el Movimiento Territorial de Liberación (MTL) y el Polo Obrero (PO).

Aunque las noticias son viejas, la situacion en Agentina desde esa fecha para aca no han variado mucho, lamentablemente.

Jesus dijo  “A LOS POBRES SIEMPRE LOS TENDRÁN CON USTEDES”

Jorge Arturo Chaves, en un documento electrónico titulado “POBRES SIEMPRE LOS TENDRÁN CON USTEDES”, escribe que:

«Para quienes venimos de las tradiciones judía o cristiana, la frase que antecede resulta familiar. Aparece en Escrituras veneradas por unos y otros. En labios de Jesús, constituye una referencia a un texto bíblico mucho más antiguo, el libro del Deuteronomio. Como sucede con muchas otras citas religiosas, ésta ha sido objeto de especial distorsión. Se ha intentado legitimar con ella la desigualdad y la carencia de un nivel digno en riqueza e ingreso presentándolas como algo connatural a la historia humana. O, en versiones más sutilmente reaccionarias, para persuadir de que la existencia de los pobres permite ejercer a los ricos la caridad y el espíritu solidario.

Nos maravilla que semejante descaro haya existido para leer los textos religiosos. Sin embargo algo parecido se ha producido en la moderna literatura de divulgación económica cuando se enfrenta el hecho de la pobreza. Se acepta, por ejemplo, sin que choque, que al menos uno de cada cinco hogares costarricenses viva permanentemente en la pobreza, incluso en épocas de gran crecimiento económico. Se ve normal y hasta civilizado que tenga que existir una política social como compensatoria, ayer de los costos de un ajuste estructural y hoy, del dispar reparto de los beneficios de la globalización. Como en otros tiempos la actitud religiosa, hoy la disposición profana de cada día perece empeñada en convencernos de que es por completo natural que “pobres siempre los tengamos con nosotros” y que, por eso, su existencia no tiene por qué alterar nuestro diseño de estrategias de crecimiento competitivo o de logro de equilibrios macroeconómicos. Después de todo esto, lo demás —pareciera afirmarse— se dará por añadidura. A lo sumo, habría que introducir medidas de compensación, además de la tradicional beneficencia. Quizás esa naturalidad con que en la economía contemporánea se ha aceptado la pobreza de muchos millones, —183 hoy en América Latina—, como inseparable compañera de viaje, es algo que ha marcado esa forma especializada de diseñar las políticas económicas en todos nuestros países. Trátese de la fiscal o la monetaria, o de políticas productivas sectoriales, como que a los responsables de turno no se les va a ocurrir elaborarlas a partir de objetivos de combate a la pobreza. Para eso, piensan, están la políticas sociales de compensación o a lo sumo, como se empieza a aceptar hoy, como inversión en capital humano. Cada vez más, sin embargo, organismos internacionales ortodoxos, como el propio Banco Mundial, van entendiendo y aceptando que la pobreza es un fenómeno de dimensiones y orígenes múltiples, que interactúan entre sí, cuyo combate incluye también estrategias múltiples, en los campos más diversos —económicos, políticos, culturales. Por eso, enfrentar la pobreza abarca aspectos tan variados como revisar la estructura tributaria, brindar oportunidades de educación y salud, capacitar en participación y poder popular, en el respeto por la igualdad de géneros, … En definitiva intentar que ninguna política omitaobjetivos explícitos que apunten, con el impacto de su puesta en marcha, a la disminución  de la pobreza. »

A fin de diciembre, el INDEC informó que la pobreza en la Capital y el Gran Buenos Aires era del 54,3%. Pero no dio los datos de todo el país. No obstante, los técnicos del INDEC admitieron a Clarín que la pobreza en la región del Norte argentino que en mayo de 2002 rondaba, en promedio, entre el 63 y 69% volvió a pegar un salto y se asemeja a los guarismos de pobreza del segundo cordón del Gran Buenos Aires que arrojó un 74,4 % de pobreza. Con ese promedio, en Formosa la pobreza superaría el 80% y holgadamente el 70% en Misiones, Jujuy y Chaco. También, en la misma proporción, habría subido la pobreza en el resto del país, con lo que ahora sería del 58/59% de la población total.

Si bien la pobreza es un fenómeno en ascenso desde 1994, pegó un espectacular salto desde 1998 en adelante para volver a trepar con mayor fuerza con la crisis de 2001 y luego con la devaluación del peso. Y esto por la combinación de tres factores: la suba de los precios, el aumento del desempleo (si se excluyen los ocupados de los planes Trabajar y Jefes de Hogar) y el semicongelamiento de los ingresos, sueldos y jubilaciones.

Según el INDEC, sin los planes sociales la desocupación subió del 21,5% en mayo de 2002 al 23% en octubre. Y en el 2002 el poder adquisitivo de los salarios tuvo una caída de casi el 24%, pero golpeó en mayor medida a los que menos ganan, en especial a los que se desempeñan «en negro» donde la reducción del salario real fue del 35%.

Por su parte durante todo el año pasado, los salarios públicos y las jubilaciones (salvo el mínimo que subió a 200 pesos) se mantuvieron congelados, aunque la inflación minorista rondó el 41%.

Fuentes:

 

Descubren ciudad sumergidad en Amatitlán

Antonio Augusto Batres, quien se atribuye el descubrimiento de una ciudad sumergida en el Lago de Amatitlán, reveló su secreto luego de cinco meses del hallazgo y de estudios en el lugar. Aunque aún no sabe de qué época data ni su extensión, argumenta que se encuentra a 40 o 50 metros de profundidad. Por tal razón, el 17 de abril recién pasado la inscribió como propiedad intelectual.

El principal estudio que realizó fué un método científico para extraerle visualmente el agua al Lago de Amatitlán y así fué como observó la ciudad sumergida, que cuenta con muros y sitios de cultivo. Además pidió a las personas que han buceado en el lugar y extraído objetos, puedan donarlos a un museo.

Según el investigador ha escrito más de 25 libros para Naciones Unidas, lo cual certifica la calidad con la que trabaja sus invenciones. Espera que las autoridades revisen sus investigaciones para poder invertir en el tema.

Fuente: Noti7.com

Descubren ciudad sumergidad en Amatitlán. Con video.