Campaña atea en Europa


Campaña atea en Europa

Los europeos han encontrado un modo muy civilizado de estar en contra de las religiones. “Probablemente no hay dios, así que deja de preocuparte y disfruta de la vida”. Es el eslogan que defiende el ateísmo en 800 colectivos de Londres, y que pretende extenderse al resto del continente.

Los ciudadanos de Barcelona ya han podido ver en circulación algún vehículo de transporte público con mensajes semejantes y la iniciativa pronto se extenderá a Madrid.

En Australia se prohibió una campaña similar con un eslogan más sutil y a la vez tentador: “Ateísmo: dormir las mañanas de los domingos”.

Los organizadores de la campaña londinense, que esperaban recaudar 8.000 libras para empezarla, reunieron 150.000 en sólo cuatro días y ya van por más de 200.000. Con lo recaudado, ampliarán el alcance de la campaña colgando 1.000 carteles la próxima semana en los subtes de la capital británica, con frases pro-ateístas de personajes célebres como Emily Dickinson, Albert Einstein o Katherine Hepburn.

Todas estas campañas están financiadas con contribuciones voluntarias de ciudadanos y su origen está en el periodista del diario The Guardian Ariane Sherine, a quien se le ocurrió después de leer en una web cristiana que los ateos tenían como destino “pasar la eternidad en el infierno y ardiendo en un lago de fuego”.

La campaña británica no ha tenido grandes problemas de censura y sólo se ha visto obligada a incluir la palabra “probablemente” para ser acorde a las normas que regulan la publicidad en el Reino Unido.

Personalmente, creo que no debería ser necesaria una campaña, sino veríamos colectivos con la leyenda “Papá Noel no existe”, y eso sí sería ridículo, verdad?

Ateos buscan quién les ‘crea’ en Europa; emprenden campaña publicitaria en buses

«Probablemente Dios no existe. Así que deja de preocuparte y goza de la vida». Esta es la frase de combate de la escritora de comedias para televisión Ariane Sherine, de 28 años.

La también periodista busca llamar la atención sobre el hecho de que quienes no creen en ningún Dios deben comenzar a manifestarse.

Con ese argumento emprendió la campaña desde octubre del año pasado que ha contado con el apoyo de la British Humanist Association y que se financia con aportes de quienes quieran contribuir.

Richard Dawkins, vicepresidente de la BHA, es uno de los biólogos evolucionistas más relevantes y promotor de la campaña que se llevó a cabo en Londres bajo el convencimiento de que «existe una población oculta de ateos que necesita mostrarse».

En el sitio en Internet de la campaña, Sherine dijo que la idea surgió tras leer en un bus una cita bíblica sobre la venida de Cristo y la fe que debería encontrar en la tierra.

Entonces se cuestionó que, como no creyente, qué pasaría. De si acaso sería condenada al infierno.

El lanzamiento de la campaña se dio con una columna que la joven periodista escribió para el diario The Guardian y en la que aparte de llamar a los ateos a que se mostraran, los invitaba a donar dinero para la campaña.

Desde la tercera semana de octubre se han recogido 135.000 libras esterlinas (unos 462 millones de pesos).

Sin embargo, la campaña ya comenzó a generar malestar. La Agencia sobre Estándares Publicitarios, el organismo que regula la publicidad en Reino Unido, deberá intervenir en la disputa sobre la existencia o no de Dios.

La agencia recibió 48 quejas de personas sobre la campaña de publicidad atea en 800 autobuses británicos.

En España

La idea ha calado y ya ha atravesado fronteras, pues la Unión de Ateos y Librepensadores de España comenzó una campaña para promocionar el ateísmo a través de la inserción de carteles publicitarios en autobuses públicos que recorrerán las calles de ciudades españolas. Barcelona fue la primera elegida para que el mensaje recorra sus calles.

Desde el lunes, dos de las líneas de autobuses públicos barcelonesas pondrán en marcha la iniciativa que ya ha dado que hablar en la sociedad española.

Sin embargo, el presidente de la Unión de Ateos y Librepensadores, Albert Riba, dijo: «La campaña no busca el enfrentamiento, sino hacer pensar a la gente y darle al ateísmo un lugar en la esfera pública».

Ateismo – Estadísticas  

Porcentaje por países de ciudadanos de la Unión Europea que marcaron en 2005 la casilla «creo que existe un Dios».

En 1914, James H. Leuba publicó que el 58% de 1.000 científicos estadounidenses expresaron «escepticismo o duda en la existencia del dios judeo-cristiano». El estudio se repitió en 1996, y produjo un porcentaje similar de 61 %. En cambio entre los científicos de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos ese número es de 93 % (según la revista Nature, n.º 386, pág. 435-436).

Según el Britannica Book of Year, en 1994 en el mundo había 1.154 millones de ateístas y agnósticos. La World Christian Encyclopedia anunció que en el año 2000 había 262 millones de ateístas y 1.071 millones de agnósticos.

Según la obra de J. Baubérot (dir.) Religion et laïcité dans l’Europe (‘religión y laicismo en Europa’) un cuarto de la población europea sería «no religiosa». El 5% de los europeos serían ateístas convencidos.

La edición del Eurobarómetro de febrero de 2005 revela que para el conjunto de la Unión Europea (incluidos países en trámite de incorporación) es un 18% el que elige la opción «no creo que exista ningún espíritu, Dios o fuerza vital», frente al 52% que cree que existe un Dios (ver mapa). La mayoría de los restantes creen que existe «alguna clase de espíritu o fuerza vital». En un extremo se sitúan los franceses, con un 33% de ateístas, los checos, con un 30% o belgas y holandeses con un 27%. En el opuesto están PoloniaIrlandaRumanía.

Se muestran además diferencias por sexos, clases de edad, orientación política y nivel cultural, siendo las mujeres, los mayores, los que se consideran de derechas y los formalmente menos instruidos los que en mayor porcentaje declaran creer en Dios. Por otra parte, los resultados de una encuesta de la Fundación Santa María, vinculada a una orden católica, indican que un 28% de los jóvenes españoles niegan la existencia de Dios.

Fuentes:

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