Sermón del Monte parte IV – Contexto histórico del Sermón.

Sermón del Monte parte IV – Contexto histórico del Sermón.

En España la corrupción es como un cáncer, algo muy extendido en los países latinoamericanos, dice un articulo de ayer en la BBC

El pasado sábado miles de personas protestaron públicamente en Madrid, España, en contra de las leyes del Aborto que el gobierno intentaba fueran aprobadas. Fue organizada no se sabe muy bien por quién (eran 43 las organizaciones convocantes), bajo la tutela del Cardenal Rouco y con promoción expresa en muchas parroquias de España, una importante manifestación en contra de la aprobación del “Proyecto de ley orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo”; o sea, de la ley del aborto, que ya se encuentra en tramitación en el Congreso de los Diputados.

Los organizadores, Derecho a Vivir, Hazte Oír, Médicos por la Vida y Provida Madrid, han hablado de una asistencia de medio millón de personas, aunque según la información difundida por la Policía y citada por la Cadena SER, eran unas 10.000 personas.

La imagen de la manifestación celebrada este domingo contra la reforma de la Ley del Aborto que prepara el Gobierno ha sido la de parejas jóvenes, empujando carritos de bebé y con dos o tres niños de la mano. También había gente mayor y algunos jóvenes. Las más entusiastas eran, sin duda, las mujeres. «Es peligrosísimo matar, yo no conozco una especie animal que lo haga, el aborto es un espanto», decía una mujer de unos 40 años que había ido a la marcha con sus amigas.

Gentes pacíficas, muchas de las cuales nunca antes habían salido a la calle para protestar, nos dimos cita otra vez el pasado sábado para continuar una racha que empezó el 18 de junio de 2005 bajo el lema “La familia sí importa”, también en Cibeles, para implementar un programa negativo: que se retirase el proyecto de ley de matrimonio homosexual. Ya habíamos pasado por la ley del divorcio rápido y por multitud de leyes de parejas de hecho.  Ver mas….

En Estados Unidos, un grupo de jueces consultaban la Biblia en busca de aprobar la pena de muerte para un delincuente. Khristian Oliver, de 32 años, será ejecutado el próximo 5 de noviembre en el Estado de Texas después de que los miembros del jurado utilizasen durante sus deliberaciones varios pasajes de la Biblia que aparentemente apoyan la pena de muerte, según informa Amnistía Internacional (AI). Ver mas…

El presidente iraní, Mahmud Ahmadienyad, aseguró este domingo que «Muerte a Israel» será el grito eterno del pueblo de Irán. Ver mas…

Cuanta dureza de corazón por todos lados, cuanta insensibilidad, cuantas señales de que vivimos al final de esta civilización occidental.

Cuanta necesidad hay que en medio de esta ola de inseguridad, dureza de corazón, apatía espiritual, de apostasía que hay por todos lados, de mirar nuevamente el sermón del Monte y su mensaje del evangelio del reino, del Señorío de Cristo Jesús en los corazones de los hombres de nuestro planeta.

Por lo que se conoce como “El sermón del monte”, parece ser que fue Agustín de Hipona quien le dio este título, basándose en Mateo 5:1 ” Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. [0]

«Porque hablar y escribir sobre Jesús es redundar», dijo el músico  guatemalteco Ricardo Arjona procuraré redundar en este cuarto capitulo y seguiré escribiendo sobre el Sermón del Monte para edificación de su vida personal (Y también de la mía).

El sermón del monte (el primero de los cinco discursos programáticos de Jesús) “es la carta magna del nuevo pueblo de Dios.» [1] ,» es el fundamento de un orden verdaderamente humano” [2]

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Este Sermón contiene «el epítome de la enseñanza ética de Jesús» [3], ”es un compendio maravilloso de la doctrina moral del  Señor. Bien pueden considerarse como el corazón mismo del evangelio y por ende del cristianismo Nunca nadie ha dicho nada, que pueda compararse con él, hasta los mismos enemigos de nuestra religión como Renán, han reconocido que «nadie nunca podrá superar el Sermón de la Montaña»”. [4]

Jesús toca temas éticos tan actuales, tan importantes ahora como lo fueron hace 2000 años»

Joseph Ernest Renan (*Tréguier, 27 de febrero de 1823 – †París, 12 de octubre de 1892), quien fue un escritor, filólogo, filósofo e historiador francés, desde el racionalismo, siguió la corriente de la Escuela Liberal y contribuyó a la Búsqueda del Jesús histórico con su obra La vie de Jésus (París, 1863). Esta publicación le valió ser expulsado del Collège de France y el epíteto de «blasfemo europeo» por parte del papa Pío IX. Renan se atrevió a tildar a Jesús de Nazaret de «anarquista». [5]

En él, el Señor “va perfeccionando mandamiento por mandamiento la ley de Moisés, pues si éste trataba de hacer bueno al hombre, nuestro Señor quiere que los cristianos seamos perfectos, pues A TODOS nos dice: sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto.[6]

Guillermo McGrath, en un estudio devocional sobre este sermón, comenta que “es evidente que este Sermón “es la ética básica del cristianismo. También es evidente que no es una colección hecha sin pensar de reglas diversas. Es una obra maestra de principios condensados, describiendo el carácter y la disposición de los que pertenecen al reino de Dios. Nunca fue destinado a ser una guía para el gobierno civil u hombres no regenerados. Aunque muchos lo reconocen como una obra maestra de literatura, sin el poder y el fruto del Espíritu Santo no lo pueden practicar. Ya que es la esencia de la ética del Nuevo Pacto, esperáramos que fuera repetido y ensanchado por todo el Nuevo Testamento. Podemos ver que no hay enseñanza ética desde Mateo a Apocalipsis que no está imbuido con los principios del Sermón del Monte.» [7]

Guillermo McGrath, cita una frase de Eerdman’s Book of Christian Classics, que dice así:

“Los mares de la historia son turbados por las mareas continuas de venganza. El hombre no se ha levantado más allá del mandato del lex talionis (la ley de la garra): ‘Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie’. A pesar del hecho que la venganza no soluciona problemas sociales, los hombres siguen tras su guía desastroso. La historia está atestada con las ruinas de naciones e individuos que siguieron este camino contraproducente.

Jesús afirmó elocuentemente desde la cruz una ley más alta. El sabía que la filosofía antigua de ojo por ojo dejaría ciego a todo el mundo. El no buscó vencer a la maldad con maldad. El venció a la maldad con el bien. Aunque crucificado por el odio, él respondió con amor agresivo.

¡Qué lección más magnífica! Generaciones se levantan y caen; los hombres continuarán adorando al dios de venganza e inclinándose ante el altar del desquite pero vez tras vez esta noble lección del Calvario será un persistente recordatorio de que solamente el bien puede expulsar la maldad y solamente el amor puede vencer al odio”. [8]

Ilustrativo es lo que escribe el novelista G. K. Chesterton, dice: “La primera vez que uno lee el Sermón del Monte, piensa que lo trastorna todo, volviéndolo boca abajo, pero la segunda vez descubre que en realidad lo que hace es colocarlo todo en su debido lugar. A la primera, siente que es algo imposible de realizar, pero a la segunda, llega a pensar que lo único posible es precisamente esto…” [9]

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Sermón de la montaña y curación del leproso

Un autor muy representativo del pensamiento dispensacionalista, como Charles Ryrie, por ejemplo, dice en referencia al Sermón: «Para todos nosotros, es una revelación detallada de la justicia de Dios, y sus principios se aplican a los hijos de Dios hoy.»

C.I. Scofíeld reconoce también el valor presente del sermón como ya ha sido citado. Chaffer argumenta también en la misma línea.

La impactante afirmación «El Verbo se hizo carne» (Jn 1,14), declara que “el cristianismo tiene sus raíces en la historia. El cristianismo no es una filosofía, un mito o una especulación; el cristianismo es un acontecimiento cuyas raíces se hunden en la historia de los hombres, y que tiene su centro en la revelación histórica de Dios en Jesús de Nazaret: en Aquel concreto Hijo de María, que nació y vivió en un tiempo y en un lugar determinado.

Desde el segundo siglo no hay un bloque de la Escritura de tamaño comparable ha ejercido una influencia tan grande como el sermón. En el período pre-Nicea, pasajes de este discurso se cita o alusión a los más de la de cualquier otra parte de la Biblia. Para el día de hoy estas palabras siguen desafío profundamente cristianos y no cristianos por igual. Esto causó Tolstoi a cambiar completamente su teoría social e influido en el desarrollo del uso de Gandhi de la no-violencia como una fuerza política. Incluso Nietzche, que se opone a las enseñanzas del sermón, no hacer caso omiso de ellos. [10]

“Si alguien se pone a reflexionar, con calma y devoción, sobre el sermón que nuestro Señor Jesucristo pronunció en el monte, tal como lo leemos en el evangelio de Mateo, creo que en él encontrará, de acuerdo con las más elevadas normas de la moralidad, la muestra perfecta de la vida cristiana. Esto no nos atrevemos a prometerlo por casualidad: es una conclusión basada en las palabras pronunciadas por el Señor mismo. Porque en la conclusión del sermón se habla de modo que quede evidente que el sermón contiene todos los reglamentos que nos hacen falta para la vida… Así indicó suficiente mente, me parece, que estas palabras que pronunció en el monte tan perfectamente forman la vida de los que quieren vivir de acuerdo con ellas, y con razón se termina comparándolas a quien construyó sobre una piedra. Esto lo digo para que quede claro que este sermón se ha creado de todos los preceptos que a la vida cristiana le den vida” [11]

Para darse cuenta de la autoridad y el desafío espiritual del Sermón de la Montaña, basta con que consideremos simplemente estas dos frases de El:amad a vuestros enemigos”, “devolver bien por mal”. Las que deben sonar como un tremendo disparate a los que no están convertidos aún.

Después de pasar una noche en solemne meditación y la oración solitaria en la montaña alcance al oeste de la cuenca del lago de Galilea (Lucas 6:12), a la mañana siguiente el Señor le llamó a sus discípulos, y de entre ellos eligió doce, que De ahora en adelante se formó para ser sus apóstoles (Marcos 3:14, 15). Después de esta solemne consagración de los doce, que descienden de la montaña de los picos de demanda a un nivel más puntual (Lucas 6:17), y allí se sentó y entregó el «sermón de la montaña» (Mateo 5-7 y Lucas 6:20-49) a la multitud montado. La montaña hablado aquí de que, probablemente, fue conocido por el nombre de «Cuernos de Hattin» (Kurun Hattin), una cordillera que corre de este y el oeste, no muy lejos de Capernaúm. Fue posteriormente llamado el «monte de las Bienaventuranzas».

Es un error creer que las Bienaventuranzas son el Sermón de la Montaña, ellas son tan sólo una parte mínima de él, comprenden únicamente 9 versículos y el Sermón tiene 109 versículos, pues comprende los capítulos V, VI y VII, de San Mateo.

El marco histórico en Mt. 4.23–5.1 nos induce a esperar un importante discurso que se entrega en una ocasión determinada y concreta. Dentro del sermón mismo aparecen distintas secuencias que parecen ser “pequeños sermones” de Jesús y no una colección de lógica independientes. Si se lo compara con el sermón de Lucas se descubren suficientes puntos de coincidencia (ambos comienzan con las bienaventuranzas, terminan con la parábola de los dos edificadores, y el material de Lucas que aparece entre estas dos porciones—sobre el amor a los enemigos (6.27–36) y la costumbre de juzgar a otros (6.37–42)—sigue el mismo orden en Mateo) como para pensar que los dos relatos tienen un mismo origen.

Ya que el sermón se incluye en el ministerio de Jesús en Galilea, es natural la suposición de que el lugar donde se predicó sería una de las colinas que rodeaban la llanura septentrional. Como poco después Jesús entró en Capernaum (Mt. 8.5), quizás se hallara en esas inmediaciones. Una tradición latina, que data del siglo XIII, menciona un monte de dos picos, el Karn Hattin, ubicado un poco más al SS sur, pero solamente los cicerones y los turistas aceptan esta identificación con alguna seriedad.

Tanto Mateo como Lucas ubican el Sermón del monte en el primer año del ministerio público de Jesús; Mateo un poco antes que Lucas, quien lo ubica inmediatamente después de la elección de los Doce, con lo cual sugiere que debía entenderse como una especie de “sermón de ordenación”. En cualquier caso, se produjo antes de que los maestros religiosos lograran organizar su oposición, pero con suficiente tiempo como para permitir que la fama de Jesús haya podido extenderse por todo el país. Los primeros meses de su ministerio en Galilea estuvieron dedicados a la predicación en las sinagogas, pero pronto el entusiasmo de las multitudes hizo necesaria alguna forma de predicación al aire libre. Como consecuencia se puede notar un correspondiente cambio en el carácter de su mensaje. La primera proclamación: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mt. 4.17), ha dado lugar a la exposición sobre la naturaleza del reino para aquellos que realmente querían aprender.

El sermón está dirigido principalmente a los discípulos. Este parecería ser el significado tanto de Mt. 5.1–2 como de Lc. 6.20. El hecho de que Lucas haya usado la segunda persona en las bienaventuranzas, en dichos tales como: “Vosotros sois la sal de la tierra” (Mt. 5.13), y la sublime ética del sermón en su conjunto, sólo puede significar que estaba destinado a aquellos que habían abandonado el paganismo a cambio de la vida en el reino. Sin embargo, al finalizar cada relato (Mt. 7.28–29; Lc. 7.1) descubrimos la presencia de otros. La solución parece ser que la multitud estaba presente y escuchó a Jesús cuando enseñaba, pero que el discurso en sí estaba dirigido en primera instancia al círculo de los discípulos. Alguna que otra manifestación de Jesús, como ser los “ayes” de Lc. 6.24–26, salvo que fueran recursos retóricos, parecen ser “apartes” para algunos que podrían estar escuchando y necesitaran tales amonestaciones.

Dietrich Bonhoeffer dijo «Creo tener la certeza de que no lograré la clarividencia y la sinceridad interiores a menos que empiece a actuar consecuentemente con el Sermón de la Montaña… Y es que hay cosas por las que merece la pena comprometerse del todo. Y me parece que la paz y la justicia social, o sea Cristo en el fondo, lo merecen.» [12]

Gandhi fue un gran conocedor de las enseñanzas de Jesús de Nazaret, pero sabía que no todo lo que lleva el nombre de cristiano lo es. El se refirió abiertamente en la siguiente cita al gran abismo que desde hace casi 2000 años existe entre el verdadero cristianismo originario y las instituciones llamadas cristianas: «Si sólo existiera el Sermón de la Montaña y mi propia interpretación de él, no titubearía en decir, oh sí, soy cristiano. Pero desafortunadamente mucho de lo que se llama cristiano es una negación del Sermón de la Montaña.» Es decir, un decir no a éste. O bien: «Seguramente yo sería cristiano, si los cristianos lo fueran 24 horas al día».

De él escuchamos: «Estoy totalmente convencido de que la Europa actual no realiza el Espíritu de Dios o el cristianismo, sino el espíritu de Satanás. Y Satanás tiene el mayor éxito cuando aparece con el nombre de Dios en los labios. En la actualidad Europa es únicamente cristiana de nombre. En realidad adora a Mamón, el dios dinero». Y aún hay más declaraciones sobre el cristianismo, él dijo por ejemplo: «No conozco a nadie que haya hecho más por la humanidad que Jesús. En realidad no hay nada que criticar a la fe cristiana. El problema sois vosotros los cristianos. Ni siquiera os esforzáis en vivir según vuestras propias enseñanzas.»

¿Quien o quienes han impedido que Mahatma Gandhi u otras muchas personas a lo largo de la historia hayan incorporado en sus vidas las grandes y verdaderas enseñanzas de Jesús de Nazaret?, ¿Quienes impusieron en Europa la imagen de un Dios iracundo y vengativo?. Sin duda, las instituciones eclesiásticas, las mismas que han calificado El Sermón de la Montaña de Jesús, donde se encuentran las verdaderas claves para la vida, de utópico.

El novedoso programa de televisión Informativo El Hombre y la Tierra, nos reveló datos sobre que la canciller alemana en visita reciente a la India, descubrió a un Gandhi que quiso poner como ejemplo en su vida, decisión que va a llenar de satisfacción a millones de alemanes cuando descubran por ejemplo que se pone en práctica el principio de la igualdad y se elevan los sueldos de los mas desfavorecidos; también a millones de animales que son sacrificados cruelmente en mataderos o utilizados en laboratorios, cuando se modifique la Constitución y se promulguen leyes que den a los animales derechos fundamentales, en primer lugar el derecho a la vida.[13]

«Por el poder de la verdad, mientras viva, habré conquistado el universo» ? (fausto)

¿Cual fue la ocasión de este sermón?

Justamente había escogido a doce hombres, comenzando así la organización de su movimiento. Estos doce hombres habrían de compartir con él la carga de la responsabilidad y de las labores, y era muy importante que fuesen instruidos en los primeros principios del reino que El anunciaba. Era igualmente necesario que los más de sus discípulos entendiesen aquellos principios fundamentales, y que la multitud heterogénea y siempre variable, reunida por las esperanzas que tenían de un Rey y por la expectación del establecimiento de una monarquía que derrotara la supremacía romana y diera a Judea la soberanía del universo, digo pues, que era necesario que los conceptos equivocados acerca de la naturaleza del reino de Jesucristo que este heterogéneo populacho tenía fuesen quitados de una vez y para siempre.

Las circunstancias o el fondo del sermón nunca deben pasarse por alto. Las multitudes, incitadas principalmente por el deseo de ser aliviadas de dolores físicos, temporales y externos—reconociendo apenas, aun los mejores instruidos y más espirituales, las más grandes necesidades del alma—constituyeron la ocasión del Sermón del Monte.

En tiempos pasados se daba por sentado que el Sermón del Monte constituía un sólo discurso pronunciado por Jesús en una ocasión determinada. No hay duda de que parecería ser así según ha sido registrado en Mateo.

Los discípulos se sentaron (v. 1), Jesús abrió su boca y les enseñó (v. 2), y cuando terminó la multitud quedó maravillada de sus enseñanzas (7.28). No obstante, la mayoría de los estudiosos opina que este sermón es en realidad una compilación de dichos del Señor. “Una especie de epítome de todos los sermones que Jesús jamás predicó”

Su designio se ha sugerido en parte por la ocasión, pero debemos erigir justamente aquí una columna de amonestación. El designio tiene un aspecto negativo así como positivo.

No tenía por designio, como han supuesto algunos, el hacer un resumen de doctrinas ni de moral, ni de lo uno ni de lo otro. Dista mucho de ser una sinopsis de las doctrinas de Jesucristo. No hay ni una palabra directa acerca de la regeneración. No hay nada en él acerca de la doctrina de la propiciación vicaria y la justificación por fe, tan elaboradamente manifestadas por el Salvador mismo y por sus discípulos. Y hay algunos puntos de moralidad que no se inculcan aquí. De modo que el que tenga el Sermón del Monte como un modelo de vida, se equivoca mucho. Oímos decir a veces: «Si yo vivo conforme al Sermón del Monte haré bien.» Digo que este sermón no contiene todo el modelo.

Su designio fue introductorio—un discurso de apertura o rudimentario manifestando los principios fundamentales del Reino Mesiánico, mostrando que estos principios son internos, espirituales, prácticos; y no externos, ritualistas, teóricos; mostrando las características, los privilegios y la felicidad de los sujetos del Mesías en las bienaventuranzas. Mostrando en seguida la importancia, influencia y responsabilidad de los sujetos del Mesías, comparándolos con la luz del mundo y la sal de la tierra. Entonces sigue una discusión de las relaciones del Reino Mesiánico. ¿Relaciones a qué? Relaciones a la ley Judaica, sea ceremonial, civil o moral; a los profetas; a las tradiciones rabínicas; al mundo; a la vida práctica, y al destino. Tal fue el Sermón sobre el Monte, Cristo pensaba enseñar y desarrollar después otras doctrinas relacionadas con éstas como en efecto lo hizo, haciendo que toda su vida presentara la plenitud de su doctrina y de su moralidad.

De modo que el Sermón en el Monte no es una colección de hermosos dichos no relacionados entre sí, sino que exhibe una unidad extraordinaria como un discurso, como se observará cuando manifieste brevemente su bosquejo y su análisis. En verdad, dudo mucho que se haya hecho jamás algún discurso más notable por su unidad que el Sermón sobre el Monte.

También la materia de este sermón es en su totalidad común y práctica, pero aunque es así, es tan profunda y tan importante como lo es la vida humana y el destino. Es una grande equivocación suponer que la grande enseñanza no toca otra cosa sino lo extraño, lo excepcional y lo sorprendente. La mejor y más sublime enseñanza en la tierra concierne a la vida diaria, y tal es la materia de este sermón.

Los siguientes adjetivos describirán el estilo:

Es sencillo, familiar, directo, sentencioso, paradójico, llamativo, ilustrativo, conversable, práctico y autoritativo.

Es una plática sencilla. Quiero decir que cualquiera persona de aquel auditorio pudo entenderlo. No pretendía usar palabras altisonantes; el lenguaje de la gente común, como ellos lo hablaban y lo entendían fue usado por nuestro Salvador. Era familiar y tan sencillo en sus frases como si estuviera sentado al lado de la chimenea, o sobre el terrado al fresco de la tarde, o parado a la orilla de la calle hablando con la gente que pasaba. No era una oración, porque no tiene nada del estilo de la declamación, alocución y retórica dramáticas, como debe ser en todos los grandes maestros. Quiero decir que no hay ninguna indicación de un solo esfuerzo mental para valerse de la fraseología redondeada, dicción eufórica, impresión retórica, gesticulación dramática. Es directo. Quiero decir que no procura herir indirectamente. Se dirige directamente al cumplimiento de su objeto.

El estilo es paradójico. Una paradoja es una cosa que parece ser contradictoria pero que no lo es, como por ejemplo, «felices son los infelices» — esto es, «Bienaventurados los que lloran.» Esta es una paradoja, pero no hay nada contradictorio en ella. Hay una comparación entre la actual infelicidad y la futura felicidad. Como Lucas lo presenta, «Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados.» «Hay de vosotros ricos, porque algún día seréis pobres.» Sí, es intensamente paradójico.  Es ilustrativo.   Las ilustraciones no tienen qué explicarse, como sucede con las explicaciones de algunos. Simplemente ilustran.  Ellas solas predican un sermón—esto es, su lenguaje familiar tiene clara aplicación.   Escoge asuntos que son bien conocidos al pueblo y tan completamente familiares que no puede haber equivocación en cuanto a su significación. A veces ilustra refiriéndose a una gallina y a sus polluelos; a veces a un lirio; otras veces a rocas, cardos, ovejas y pájaros. Es conversable en su estilo, como lo fue el Dr. Broadus.

Pero la característica distintiva de su estilo que impresionó más a su auditorio, fue que, a causa de su poder intrínseco y su notable desemejanza a los métodos de los maestros religiosos que oían por lo regular, enseñaba como quien tenía autoridad, y no como los escribas y fariseos. El estilo, pues, era autoritativo. Considerad la diferencia. Un Rabí se pondría en pie delante del pueblo y con los ojos bajos comenzaría a decir: «El Rabí Ben Israel dice en el Talmud que el Rabí José dijo que el Rabí Amos dijo que puede ser que tal sea la interpretación del pasaje, pero el Rabí Isacar dice que el Rabí Efraím dice que el Rabí Eleazar pensaba que significaba otra cosa.» Todo era indeterminado, inseguro;  no  tomaba ninguna forma positiva.

El discípulo estaba perplejo por el balancear de probabilidades que se contradecían. Un maestro dijo dudosamente «He aquí está,» mientras otro dijo desconfiadamente, «puede ser que esté allí.» Pero Jesús habló con autoridad—con autoridad propia.  No se apoyaba en cosas humanas—no procuraba defender su doctrina, ni vindicarla. Habló como habla Dios, y sin detenerse para explicar su manera.

Realmente ningún ser humano común y corriente podía haber producido el Sermón en el Monte.

«La vejez y la sabiduría se inclinan con reverencia ante la sublimidad y la sencillez de esta enseñanza incomparable. Los niños absorben dulcemente su espíritu como si fuera leche, y los santos ancianos sacan de él el alimento sustancioso que les renueva sus fuerzas. Los niños en Cristo con su ayuda dan el primer paso en la vida práctica cristiana, mientras los hombres y las mujeres en Cristo Jesús por medio de El se remontan como con alas de águila a las anticipaciones del mundo celestial. Es sin igual, divino.» [14]

Los que piensan que el Sermón no es un solo discurso, esgrimen los siguientes argumentos:

Por ej . Phillip Berryman, teólogo de la Liberación, escribe que el “Sermón de la montaña”, por ejemplo, no es un registro palabra por palabra de Jesús, sino una colección de dichos atribuidos a él. Sólo en los últimos veinticinco años ha aceptado totalmente el catolicismo los resultados de la erudición bíblica moderna.» [15]

Razones que se dan:

(1) Que incluye un gran exceso de material, demasiado concentrado para que pueda incluirse en un solo sermón. Los discípulos, que no se destacaban por una aguda percepción espiritual, nunca podrían haber asimilado tanta riqueza de enseñanza ética.

(2) Que la gran variedad de tópicos (descripción de las bendiciones del reino, consejos sobre el divorcio, admoniciones respecto a la ansiedad) es inconsistente con la unidad de un solo discurso.

(3) La brusquedad con que surgen ciertas secciones en el sermón (p. ej. la enseñanza sobre la oración en Mt. 6.1–11) se destaca claramente.

(4) Aparecen 34 versículos en otros contextos, a menudo más apropiados, a través de Lucas (p. ej. el Padrenuestro en Lucas se introduce al solicitar los discípulos que Jesús les enseñe a orar, Lc. 11.1; el dicho acerca de la puerta angosta surge como respuesta a la pregunta, “¿Son pocos los que se salvan?” Lc. 13.23), y es más probable que Mateo haya incluido dichos de Jesús en el sermón y no que Lucas los haya encontrado allí y luego los haya diseminado por su evangelio.

(5) Es característico de Mateo el juntar material de enseñanza bajo ciertos encabezamientos a fin de insertarlos en la narración de la vida de Jesús  y el Sermón del monte sería, por lo tanto, simplemente la primera de estas secciones didácticas.

(Otras secciones se ocupan de los temas del discipulado (9.35–10.42), el reino de los cielos (13), la verdadera grandeza (18), y el fin del siglo (24–25).

Estas consideraciones, sin embargo, no nos obligan a opinar que todo el sermón constituye una composición arbitraria.

Antes que estos evangelistas comenzaran a escribir existía con toda probabilidad un bosquejo primitivo que correspondía a un discurso real pronunciado en una ocasión

concreta. Aun se debate entre los entendidos si el sermón, tal como se registra en Mateo, está más de acuerdo con el original que la versión de Lucas, o si Mateo se valió de un marco proporcionado por alguna fuente más antigua. Para los fines que nos proponemos es suficiente llegar a la conclusión de que Mateo se valió de un sermón primitivo que luego amplió para los fines especiales que tenía por delante mediante la introducción de material pertinente.

En el curso de la generación pasada los estudios arameos nos han enseñado mucho acerca de “la poesía de nuestro Señor”. Aún a través de la traducción se pueden apreciar distintos tipos de paralelismos característicos de la poesía semítica. Por ejemplo, en Mt. 7.6 tenemos una hermosa ilustración de paralelismo “sinónimo”: “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos.”

Parece ser que el Padrenuestro es un poema de dos estrofas, cada una de las cuales tiene tres líneas de cuatro compases. El valor práctico de reconocer la presencia de poesía donde ella aparece es que no seremos tan propensos a interpretar el texto con un literalismo tan inflexible como hacemos cuando interpretamos prosa. Qué trágico sería que alguno (como alguna vez ha sucedido en la historia) se “sacara el ojo” o “se cortara la mano” literalmente en un intento de eliminar el pecado de la concupiscencia. A. M. Hunter observa que “los proverbios son en realidad principios expresados en forma extrema”. Siempre debemos evitar la interpretación de paradojas con crudo literalismo, y en cambio buscar más bien el principio que gobierna al proverbio).

En esta conexión consideremos la cualidad de lo absoluto en los imperativos morales de Jesús. Por mucho tiempo han preocupado a los hombres versículos como Mt. 5.48: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.” Parte de la respuesta se halla en el hecho de que estas no constituyen “leyes nuevas” sino principios básicos presentados en función de acciones. Pertenecen a la categoría de los mandamientos proféticos, que siempre fueron más profundos y exigían más que la mera letra de la ley. Además representaban la ética de la nueva era, propuesta para aquellos que habían de recibir un nuevo poder.

El sermón de la montaña, es el primer mensaje largo de Jesús que se nos menciona en Mateo. Es por esa razón que tiene un fuerte carácter fundamental. “Es el único discurso de Jesús que contiene casi exclusivamente preceptos suyos”. El sermón de la montaña no es teología sino praxis, estilo de vida promulgado para los discípulos de Jesús.

El sermón del monte es una instrucción de Jesús a sus discípulos, para que no actúen como los fariseos y letrados (5:20). Por el contrario exigen la predicación de Cristo (5:10-12). Poner en obra las palabras del sermón hace que los hombres ponga en alto al Dios y Padre del cielo (5:16). Lo que se quiere conseguir es que las palabras de la predicación se conviertan en obra y no lo contrario. “El sermón de la montaña afecta a todo el mundo a través de la predicación de los discípulos”.

Es por eso que este sermón de la montaña es para aquellos que ya son discípulos de Cristo, a la vez es un discurso ético de las conductas espirituales del Reino de Dios. Lo que a Jesús le importa es lo interno, es por eso que la primera sección del sermón de la montaña, se ocupa de los que pertenecen al Reino de Dios, las bienaventuranzas. Haciendo énfasis en el carácter de los discípulos y súbditos, ya que ellos tienen que asemejarse a Jesús en todo. [16]

Como escribió Arjona, «Jesús convertía en hechos todos sus sermones»

Quien por una vez se esfuerce en analizar lo que Dios quiere, aprenderá a reconocer la verdadera vida en la profundidad de las palabras del Sermón de la Montaña… Muchas personas, precisamente los cargos oficiales de las instituciones eclesiásticas, rechazan el Sermón de la Montaña diciendo que es una utopía, una forma de vida que no es para esta Tierra. Mirado más detalladamente, sí es para esta Tierra, pero no para la sociedad actual, es decir, no para este mundo con su hambre de poder, con sus deseos de lucha, con su explotación, con los ricos opulentos y con los pobres más miserables… [17]

Notas

[0] http://www.teologia.com.es/index.php/El_sermón_del_monte

[1] http://www.bible.claret.org/bibles/lbnp/NT/482-Mateo_C-FINAL.doc.

[2] http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=21558

[3] http://www.mb-soft.com/believe/tswm/sermonmt.htm

[4] http://www.laverdadcatolica.org/ElSermonDeLaMontana.htm

[5] Wikipedia

[6] http://www.laverdadcatolica.org/ElSermonDeLaMontana.htm

[7] http://www.elcristianismoprimitivo.com/sermonmonte8.htm

[8] ibid

[9] http://www.teologia.com.es/index.php/El_sermón_del_monte

[10] http://www.mb-soft.com/believe/tswm/sermonmt.htm

[11] http://www.claiweb.org/ribla/ribla30/el%20sermon%20del%20monte.html

[12] http://www.g-daf-es.net/bonhoeffer/sermon.htm , (Dietrich Bonhoeffer: Carta dirigida, el 14 de enero de 1935, a su hermano Karl-Friedrich)

[13]http://www.laopinion.es/lectores/3021/impidio-gandhi-hiciera-cristiano/124405.html

[14] B.H.Carroll ,Com. Bíblico Los cuatro evangelios (I), Págs. 409-414, ed. Clie

[15] http://www.ensayistas.org/critica/liberacion/berryman/cap3.htm

[16] http://www.teologia.com.es/index.php/El_sermón_del_monte

[17] http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/38271

Fuente bibliográficas consultadas: