Una conciencia limpia

16 de agosto 2010

Una conciencia limpia
Charles R. Swindoll

Vea 1 Samuel 24:8-21

David dijo solamente la verdad, simple y llanamente, y se la dijo a la persona a quien esa verdad importaba más, eso es a Saúl. No a sus compañeros ni a los amigos de Saúl, ni al pueblo de Israel, sino a Saúl mismo. David se definió con la persona que tenía la batalla. Luego dijo: “Que el SEÑOR juzgue entre tú y yo, y que el SEÑOR me vengue de ti;  pero mi mano no será contra ti” (1 Samuel 24:12).
David no estaba exhibiendo su justicia delante de Saúl. Él no era así. Era un hombre íntegro. Le dijo: “Saúl, pude haberte quitado la vida, pero no lo hice. Y aquí está la prueba. Cuando estuviste indefenso, no te ataqué. Dejaré que Dios juzgue entre tú y yo”.
Lea la respuesta de Saúl lentamente y con atención.

Entonces Saúl alzó su voz y lloró. Luego dijo a David:
—Tú eres más justo que yo, porque tú me has tratado bien, cuando yo te he tratado mal. Tú has demostrado hoy que me has hecho bien, porque el SEÑOR me entregó en tu mano, y tú no me mataste. Cuando un hombre halla a su enemigo, ¿lo deja ir sano y salvo? ¡El SEÑOR te recompense con bien por lo que has hecho conmigo este día!
1 Samuel 24:16-19

Eso es ser un ejemplo viviente del proverbio: “Cuando los caminos del hombre le agradan al SEÑOR, aun a sus enemigos reconciliará con él”.
Pero espere un momento. Volvamos de nuevo a la realidad, porque este es un caso instructivo. Desearía poder prometerle que cuando usted hace lo correcto, su enemigo siempre verá su actitud equivocada con tanta rapidez como Saúl, cambiará, se arrepentirá y le verá de la manera correcta, pero no puedo hacer esa clase de promesa.
Usted tiene la responsabilidad de decirle la verdad a la persona, pero no es posible lograr que ésta cambie de opinión. Francamente, la persona puede llegar al fin de sus días creyendo en la mentira. Pero en los más profundo de su ser usted conocerá la satisfacción que produce esa sensación de haber actuado rectamente. Su conciencia estará limpia.

Buenos Días con Buenos Amigos

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2010 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

http://daily.insight.org/site/News2?page=NewsArticle&id=17321

Siete razones por las que no creo en los Ovnis (o cómo conseguirme un lío)

Idea original de Paul McNamara de Bad Astronomy y convertida a mi modo, sin orden ni apego al original, por lo que lo escrito es responsabilidad totalmente mía.

1. Los aliens no arreglan ni un foco. Los terrícolas hemos arrojado al espacio miles de toneladas de basura cósmica, echando a perder el vecindario en el sistema solar, y hasta ahorita no ha habido ninguna reclamación u objeción de parte de estos alienígenas. ¡No creo que no les afecte tanta basura cósmica! Digo, entrar sin semáforos a nuestro espacio aéreo y esquivar los miles de objetos que orbitan nuestro planeta ha de ser peor que circular por la Av. Gonzalitos en Monterrey a las 7 de la tarde. ¡Es decir, con la tecnología que han de tener, como para llegar hasta acá, ya hubieran sacado una aspiradora molecular y darnos una ayudadita, pero no, salieron igual o más cochinotes que nosotros! Bueno, de plano que este es un mal universal.

2. Ya no existen secretos. ¿Usted dice que los Ovnis existen pero el hecho está siendo ocultado por el gobierno? Juar, Juar. Nuestros líderes políticos nunca harían eso; deberíamos saber que son unos flojos y chismosos que no sirven para guardar secretos. Lo que si guardan son los detalles del presupuesto, la partida secreta y los nombres de las amantes. Ahora, no niego que hay algunos diputados que por su apariencia, conducta o pensamiento, no necesariamente en ese orden, se sacarían el premio al Alien del Año; ¿Que los medios de comunicación ocultan la verdad? ¡Por favor, esos cuates negociarían incluso a sus propios hijos como mismísimos pseudoaliens, con tal de tener la exclusiva! Ya me gozo de los titulares: ¡Paty Chamoy tuvo un encuentro cercano con alienígena llamado Jaime!

3. Cero evidencia visual. Este tipo de prueba tiene que ser necesaria. Cuando el árbitro le marca penalti a un jugador, la mitad del estadio dice que sí fue y la otra mitad que no. Ahora, lo que queda es la evidencia de la toma de video, fotografías y el testimonio de gente imparcial; Pero si las pruebas se alteran por una de las partes, ya valió. En serio, ¡No estamos ciegos¡ Miles de astrónomos profesionales y aficionados se dedican a vigilar la bóveda celeste en busca de cuerpos extraños que se aproximen a la Tierra o al Sistema Solar, con la idea de identificar antes que nadie algún cometa o asteroide que, si es visto por primera vez, llevará el nombre del descubridor. Nada. O los miles de observadores estamos ciegos o los creyentes de los Ovnis, con tal capacidad asombrosa de distinguir objetos, se han perdido de la oportunidad de que alguno de los objetos siderales, lleve su nombre, por el hecho de haberlo descubierto.

4. Las alucinaciones no cuentan. Si, ya sé que es muy bonito tener sueños, visiones y alucinaciones proféticas, qué más quisiéramos que nuestra posmoderna sociedad, tan echada a perder, fuera más “buena onda”, chida y espiritual, pero no me den un abducido al que no le falte un tornillo si no es que toda la caja de herramientas. Los fieles creyentes a pie juntillas de El apocalipsis,Las profecías mayas, Hercóbulos, Némesis, Las Pléyades y su energía, entre otras linduras, son parte de los que conforman la feligresía de la Iglesia de los Ovnis de los Creyentes de los Últimos Días.

5. Los aliens son mudos. ¿Por qué no se comunican con los grandes líderes o periodistas? Lo sé, lo sé, tienen miedo de hablar con nosotros, los podríamos contaminar; además, somos muy rudimentarios y primitivos para ellos; No somos de la estatura de su vida. Eso nos pasa por no ser lostotalmente palacio del cosmos. ¿Pues qué creen? ¡Para que se enteren, nosotros ya hablamos y tenemos nuestro corazoncito!; Tenemos ejemplares de materia exótica como Pamela Anderson y Ninel Conde, quienes han tenido encuentros cercanos del tercer tipo en adelante y que podemos garantizarles a los señores que por tipos no paran. O sea, tampoco es para que nos ignoren tan gacho. Deberían de ser lo suficientemente inteligentes para saberlo. Estoy disponible para una entrevista, ¿algún alien estará leyendo este blog? —De seguro por esto voy a recibir muchas llamadas de atención.— Un ovnílatra de cuyo nombre no quiero acordarme asegura que no nos hablan porque “sólo andan investigando al Popocatépetl”, y no tienen tiempo. Ajá.

6. ¡No los encontramos! No nos cansamos de buscar. SETI se ha dedicado a buscar a estos nenes desde 1960 como ninguna otra institución, pero ¿cuál ha sido el resultado? Millones de computadoras interconectadas a los radiotelescopios y nada, nada, nada; Se entiende que nuestros modos primitivos de buscar no son nada comparados con los de un OVNI para transportarse de un planeta a otro, pero toda la inteligencia disponible está dedicada a encontrar vida en algún lugar de nuestro cosmos; No quiere decir que no haya vida allá afuera, pero ha, como ha dado trabajo encontrarla. A menos, digo yo, que Seth Shostak sea un infiltrado y nos esté ocultando información. Luego no sabe uno.

7. Nunca he visto una película de La Guerra de las Galaxias. Tampoco he visto Los Hombres de Negro. —Lo siento, en serio; Me han dicho que en los cines apagan las luces, y así no puedo leer—Por favor, no estoy diciendo esto para que consideren que constituye una evidencia de nada, sólo que tal vez podría ayudar a entender por qué no creo.

Saludos
El Perplejo Sideral
elperplejo@astronomos.org