¿Por qué somos conocidos?

¿Por qué somos conocidos?

El Apóstol Pablo se describe a sí mismo de la siguiente manera:

“Yo ciertamente había creído mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret; lo cual también hice en Jerusalén. Yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido poderes de los principales sacerdotes, y cuando los mataron, yo di mi voto. Y muchas veces castigándolos en todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras” (Hechos 26:9-11)
Sus costumbres iniciales eran en contra de todos los cristianos, pero luego se hace famoso por otro tipo de costumbre: Predicar sin cesar, a todo tipo de personas…

A la gente que lo custodiaba cuando lo encarcelaban:

“Entonces sobrevino de repente un gran terremoto…y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. Despertando el carcelero…sacó la espada y se iba a matar…Mas Pablo clamó a gran voz…No te hagas ningún mal…y…les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa” (Hechos 16:26-32)
A los religiosos del lugar:

“Pasando por Anfípolis y Apolonia llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos…Así que discutía en la sinagoga con los judíos y piadosos..” (Hechos 17:1-2; 17)
A los eruditos de la época:

“Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él, y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba el evangelio de Jesús, y de la resurrección. Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas?” (Hechos 17:18-19)
Pablo era discípulo de Gamaliel…

“Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros” (Hechos 22:3)
Pero también era un trabajador sin muchos honores, pues se mantenía haciendo tiendas…

Decían de él y de quienes lo acompañaban:

“Y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad, y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos” (Hechos 16:20-21)
¿Cuál era el objetivo que lo impulsaba a hacer esto?

“Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo” (Hechos 18:5)
¿Cómo alcanzaba su objetivo?

“Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley…como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; y a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley…para ganar a los que están sin ley. Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él” (1 Corintios 9:19-23)
¿Qué nos hace conocidos en nuestro medio? ¿Qué clase de costumbres nos hacen famosos?

Pablo también decía:

“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24)
Recordemos: ¿Qué se nos encargó? ¿Somos conocidos por hacerlo?