“Nunca olvidaré lo que he visto aquí”, dijo el presidente norteamericano en la visita a un ex “campo de concentración” aleman.

“Nunca olvidaré lo que he visto aquí”, dijo el presidente norteamericano en la visita a un ex “campo de concentración” aleman.

Posted: 08 Jun 2009 10:39 PM PDT

obama

“Nunca olvidaré lo que he visto aquí”, dijo el presidente norteamericano visiblemente emocionado. Junto a la canciller Merkel, criticó la negación del Holocausto.

El presidente estadounidense, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel, honraron este viernes a las víctimas del nazismo en una visita al ex campo de concentración de Buchenwald, en el este de Alemania.

“Nunca olvidaré lo que he visto aquí”, dijo visiblemente emocionado Obama. No en vano, para el líder estadounidense, esa visita de una hora de duración tuvo también un fuerte carácter personal, pues su tío abuelo materno contribuyó a liberar el campo en abril de 1945 como soldado de las fuerzas estadounidenses.

Tanto Obama como Merkel recordaron el horror provocado por el régimen del dictador Adolf Hitler, pero también los logros de la reconciliación y la reconstrucción del país tras la Segunda Guerra Mundial.

De la época nazi todo el mundo ha de aprender la importancia de la tolerancia, la democracia y la humanidad, dijeron los mandatarios tras depositar una rosa blanca en lápida que recuerda a las más de 56.000 víctimas mortales que dejó ese campo situado cerca de la localidad de Weimar. Entre 1937 y 1945 fueron internadas allí unas 250.000 personas de 36 países.

El presidente estadounidense, que realizó el recorrido junto al premio Nobel y sobreviviente del campo Elie Wiesel, subrayó que ese lugar es prueba de que la negación del Holocausto es una pura mentira.

Por la mañana, Obama y Merkel mantuvieron una entrevista en Dresde, capital de Sajonia, tras la que hicieron pública su intención de aunar esfuerzos por resolver conflictos internacionales como el de Cercano oriente, el problema nuclear con Irán, la crisis global y la destrucción medioambiental.

Obama y la canciller alemana instaron a hacer todo lo necesario para reavivar el proceso de paz en Cercano Oriente. “El momento de actuar es ahora”, enfatizó Obama. “Estoy seguro de que si somos firmes, como hemos empezado pronto, podremos lograr ya algunos progresos serios este año”.

“Queremos intentar aclarar algunos de los malentendidos para poder hacer más franco el diálogo” entre israelíes y palestinos, agregó en una rueda de prensa conjunta con Merkel.

La jefa de gobierno alemana, por su parte, consideró que con la nueva Administración estadounidense, existe “una oportunidad única” de reavivar el proceso de paz.

Así, Merkel elogió el “significativo” discurso de Obama al mundo árabe-musulmán. En su opinión, fue “una llave para abrir la puerta al mundo árabe” que ahora ha de ser acompañado por pasos concretos.

La líder conservadora reiteró que colaborará con Washington para acelerar el proceso de paz en Cercano y Medio Oriente y recalcó que Alemania, “por razones históricas”, tiene un gran interés en garantizar la seguridad de Israel, pero también en la creación de un Estado palestino viable. Así, al igual que Obama, defendió” la “solución de los dos Estados”, el israelí y uno palestino.

Respecto al problema nuclear iraní, Obama dijo que Alemania es un “estrecho amigo y un socio decisivo” y recordó que ningún país puede sentarse sólo en la mesa de negociación con Teherán. “Necesitamos la ayuda de los socios de Estados Unidos, como Alemania”, dijo.

En cuanto a la protección del medio ambiente, la líder alemana elogió la puesta en marcha del ambicioso programa medioambiental de Estados Unidos y consideró que eso ayudará a avanzar en las negociaciones post-Kyoto.

Sin embargo, recordó que aún queda mucho por hacer y subrayó que ha de aprovecharse el tiempo hasta la cumbre de Copenhague en diciembre para poder llegar a una solución común.

Obama y Merkel destacaron por otra parte la necesidad de luchar juntos contra la crisis global y señalaron que aunque a ambos gobiernos aún les queda mucho trabajo por delante, deben hacer todo lo necesario para fomentar el crecimiento económico.

En su entrevista, los representantes estadounidense y alemán abordaron también el tema de los prisioneros de Guantánamo, aunque no llegaron a una conclusión concreta sobre la acogida. Ambos ministros del Interior están trabajando para alcanzar una solución conjunta y tanto Washington como Berlín tienen el interés común de cerrar la base, se dijo.

Obama fue recibido a primera hora de esta mañana por Merkel, con quien visitó la colección de arte del Museo Grnes Gew?lbe de Dresde, capital del estado federado de Sajonia.

Tras la rueda de prensa conjunta, visitó la Iglesia de Nuestra Señora de Dresde, destrozada por los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial y reconstruida hace pocos años.

A última hora de la tarde visitó la base estadounidense de Ramstein, la mayor de Europa, y el hospital militar de Landstuhl, donde curan sus heridas soldados destacados en Afganistán e Irak.

Por la noche tenía previsto viajará a Francia para sumarse a los festejos de mañana sábado por el desembarco en la Normandía de las fuerzas aliadas que liberaron a Europa de la dictadura nazi.

radiocristiandad.wordpress.com

Williamson dice que de momento no se retracta de su negación del Holacausto

Williamson dice que de momento no se retracta de su negación del Holacausto

El obispo ultraconservador afirma que antes de pedir disculpas tiene que revisar las pruebas históricas

07/02/2009 | Actualizada a las 12:10h

Berlín. (EFE).- El obispo ultraconservador Richard Williamson ha asegurado que de momento, pese a la petición del Papa, no piensa retractarse de su negación del Holocausto, que causó revuelo en todo el mundo pues coincidió con su rehabilitación y la de otros cuatro obispos «lefebvrianos».

En declaraciones que publica la revista alemana «Der Spiegel» en su edición de la próxima semana, Williamson dice que, antes de retractarse, tiene que revisar las pruebas históricas. «Si encuentro pruebas me corregiré, pero eso necesitará tiempo», dijo Williamson. 

Por otra parte, Williamson reiteró su rechazo al Concilio vaticano II y dijo que los textos que salieron del mismo son ambiguos. «Eso es lo que ha llevado al caos teológico que tenemos actualmente», dijo Williamson. 

Además, Williamson se mostró crítico con la idea de la validez universal de los Derechos Humanos. «Donde los Derechos Humanos se ven como algo objetivo que el estado tiene que imponer, se llega siempre a una política anticristiana», dijo Williamson. 

El Papa Benedicto XVI revocó la excomunión que pesaba sobre Williamson y otros cuatro obispos seguidores del cismático ultraconservador Marcel Lefebvre, pocos días después de haber negado el Holocausto en una entrevista con la televisión sueca. 

Ello produjo una gran revuelo y críticas en todo el mundo a la decisión papal y a la doctrina que defienden los «lefebvriano»s. Recientemente, El Vaticano exigió a los «lefebvrianos» que aceptasen las enseñanzas del Concilio Vaticano II, que intentaron abrir la Iglesia Católica al mundo moderno. 

En Alemania, la negación del Holocausto es un delito y la fiscalía de Ratisbona tiene por ello un sumario abierto en contra de Williamson. 

Los principales críticos de la rehabilitación de los lefebvrianos, entre ellos el teólogo heterodoxo Hans Küng, dicen que la negación del Holocausto por parte de Williamson sólo es un síntoma de la mentalidad antisemita que predomina en esa corriente ultraconservadora.

El Papa exige una retractación pública al obispo que niega el Holocausto

El Papa exige una retractación pública al obispo que niega el Holocausto

Miércoles 04, Febrero 2009 12:10 |Clarin.com
Por: Julio Algañaraz, corresponsal de Clarín en el Vaticano

Exhortó al lefebvriano Williamson a que se disculpe públicamente si quiere ejercer dentro de la Iglesia. En un comunicado, el Vaticano afirmó que Benedicto XVI no conocía las posiciones del prelado cuando decidió levantar su excomunión.

En medio de la fuerte polémica generada en torno a las declaraciones del obispo lefebvriano Richard Williamson por su negación del Holocausto de los judíos por parte de los nazis en la Segunda Guerra Mundial, el Papa Benedicto XVI exigió hoy al prelado que se disculpe públicamente y que dé marcha atrás en sus declaraciones si quiere ejercer dentro de la Iglesia. 

La Santa Sede añadió en un comunicado que el Pontífice no conocía las posiciones de Williamson cuando aceptó levantar su excomunión y la de otros tres prelados ultraconservadores la semana pasada. 

El Vaticano también exigió a la Fraternidad San Pío X, fundada por el arzobispo cismático Marcel Lefebvre y a la que pertenecen Williamson y los otros tres prelados a los que el Papa les levantó la excomunión, que si quiere ser reconocida por la Santa Sede es «indispensable» que reconozca plenamente el Concilio Vaticano II. 

El Papa enfrenta desde ayer una crisis sin precedentes en los últimos pontificados, que asumió un tinte claramente político al afirmar la primera ministra alemana, Angela Merkel, que «son insuficientes» las aclaraciones del Vaticano contra la negación del Holocausto de los judíos por parte de los nazis en la Segunda Guerra Mundial. 

Merkel pidió una «precisa clarificación» al Pontífice. A la voz de la máxima autoridad política germana se sumaron varios obispos que condenaron al Vaticano. El cardenal Karl Lehmann, obispo de Maguncia y hasta el año pasado presidente de la Conferencia Episcopal, personaje muy influyente del catolicismo germano, dijo que el Papa debe pedir excusas por la negación de la Shoah (Holocausto) por parte del obispo lefebvriano inglés Richard Williamson. 

Williamson dijo que las cámaras de gas no existieron y que entre 200 y 300 mil judíos y no seis millones murieron en los campos de exterminio nazis, «pero ninguno por gas». La negación y hasta la relativización del Holocausto es en Alemania y otros países europeos un delito, interpretado como una forma de instigación al odio racial. 

El cardenal Lehmann dijo que «el Papa me da lástima» y acusó al entorno de colaboradores de Benedicto XVI de haber gestionado mal el caso. Otros personajes dicen lo mismo como una manera de disminuir las responsabilidades del pontífice. Lehman criticó en concreto al cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, presidente de la comisión pontificia «Ecclesia», encargada de las relaciones con los ahora ex cismáticos del obispo Marcel Lefebvre (fallecido en 1991), como uno de los responsables de serios déficits de comunicación en el caso. 

En una entrevista al programa alemán de la Radio Vaticana, el cardenal germano Walter Kasper, encargado en el Vaticano de las relaciones con los hebreos, afirmó que la Santa Sede hizo una mala gestión del levantamiento de la excomunión, sin tener en cuenta que «podían presentarse problemas». 

El purpurado alemán señaló que los cuatro obispos tradicionalistas «aún no están en plena comunión con Roma» y siguen suspendidos a divinis. En la misma línea, la Conferencia Episcopal italiana ayer sacó una declaración de «incondicional apoyo al pontífice» en su decisión de levantar la excomunión a los obispos cismáticos. Pero los episcopales reclamaron a los partidarios de Lefebvre «una aceptación total de las enseñanzas del Concilio Vaticano II», especialmente de sus documentos. 

Los lefebvrianos nunca aceptaron al Concilio y siguen presentando «reservas». El lunes, también el cardenal arzobispo de Austria, Cristoph Schoenber, una figura muy importante del catolicismo europeo, criticó a «algunos colaboradores del Papa por no haber advertido mejor al pontífice sobre los obispos rebeldes». Pero todos interpretan que las críticas van dirigidas directamente a Benedicto XVI, que conoce perfectamente el «pedigree» de los lefebvrianos y que igualmente los perdonó. 

Ayer, el vocero del Papa, padre Federico Lombardi, respondió a la primera ministra Merkel que «el Papa ha condenado con claridad el negacionismo» de monseñor Williamson. A su vez, el secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, también blanco de las críticas en la agitada interna vaticana, afirmó que el caso de los lefevbrianos «está cerrado». 

Sin embargo, las opiniones críticas crecen. Los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado de Polonia criticaron al Papa por su decisión sobre los lefebvrianos y, en especial, el perdón al negacionista del Holocausto, el obispo Williamson, que es hasta ahora director del seminario de los lefevbrianos en La Reja, a unos 40 kilómetros de Buenos Aires. 

Pero es en Alemania donde montan los ataques de fuente episcopal. Ayer se sumó el obispo Gebhard Fuerst de la diócesis de Sttugart, quien dijo que el escándalo suscitado por el affaire lleva «a una alienación interna y externa de la Iglesia por parte de muchos fieles y a turbar el diálogo de los cristianos con nuestros hermanos judíos». La memoria del nazismo y de Adolf Hitler hace particularmente sensibles a los alemanes en este tema. El obispo criticó al Papa sin nombrarlo porque «los cuatro lefebvrianos han negado el Concilio Vaticano II y lo mismo fueron rehabilitados». El teólogo franciscano Martin Bern dijo que «el Papa lleva a la Iglesia de vuelta al medioevo» y lamentó que con Benedicto XVI «las corrientes conservadoras tienen ahora más voz» que con su antecesor. 

El padre Josef Kaiser, de Marktl an Inn, la ciudad natal de Ratzinger en Baviera, no se quedó atrás en los reproches. Comentó que «un Papa debe estar para unir y no para dividir, pero ahora se nota una vía retrógradra. Es frustrante volver a caer hacia atrás, en posiciones superadas por el Concilio Vaticano II».